Capítulo 21

1.6K 134 3
                                    

Camino hasta central park. Me siento incomoda aquí, siento todos esos


sentimientos encontrados que sentí al descubrir el rostro de Elías. Pero aquí también descubrí todo lo bueno que no pensé que él pudiera tener. Descubri que parte de mi felicidad estaba con el. Me recuesto sobre el mismo césped donde observamos el cielo. Controlo mi pulso, me siento en paz, no pasa nada por mi mente, como si él me acompañara. Sé que no es así,


porque no huelo su perfume, pero esa sensación que tenía cuando se me acercaba, es igual a la que siento ahora. Sentirlo cerca aunque no lo este, me llena el pecho, lo invade de alegría. Lo invade de su alegría, me lleno de él.

Pienso mejor las cosas y si quiero que Gustavo pare ya de destruirme, tengo que proteger lo único que me mantiene con vida. Jackson.

Me regreso al departamento. Me pienso muy bien las cosas, entro al baño y me lavo la cara. Me voy a la cocina y camino de un lado a otro. Tomo un poco de agua; si ahogo lo que estoy pensando, Bruce, se sentira muy incomodo, pero nadie esta bien en esta situacion, da igual.
Me voy a mi cuarto y pretendo dormir, solo consigo descansar mi cuerpo, pero mi cerebro sigue dando ideas. Doy muchas vueltas en la cama. Como de costumbre, la mañana llega y yo sin dormir. Así que hago lo que pensé, lo que me mantendrá fuerte.

Tomo un taxi y llego hasta su apartamento y toco la puerta. Abre y no puedo esperar más.


- ¡vente conmigo!-. Digo al ver a los ojos a Jackson.
- ¿qué dices? ¿A dónde?-. Sonríe un poco pero luego frunce el ceño confundido.


-Te vendrás conmigo a donde vivo-. Entro sin que él me lo permita.


- ¿por qué tengo que decir que si?, dame una buena razón.


-Te mataran si no lo haces-. Levanto las cejas.


-me convenciste-. Camina a su habitación y me quedo parada sin saber a dónde


caminar, es extraño estar aquí, pero de alguna manera, me siento muy bien.

Después de casi quince minutos, sale con una maleta arrastrándola por el suelo y


otra colgando en su hombro. Me mira y con la cabeza me señala su mochila negra, la tomo y me la cuelgo en el hombro. Tomo las llaves que cuelgan de la pared y cierro la puerta. Jackson camina al elevador y presiona el botón. Cuando se abre, notamos que va casi lleno. Así que lo dejamos pasar, no sé qué decir, pero siento sus ojos en mí.

-Amelia-. Se escucha la voz de Judith que se detiene al verme.


-He hola-. Sonrió con pocas ganas. Me mira y sé que lo que busca no es una


sonrisa, es un abrazo. Corro hasta ella y la abrazo con fuerza.


-Elías-. Me tortura escuchar su nombre y de esta manera. -Era mi mejor amigo, le


conocía de tanto, siempre tocaba mi puerta antes de entrar a su departamento, solo para hacerme bromas, escuchaba como tocaba su piano, todas las tardes, ahora hay un silencio que me dice que no va a volver.


-lose, lo siento-. Sollozo.


- ¿Por qué?-. se aparta un poco.


-no quiero involucrarte-. Respiro profundo.


-ya estoy involucrada, sea lo que sea...tiene que ver con la muerte de Elías, las


camionetas negras, ¿verdad?-. Dice mojándose los labios.


-Sí, tengo que detener al que provoco la muerte de Elías y de muchas personas más-.


-haz que pague. Endurece el rostro.

La hija de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora