La hija de un asesino

capítulo 9

Mi celular comienza a sonar; abro los ojos de golpe; nadie más que Jackson me marca a este número, ni siquiera Elías me llama, porque a nadie le he dado el número. Mi respiración se acorta y solo pienso en callarlo; cuelgo sin contestar; pero después de unos minutos pita; lo abro y tengo un mensaje. Al abrirlo me encuentro con el miedo.

"Amelia, es tan agradable encontrar tu número, ya te das cuenta lo fácil que es rastrearte, tendrías que estar muerta para no encrontrarte, bueno eso, pronto. Sabes no pensé que podrías lastimar a mis colegas, eres maravillosa, iré al grano, falle una vez, pero no fallare de nuevo, prepara tu funeral"

Un casi incontrolable grito surge de mi alma, me cubro la boca para no despertar a Jackson, pero no puedo evitar temblar. Mierda, estoy muerta, en pocos días, no puedo mantenerme oculta, me encontrará, siempre, es mejor morir, creo.

- ¿estás bien?-. Pregunta Jackson incorporándose un poco hacia mí. Asiento con la

cabeza. - ¿sonó tu teléfono? Pregunta mientras se talla los ojos.

-No-. No es como respuesta, es mas como un soplo.
Me sonríe y se inclina para

besarme, estira su mano y llega a mis dedos, pensé que los entrelazaría, pero toma

el teléfono y comienza a leer el mensaje, presiona la mandíbula mientras sigue leyendo. - ¿qué es esto? ¿Quién te está amenazando de muerte?-. Solo puedo mirar sus ojos y respirar rápidamente. Y ahora que le digo?-. -Contesta-. Insiste levantando la voz, me siento aterrada, tengo miedo de la amenaza, pero también me da miedo la reacción de Jackson, no porque el me lastime, pero que intente averiguar mas de mi pronto asesino, lo único que siento ahora, es un horrible temblor en mi cuerpo, se que moriré, pronto y no me di cuenta, que me da miedo eso, morir.

- no tienes porque gritar-. Digo con voz ronca mientras me siento. Intento calmarlo, pero lo que acabo de decir no calma, altera.
-ay por favor, no me vengas con eso, ¿Por qué te amenazan?-. Insiste. Me tomo un gran respiro y evito sus ojos molestos.
-Por mi padre-. Respiro hondo. Jackson entre cierra los ojos.

- ¿Quién te lo mando?-. No baja el tono de voz.

-Creo que es un narcotraficante-. Digo poniéndome seria, detesto los gritos y él lo sabe.

- ¿Qué tiene que ver contigo?-. Parece interrogatorio.

-Mi padre, mato a su hija-. Esfuerzo mi voz para no flaquear.

-y que quiere de ti, que te conviertas en su remplazo o que la revivas?-. Es tan irónico como yo.
-venganza-. Contesto.
-venganza?-. Baja la voz pero sigue alterado-.
-matarme como mi padre a su hija-. Paso saliva.
- ¿Por qué no me lo dijiste?-. Su color de piel se a puesto un poco rojo, su expresión le podría dar miedo a cualquiera, pero en este momento, me estoy molestando con él, así que el miedo que le tuve hace unos segundos, se está esfumando.

-no quería involucrarte-. Levanto la voz.

-no soy estúpido Amelia, no creo que me pueda hacer daño a mi-. Asegura.
-no me arriesgare-. Lo miro.
-pero puedo ayudarte-. Responde.

-no, no quiero involucrarte-. Grito.

-Basta-. Me grita. -me contaras todo-. Se levanta y camina al baño sin decir nada más.
Me recuesto de nuevo, es muy tarde para detener las lagrimas, intento no llorar tan fuerte, me cubro la boca para calmarme y pensar claro, pero no puedo; lo que pudo ser perfecto se destruyo, se hizo añicos, todo se derrumba, todo por una

amenaza, no puedo seguir adelante, quiero tirarme al suelo, sigo pensando que

nada me ata a esta porquería a la que le dicen vida, sólo un miedo a morir, vencer ese miedo, para que todo termine rápido y ya esta. Escucho que Jackson golpea la puerta sin querer y yo me cubro la cara con las sabanas para que no me vea llorar. El sale de la habitación sin mirarme, cierra la puerta de golpe; me levanto y me voy a bañar; mientras estoy en el agua intento pensar como se lo cuento, tendré que contarle todo, lo que paso en el metro, cuando me siguieron, cuando vi por primera vez a ese hombre.