capitulo 3

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-te gustara esta cafetería, es mejor que ninguna-. Asegura saboreando su café


imaginario; solo sonrío al ver su expresión. Bajo el cristal para respirar, Elías


frunce el ceño. - ¿sientes que te encierran sin no bajas el cristal?


-siento ahogarme, pero si te molesta el aire lo subo-. Digo llevando mi mano al

botón.


-No-. Sonríe. -a mi me pasa lo mismo-. El presiona el botón y baja los cristales de


ambas puertas.
Llegamos hasta una cafetería que al menos a una cuadra el olor del

buen café ya abundaba; dice en el cartel "Good Coffee" y bueno si huele bien, así

que el nombre le comienza a quedar; caminamos hasta los asientos que se ven al

fondo, encontramos una mesa con los sillones demasiado cómodos, de colors amarillo y naranja y algo cerca de


los que atienden; miro la carta, para ver que se me apetece; sin querer miro a Elías

que me está viendo curioso, esquivo la mirada y luego lo miro de nuevo con una

diminuta sonrisa en mis labios.


- ¿Qué?-. sonrío confundida.


-háblame de ti, quiero conocerte, para volverte a invitar a salir y esta vez sepa que

decir que te guste-.
El hablar de mí, de mi vida, no me es correcto, va a huir cuando

lo sepa, no quiero que comiencen a huir de mi cuando sepan que soy hija de


Octavio Lawrence, tan solo el apellido lo dice todo, es por eso que no lo dije frente a


su padre.


-pues no hay mucho que contar-. Coloco mis manos en mis piernas apretándolas


entre ellas.


-yo pienso que si, lo que pasa es que no me quieres hablar de ti-. Levanta las cejas.


-no, no es eso-. Niego con la cabeza. -es solo que, mi vida, no es fácil de explicar-. Sacudo la cabeza, despejando mi mente.

Me mira confundido, y antes de que pregunte el porqué, una de las chicas que toma


la orden se acerca.

-buen día, ¿qué ordenaran?-. Sonríe. Elías me deja hablar a mi primero.


-moka frappe, por favor-. Lo anota y luego mira a Elías.


-café normal, por favor.


-claro enseguida los traigo.


-gracias-. Decimos ambos, al marcharse la señorita, Elías se dirige a mí.


- ¿porque es difícil de explicar?-. Pensé que no me había escuchado esa parte, al


parecer es una persona que le gusta prestar mucha atención cuando alguien habla


con él, lo cual en este caso no es bueno.


-Porque no lo es-. Digo sin saber que más decir.


- ¿Qué razones hay por las cuales digas eso?-. Más preguntas que vuelven al mismo

punto.


-mi padre murió y mi madre igual, me dejaron en un orfanato y hasta hace un día


que soy libre-. Digo rápidamente con la voz quebrada y un poco de rabia.

La hija de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora