Capítulo 1

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Cielo

Despierto y como todos los días siento el sol por mi ventana, es fiel al sacudirme de mi sueño eterno, me levanto de la cama ya que no puedo dormir así. Además de que vendría mi tío por mi, y no de una manera muy bonita. Y como si lo estuviera invocando, tocan a mi puerta y asoma su cabeza con una sonrisa en la cara.

– Hola cariño, me has ahorrado el trabajo de levantarte venía a avisarte que bajes a desayunar, no quiero que se te haga tarde para el instituto – dice aun sonriente.

– Gracias tío – digo muy a mi pesar – En un rato bajo.

Sale de mi habitación y voy directo al baño, me miró en el espejo y veo que he cambiado un poco, aun tengo rasgos de niña pero mi cuerpo es de una adolescente.

Me llamo Cielo Ward hija de Sebastian y Celeste Ward, mi madre era una mujer de la cual presumir, bella, encantadora, con una amabilidad que sobrepasaba fronteras jamás gritaba o se mostraba molesta, era más doloroso saber que la decepcionaste que hacerla enojar, mi madre no era tan alta como mi padre, de complexión delgada pero tremendamente hermosa, sus ojos de un gris arenoso cautivaba a cualquiera, cabello castaño chocolate y una sonrisa deslumbrante.

Mi padre, él era un hombre respetable que se veía a kilómetros que amaba a su mujer, me hacía feliz ver como admiraba a mi madre a lo lejos, ella siempre lo pillaba haciéndolo y le sonreía aun más, papá era guapo, musculoso pero sin llegar a lo exagerado, tez bronceada cabello oscuro y sus ojos de un azul muy intenso, eran de admirar esos bellos ojos, a excepción de cuando se molestaba ahí tenías que correr por tu vida pero a pesar de eso mi padre nos amaba y siempre nos lo hacía saber.

Mi tío dice que me parezco mucho a mamá pero que tengo los ojos de mi padre, mi cabello es castaño, pestañas largas, y nariz respingada tengo facciones de los dos así que cada vez que me miro al espejo los veo en mi, y es algo triste porque a pesar de que pasaron siete años de su muerte los sigo extrañando demasiado.

En el momento que ocurrió el accidente mi tío movió tierra y mar para que mi custodia fuera de él, su casa se convirtió en mi casa.

Además de que... ¿Ya dije que mi padre tiene un gemelo? Pues mi tío es la viva imagen de él, podrías decir que hay gemelos que casi no se parecen o que nacen con algunas diferencias, pero mi padre y su hermano eran muy unidos sus gustos eran casi iguales su forma de ser en ocasiones era idéntica, es más su forma de vestir era la misma y eso no les molestaba.

Así que sufrí al estar con mi tío, me lo recordaba siempre, de pequeña en cuanto lo veía, salía corriendo a su encuentro y lo estrechaba con fuerza. En momentos se me escapaba decirle "papá" y rápido trataba de disculparme, a lo que él siempre me contestaba "no te preocupes cariño, no me molesta, sabes que no", pasaron los días y traba de no llamarlo así. Al paso de los días no lo volví a hacer y he vivido con él todo este tiempo.

Después de meditar mi vida me doy una ducha y voy directo a mi armario, me pongo unos vaqueros que se ajustan a mi figura y una blusa un poco holgada y mis tenis, de lo más cómoda. Mi pelo lo dejo suelto para que se seque solo, y bajo a la cocina, no quiero ir al instituto pero mi tío me arrastrará hacía allá así que quiero evitar eso.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora