Capítulo 7

15.6K 868 13
                                    

Cielo

Estoy en un campo con muchas flores.

Y en eso escucho su voz

– Azul... Quiero decirte que, no dejo de pensar en ti eres hermosa, encantadora, la mejor persona que he conocido y... ¿Quieres ser mi novia?. – me dice Erik con una mirada tan llena de amor que quiero llorar.

Oh! Erik! ... Claro que quiero ser tu novia, es lo que siempre he querido. – se lo digo mientras intento acercarme más a él.

– Nena – se va acercando poco a poco a mi y se sus intenciones, y ¡Oh! ¡Dios! ¡Yo también quiero!.

Su boca... Su tentadora boca.

Casi puedo sentir sus labios rozando con los míos.

Y está a punto... Solo faltan unos cuat...

– ¡Cielo! – En ese momento me despierto y escucho que alguien toca como un poseso mi puerta.

¡Oh! ¡Por Campanita!, era un maldito sueño.

¿En serio cielo?

– Cielo te estoy hablando desde hace horas para que bajes, se te hará tarde para el instituto – mi amado tío.

– Eh sí, tío ya bajo enseguida – le digo desde mi cama.

¿¡Porque!? ¿¡Porque a mi!? Un sueño, un maldito sueño.

En fin pasando a un segundo plano lo patética que me siento en estos instantes. Me dirijo al baño. Y al pasar veo la hora... y ¡Oh por el amor de cristo!, mi tío tenía razón, es tardísimo.

Me baño a una velocidad impresionante que flash se quedaría pendejo. Voy a mi armario y agarro lo primero que veo. Unos vaqueros, una polo y mis tenis. Mi cabello suelto como siempre y salgo volando hacia la cocina.

– ¡Tío! ¡Tío!, ¡desayuno!, ¡desayuno! – es lo primero que digo al verlo.

– Jovencita – me va a reprochar algo, estoy segura – ¿Porque a estas horas te vas despertando?.

- Tío lo siento no escuche el despertador – que intenso se pone a veces.

– Está bien – pone su cara de resignado. Yo creo que le falta hembra, si es lo más seguro.

– Tío Jad, ¿no has pensado en salir con alguien? Hay veces que uno se siente solo, y eso pone de muy mal humor – le digo al tanteo. Levanta la vista y me mira directamente a los ojos.

Sonríe – Cariño no creo que quieras ir por ahí.

– Pero tío, yo pienso que un poco de compañía... – levanta su mano para cortar lo que diré.

– Ya que insistes cariño – me lo dice con una tranquilidad escalofriante – Cielo, ¿quién te ha dicho que yo me he sentido solo? Es más, he tenido la compañía que yo quiero, me encantan las mujeres, no porque estuviera profundamente enamorado de tu madre significa que no puedo tener relación con otras. Tengo mis necesidades y las satisfago muy bien, solo que es algo que no debes de saber. Pero si insistes... – muestra su sonrisa burlona. ¡Alerta roja! ¡Alerta roja! ¡No vayas por ahí tonta!

¡Abortar la misión! repito, ¡abortar la misión!.

– ¡No!, ya entendí – lo digo muerta de pena – No es asunto mío. Quedó clarísimo.

Se ríe. Claro, al muy suripanto le hago gracia.

– Que bien que lo entiendas cariño – dice sonriéndome – Ya es tiempo de que te vayas.

– Si, ya es tardísimo – digo – Aunque, por dios tío, puedo ir corriendo. En fin, hasta luego.

Salgo de mi casa y creo que si llego, porque la verdad no quiero correr. Al llegar a la entrada están cerrando la reja.

¡Corre!, ¡cielo corre!

Y eso hago no se como pero llego con el guardia y le pido, ¡no! Le suplico que me deje entrar.

Llegando a mi salón que es el de cara de hongo, todos ya están ahí.

¡Genial! No ha llegado el profesor. Veo mi asiento y puedo observar que a lado de este está Amber.

– Hola – la saludo al sentarme.

– ¡Vaya!, ¿por qué tan tarde Cenicienta? – dice con una sonrisa.

– Pues no escuche el despertador – lo digo así de sencillo evitando el comentario de que soñé con Erik.

[...]

Salimos al descanso y vamos hacia la cafetería. En el camino nos encontramos a Carson.

Nos sentamos en nuestra mesa y como si fueran imanes, se sientan Erik y Thor.

Y como si fuésemos amigos de toda la vida, Thor a lado de Amber y Erik del lado de Carson

– ¿Cómo están chicas? – saluda un alegre Erik.

– Muy bien – contestamos al unísono.

Pero da la casualidad que Thor no mira a nadie solo a Amber.

– ¡Ejem! – interfiere Erik – Amigo no seas maleducado.

En eso Thor deja de mirar embobado a Amber y nos saluda.

– ¡Oh! Lo siento, ¿cómo están chicas? – dice sin una pizca de arrepentimiento por ignorarnos.

– Pues no tan bien como Amber claro – dice Carson burlona. Y todos reímos, a lo que Amber nos lanza una mirada mortal.

– Chicas, quería... bueno queríamos Thor y yo invitarlas a salir, ¿qué les parece? – dice Erik.

Todas nos miramos y no sonaba nada mal. Creo que Erik lo hace por su amigo, así que tal vez nosotras deberíamos hacerlo por Amber.

– Pues, yo... acepto – digo y vuelvo a ver a Carson.

– Mmm creo que yo también – dice nerviosa.

– Y qué tal tu bella Amber, ¿aceptas? – Thor le habla solo a ella de una manera tan íntima que siento que sobramos.

– Pues claro... ¿Por qué no? – está tan roja que no puedo creer que no le explote la cara en estos momentos.

– Bueno ya que Amber acepto, es un hecho la salida. ¿Qué les parece hoy? – dice muy animosamente Erik.

– Perfecto – dice Thor sin apartar la mirada de Amber.

En la Devlyn. Y así damas y caballeros, tengo mi primera cita grupal y no se como termine.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora