Capítulo 18

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Acepto irme con él a Londres. El avión saldrá pasado mañana, ya tengo el boleto, lo ha comprado hace unas horas. Mientras lo veo, sentada frente a la ventana, pienso lo que hare. Le diré a Bruce que siga con su vida, que olvide todo y que emprenda una vida lejos de el sufrimiento que trae mi padre al ser recordado. Jackson estará bien, se que lo estará. Hablare con Judith, se que ella me dirá lo que pasa. Si


después de unos meses Gustavo no hace nada contra él. No lo hará jamás. Lo único que me queda, es confiar en que enserio no lo lastimara. Como sera cuando este en Londres, qué sera de mi vida, como olvidare todo tan sencillo, como olvidare a Jackson si lo es todo?

Cuando regresa Bruce, comienzo a hablar con el de lo que planeamos Elías y yo.

-Elias me ha pedido que me vaya con el a Londres, así que salgo pasado mañana.
-que? Te vas? Amelia... Estas segura? A Londres enserio?
-Bruce, sera mejor así, estoy segura que todo ira bien.

Bruce primero no esta tan seguro, pero luego recuerda que con quien me iré será


Elías y sabe que con el estaré mejor. No puedo creer que tan solo hayan pasado dos


días con mi herm....con Bruce y ahora ya me este despidiendo de él. Tampoco puedo creerme que sea tan cobarde para marcharme; pero no es porque tema por mi vida. ¿Pero qué sería de mi vida sin Jackson? Eso es a lo que le temo, un mundo en


donde no exista el, en donde yo este sin él. Lo estoy separando de mi lado, mas no de mi vida. El no tenerlo cerca, pero saber que está vivo, me mantiene a mi viva.


Pude a verle dicho a Elías que lo quería, pero esto jamás se comparara con el amor que tengo hacia Jackson. Un amor donde me condeno a no ser feliz, por el. O simplemente, amor, donde me condeno a morir por él.

Me quedo toda la noche, pensando en el viaje. Aun tengo el boleto en mis manos, ya, en menos de 24 horas, me ire lejos de Jackson, y lo único que quiero, es abrazarlo, tenerlo conmigo, amarlo y jamas separarme de su lado. Una lágrima recorre mi mejilla, me muerdo mi labio inferior y me levanto para dejar el boleto en la mesita aún lado de mi cama. Me recuesto e intento cerrar los ojos y dormir.

El día se asoma y yo despierto con un nudo en la garganta y con un dolor en el pecho. Siento que algo no está bien. O tal vez, porque mi cerebro no descanso, por no dormir; pero este sentimiento no se compara a las noches anteriores sin dormir, es diferente, es insoportable. Este ambiente me asfixia. Como si hubiese dormido con un dolor de cabeza y ahora el resentimiento comprime mi cuello. Mi corazón esta acelerado. Mis pensamientos se viajan por otros rumbos. Me siento cerrando mis puños aferrando mis dedos a las sabanas, respiro profundo e intento calamarme. Todo esta hueco, me masajeo los parpados y vuelvo a respirar. Mi celular comienza a vibrar. Despabilo y lo saco de debajo de mi almohada. Número desconocido "Gustavo". Es el la razón de mi malestar repentino. Contesto.

-lindura, ¿sabes a quien me encontré caminando por las calles?..."-. No, Jackson.


Mi alma se congela. Mi cuerpo se endurece y mi respiración se funde en un sollozo.


-creo que sabes a quien... Jackson y yo te estamos esperando en central park, hay un lago muy hermoso-. Fin de la llamada.

No, no puede ser, no esta pasado, Jackson, no. Mi vida se termina si el muere. No quiero que termine así. No debe terminar así. No lo merece. Mi corazón se estremece. Mi alma se esfuma lejos de mi cuerpo. Mis piernas son tan débiles que no puedo mantenerme en pie. Jackson es mi mundo. No existiré sin él. Estando en el suelo, intento controlar mi respiración, pero me es imposible, Jackson siempre sale por las mañanas a ejercitarse. No hay duda, es el. Intento moverme, pero mis piernas no me responden. Si tardo mas, morirá. Me obligo a levantarme. Arrastro las rodillas hasta la puerta, me sostengo del picaporte. Corro rápidamente a la sala, Bruce está durmiendo.

La hija de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora