Capítulo 11

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Cielo

Abro mis ojos, poco a poco para que se adapten a la luz.

Siento mi cuerpo con un estado de pesadez. Salgo de la cama para encaminarme al baño y al verme en el espejo ahogo un grito.

Mis ojos, hinchados y rojos, pero no tienen brillo.

Y es como un balde de agua fría. Recuerdos, todos los recuerdos de ayer vienen a mi cabeza de golpe.

Mi padre.

Mi madre.

¡Mi tío!

Me lavo el cuerpo tratando de llevar la noche anterior junto con el agua. Me cepillo los dientes, salgo y me pongo unos vaqueros y una camisa delgada de manga larga, y mis balerinas.

Salgo para ir directamente a la cocina.

Y ahí está.

Mi tío está de espaldas haciendo el desayuno, tengo un nudo en la garganta y no se que hacer.

Su voz me sobresalta – Cariño, ¿cómo estás?

Viene hacia mí y me abraza.

Me trago lo que tengo en la garganta y hablo lo más firme que puedo.

– Tío – se pone rígido y me suelta poco a poco – Estoy bien gracias, quería... quería pedir disculpas por lo de ayer, solo fue un sueño lo siento mucho...

Alza la mano deteniéndome.

– Basta – dice apretando los dientes – Cielo ayer te pusiste muy mal, no tienes que pedirme disculpas. Pero cariño sabes que estoy para ti, puedo escucharte y comprenderte no te cierres por favor.

En este momento que me siento muy frágil le cuento un poco lo ocurrido sin dar muchos detalles – Soñé con mis padres, me decían que me cuidara y que me amaban y los vi alejarse y yo no quería, no quería perderlos de nuevo. Eso fue lo que pasó.

– Cariño, sé que aún te duele su partida, pero quiero verte feliz. No me gustó la Cielo de anoche, frágil, rota, mi niña deja de atormentarte – acaricia mi cabello mientras me da un abrazo – Yo estoy contigo, y siempre te querré con todo mi corazón.

Sus palabras me reconfortan así que lo abrazo de vuelta y trato de darle mi mejor sonrisa, con eso ya me siento un poco más optimista este día.

[...]

Llegando al instituto veo a Amber correr hacía mi con una velocidad increíble.

– ¡Mi perra amiga! – se lanza a abrazarme – Te he extrañado.

– Yo igual loca – le digo devolviéndole el abrazo – ¡Pero quítate! ¡Pareces perra en celo!.

Me suelta y hace un puchero.

Pasaron las horas y llegó el descanso.

Salí del salón directo a la cafetería, entrando puedo ver que ya todos están ahí, pero siento una tensión crecer en el ambiente.

Me siento en medio de Carson y Erik, como es de costumbre, pero desde hace tiempo he sentido rígido y distante a Erik o al menos conmigo.

– Al fin llegas caracol – dice Amber un poco más pegada a Thor.

– ¿Qué pasa, me perdí algo? – digo para todos.

– No, pero están a punto de saber una gran noticia – sonríe Amber al decirlo.

En ese momento habla Thor.

– Le he pedido a esta hermosa chica ser mi novia, y ha dicho que sí – dice Thor orgulloso.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora