capítulo 12

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Miro el techo color blanco, tengo las manos extendidas, como si mi cuerpo me pesara, veo solo un punto fijo en el techo, aunque en realidad no vea nada. Mis pies cuelgan de la cama, ni siquiera parpadeo, mis ojos me arden, mis labios están secos, mi garganta me raspa al pasar saliva. Es como si la noche decidiera hacerse


eterna. Es como si el día se quisiera hacer el interesante y me hiciera esperar.


Levanto un poco la cara lo suficiente para ver la hora: 1:50am. ¿Qué hago despierta? Pero no puedo cerrar los ojos. Pienso que dentro de unas horas, el día será muy


melancólico; no trabajo, Jackson tampoco. Siempre compraba pizza y veíamos


televisión todo el día. No extraño eso. Extraño su compañía. Extraño tenerlo cerca.

Una lagrima rueda por la esquinilla de mi ojo llegando por arriba de la oreja. Que hago aquí, sufriendo por él, que hago aquí respirando sin sentirme satisfecha, que hago aquí amandolo sin tenerlo.

Mi celular comienza a sonar. Estiro mi brazo para atraparlo y lo levanto ante mis ojos. "Jackson llamando". <Por favor no lo hagas mas difícil> digo mientras otra lagrima rueda. El teléfono vuelve a sonar y yo solo puedo presionarlo entre mi puño y seguir sollozando. Tengo un mensaje de Jackson:
"aun dueles, no me importa que te largaras de mi departamento, pero porque coño te llevaste mi vida?"

Cierro los ojos, presionando mis párpados hasta que me duelen y dejo de hacerlo. Poco después llega otro mensaje suyo.

"Tu eres mi vida"

Tomo el celular con fuerza y lo meto bajo la almohada, me levanto hacia la ventana; el aire me comienza a secar las mejillas húmedas. El cielo brilla con las estrellas, pero la luna parece ser cubierta por una nube entrometida, aun así el paisaje es bello. Me duele el cuello, mi cabeza, mi cuerpo, todo, Jackson esta sufriendo, me duele saber que la esta pasando mal, me duele saber que no puedo consolar su sufrimiento, pero su vida está en mis manos, depende de mi mantenerlo con vida.
El teléfono vuelve a sonar después de unos minutos. Pienso en que si le contesto tal vez deje de llamar luego. Si le vuelvo a romper el corazón, tal vez se arte de mí. Camino a la cama y cojo el teléfono que no deja de sonar. Miro la pantalla, pero ya no es Jackson. Un número sin registrar me llama. ¿Y si es Gustavo? Pienso aterrada. <No lo sabré si no contesto>.

-Sí-. Digo con tono asustado.


-Quinta avenida-. Dice la voz.-el edificio es muy grande, muy lujoso y creo que lo vi entrar-. La voz desaparece y un pitido se escucha.

Mi cuerpo se oprime y no


resisto mi peso. Me tiro al suelo sin creer lo que eh escuchado; rápido mis ojos se inundan, un grito desesperado quiere salir de mi garganta. Sin contenerme


comienzo a llorar. Se lo que significa: en cualquier momento, la vida de Jackson


termina. "hijo de p..." digo con un grito que viene desde mis pulmones. Lanzo el


celular con todas mis fuerzas y este se estampa en la pared abriéndose en tres partes. No puedo parar de llorar; mis pulmones no reciben suficiente oxigeno y mi mente se paraliza. Mis pensamientos desaparecen, mi cuerpo se derrumba. Tengo que asegurarme de que Jackson este bien. Necesito ayuda; necesito informes de quien se acerca a su departamento, o si ve algo sospechoso. Se quien me ayudara.

La hija de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora