Cielo
Voy de camino al instituto. Con una velocidad impresionante, creo que la viejita que vive por mi casa y que tiene casi mil años llegaría antes que yo, pero es que me obligaron a venir.
Dejando a la doña de lado. A veces me siento tan sola, pero se que no es así tengo a mi tío pero, siento como que me falta algo.
Tus padres tonta.
Mis padres, los extraño mucho. Estuvieron conmigo tan poco tiempo.
Tengo que alejar esos pensamientos de mi cabeza, no me ayudan en nada, además de que ya voy llegando al dichoso instituto.
Es grande. Tiene una gran reja y veo que ya están entrando alumnos, bien es ahora o nunca. Agarro fuerte mi mochila, levantó la barbilla, hecho mi cabello hacia atrás y si, estoy lista.
¡Me muero! Hay muchos chicos y chicas.
Voy caminando a paso firme hacia la entrada sin mirar a nadie, entro y veo que hay por todos lados alumnos en sus casilleros al parecer. Pero como a mi siempre me va mal, choco con alguien.
– ¡Auch! Lo siento – digo a quien casi me provoca un tumor en la cabeza.
– ¡Perdón! Lo siento, no te vi – me dice una chica que es muy bonita. Es rubia y sus ojos son de un color verde muy intenso.
– No, fue mi culpa, no prestaba atención – le digo.
– Bueno chica somos unas despistadas – me dice muy emocionada – Mi nombre es Amber, mucho gusto.
– El mío es Cielo – le sonrió. Y ella pega un grito y se lanza a abrazarme.
– ¡Ah! ¡Te llamas Cielo! Que bonito nombre – me dice.
– Gracias – le digo sonrojada – El tuyo también es bonito.
– Bueno Cielo me alegro que te guste porque ¡seremos amigas! – me dice eufórica, esta chica está loca pero me agrada.
– Bien Amber, yo iba a dirección ¿sabes donde esta? – le pregunto ya que yo estoy más perdida que nada.
– Mmm si, vamos – dice jalándome del brazo.
Llegamos a una puerta doble de madera que dice DIRECCIÓN, tocamos y nos hacen pasar.
Al entrar vemos a un hombre, robusto y con una sonrisa marca colgate luminous white. Así de blanca.
– Buenos días señoritas ¿En que les puedo ayudar? – nos dice el hombre colgate.
– Buenos días. Disculpe venimos por nuestros horarios – dice Amber.
– Por lo que veo son de nuevo ingreso – sonríe. Nosotras asentimos y comienza a buscar en un cajón para después entregarnos unas hojas – Aquí tienen, que tengan buen día.
Y con eso salimos.
– ¿Qué clase te toca? – pregunta Amber.
– Matemáticas – en la devlyn odio Matemáticas – ¿Y a ti? – Le pregunto.
– ¡Ah! – grita. Un día me dejará sorda esta chica – ¡Igual! Anda vamos.
Me jala del brazo ( otra vez ), y vamos hacia la mugre clase de matemáticas. Es que en serio que no me entran y cuando algo no entra pues, no entra. Ustedes me entienden.
En fin llegamos al salón, y ya casi inicia la clase así que tomamos nuestros lugares juntas mientras esperamos a que llegue el profesor.
Pero como si lo hubiéramos invocado entra el maestro después de un rato, y en eso entra alguien más.
¡Un chico!
Y en ese momento... la clase desapareció.
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Completamente Mía
RomanceEsta es la historia de Cielo Ward una chica sencilla llena de carisma y que disfruta de los que más ama, pero muy pronto la vida le enseñará que no todo siempre es bueno y que hay que luchar y atravesar los obstáculos impuestos por el destino. Acomp...