Capítulo 20

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Cielo

Nadie habla, nadie dice nada.

La sala está en completo silencio después del grandioso comentario de Nicolas.

O eso pensé hasta que Amber brincó de su lugar.

– ¡Oh que bien!, mucho gusto mi nombre es Amber – dice esto tendiendo su mano.

La cual el gran idiota toma con gusto.

– Un placer yo soy Nicolas – dice tomando su mano y sonriéndole.

Cuando veo que todos están a punto de levantarse e ir también a saludarlo los detengo en seco.

– ¡Esperen!, este tipo no es nada mío – lo digo alto y claro para que él se de cuenta que no me agradó su broma.

Lo veo fruncir el ceño para después mirarme con odio.

Está molesto.

Todos me miran sin entender para luego dirigir su mirada hacia él.

– No somos nada Nicolás entiéndelo de una vez – digo duramente.

Pero me sorprende ver que cambia su mirada dura por una divertida.

Se está acercando a mi. Me toma de la cintura y coloca su mano en mi cuello, y su cara a centímetros de la mía.

– Cariño, deja de decir ese tipo de cosas a nuestros invitados – se ve tranquilo pero se que no lo está.

Maldito estoy a punto de responderle. Pero para mi sorpresa y la de mis amigos...

Me besa.

Dios que bien besa me pierdo en él y en sus labios, tanto que no se en que momento mis manos están en su cabellera.

Muerde mi labio inferior, y hace que suelte un pequeño gemido. Deja de besarme para poner su frente con la mía siento que he corrido un maratón, tengo la respiración a mil.

Este hombre me afecta mas de lo que creí.

Trato de alejarme pero él es más rápido y me toma aún más fuerte de la cintura.

– Nicolas – digo en un susurro – Ya suéltame por favor.

– No, hasta que aceptes delante de tus amigos que soy tu novio – lo dice igual de bajo que yo – Es más di que eres mi prometida.

¿¡Qué!?

– ¿¡Estás loco!? – digo medio gritando medio susurrando.

– Si, por ti – me deja con la palabra en la boca y en eso se da la vuelta para enfrentar a las personas que están con cara de póquer.

– Quiero pedir disculpas en nombre de Cielo, simplemente quiso mantenerlo en secreto, ¿verdad cariño?

– Nicolas sabes...

– Si, claro que si – el muy maldito me interrumpió – En fin fue un gusto pero tenemos que retirarnos así que despídete bebé.

– Pero...

– Hasta luego – con eso me jala y me lleva directo a las escaleras.

– ¡Cielo! ¡No te preocupes, después quedamos! ¡Un gusto Nicolas! – un grito de parte de Amber es lo único que logro escuchar y la puerta cerrarse.

Me arrastra hasta mi habitación que es la de invitados una vez abierta me lanza hacia la cama con nada de delicadeza y cierra la puerta detrás de él.

– ¡Maldito cavernícola! – digo por el golpe que me di.

– Te enseñaré lo cavernícola que puedo ser.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora