Capítulo 12

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Cielo

No se que pensar.

Estoy en la espera de Carson para que me diga que él no quiere que pase a despedirme.

No se que le hice, me lo llevo preguntando mucho tiempo. Si al menos lo supiera me disculparía en un instante.

En ese momento sale Carson. Su mirada es... está... muerta.

Tiene sus ojos hinchados y con sus mejillas mojadas de tanto llorar.

Se acerca a mi – Tienes que ir Cielo.

– ¿Quiere verme? – pregunto con un gran nudo en la garganta.

– Tienes que ir – vuelve a repetir sin mirarme.

Amber y Thor nos observan y me alientan con la mirada a ir.

Camino sintiendo todo mi cuerpo en tensión, no se que hacer.

Llego a su puerta, toco y nadie contesta. Es cuando decido entrar, y lo que veo es aún peor, ese no es Erik. Tiene grandes ojeras, está pálido sin ese brillo particular en los ojos. Está muriendo.

– ¿Qué haces aquí? – lo dice tranquilo pero puedo notar el odio en su voz.

– Quise verte Erik – me trago las lagrimas – No se que te hice pero quiero pedir perdón.

– ¿¡Qué me hiciste!? – se altera un poco.- ¿ Acaso eres estúpida?

¿Quién es el?

– No entiendo de qué me hablas – trato de ocultar mis ganas de derrumbarme.

– No lo sabes... – pareciera que quiere gritar pero se ve tan débil.

– Erik tranquilizante por favor yo solo quiero saber que hice mal, te quiero mucho y eres mi amigo... – me detiene abruptamente.

– ¡Eso! ¡Maldita sea! ¡Eso hiciste! – dice – Quererme, sabes cielo, en verdad en un principio me caíste muy bien. Después conocí a Carson, y creó que me enamoré en el momento en que la vi pero pensé que era un gusto pasajero.
Nos hicimos amigos todos y sentí más simpatía por ella.

No sé qué rumbo toma esto, pero siento que no me gustará.

– Trate de hablarle más con el tiempo fuera del instituto, llegó un día en que la quise invitar a salir, ¿y adivina que me dijo? – me dice a la espera que diga algo.

Pero no se que decir.

– ¡Exacto!, me dijo que no, me dijo que no podía, porque tu estabas enamorada de mi – abro los ojos como platos, él sabía lo que yo siento por él – Al principio me molesté con ella por poner esa excusa, yo sabía que me quería igual que yo a ella. Después de eso trataba de convencerla que tú entenderías, pero ella se aferraba a eso siempre y llegó un momento en el que empecé a odiarte a ti.

¿Por qué me pasa esto a mi?

El me odia, yo sin saber lo que ellos sentían... tiene razón, yo hubiera entendido, jamás haría algo para dañarlos.

Lo veo y no creo lo que mis ojos miran, un Erik postrado en una cama conectado a muchos tubos y sin quitar su mirada de odio hacía mi.

– Yo no sabía, si yo... – me corta.

– Por supuesto que no – dice sin contener toda su furia – Te la pasabas observándome, pensé que eran cosas insignificantes pero en verdad que se vio tedioso ver como suspirabas y no dejabas de verme con esos ojos de perrito abandonado.

Llorar, quiero llorar y a estas alturas no las detengo.

– Acepto que si te quiero y que te veía de esa manera pero nunca fue mi intención...

– ¡Cállate! – me grita o al menos eso intenta ya que le cuesta respirar – Cállate, por eso ella nunca me amo, quería que la que suspirara por mi fuera ella, después llegó lo mejor, me sentí mal un día y tuve que venir al hospital, en ese instante me detectaron un tumor en el maldito cerebro. Yo sabía que iba a morir pero les dieron la idea falsa a mis padres que con medicamento y tratamiento viviría unos cuantos años más, pero era una gran mentira sentía que mi cuerpo poco a poco se hacía más débil.

Me duele, me duele saber esto dios mío, yo no quería que pasara esto. No quería.

– Me voy a morir sin haber estado con ella, la amo – llora.

– Erik jamás fue mi intención te lo juro, yo no sabía, y si lo hubiera sabido no haría nada por detener algo que ustedes querían que pasara.

No se si me cree pero me ve y veo repulsión.

– ¡Cállate por dios! ¡Me arruinaste!, me alejaste de ella. Yo no te quiero ¡No te amo!, no siento nada por ti.

Dolor.

Siento mucho dolor.

Mi corazón, lo siento romperse.

"Llegará un momento en que pienses que tu corazón se romperá en mil pedazos. Pero debes aguantar mi niña"

Mi padre.

A eso se refería. No puedo, duele muchísimo. Siento mi corazón desgarrado.

Lloro sin ocultarlo – Erik, lo siento en verdad.

– ¡No te quiero ver más! – roto, mi corazón está roto.- ¡Nunca debí hablarte!, ¡Nunca debí acercarme a ti!.. – en eso escucho un pitido, y Erik parece que tiene dificultades para respirar.

¡Oh dios mío!

– ¡Erik! – llego hasta él – Por favor respira, tranquilízate. ¡Ayuda! ¡Ayuda por favor! – grito hacia la puerta para que alguien venga.

En ese momento todo mundo entra. Thor, Amber, los padres de Erik y Carson.

Esta última corre a su lado.

– ¡Erik! ¡No! ¡Por favor! ¡Respira, te lo ruego! – llora en su pecho y me siento la peor persona del mundo.

Eric la mira y trata de tocarla con su mano. Carson la toma y la coloca en su rostro.

–Erik te lo suplico... – le dice.

– Estas preciosa... Te amo muchísimo... – dice Erik en un susurro, se ve el esfuerzo que hace.

– Te amo pero no me dejes por favor ¡Te lo ruego!

Erik sonríe al parecer satisfecho – Perdóname.

Y fueron sus últimas palabras.

Sus ojos quedan congelados en la mirada acuosa de Carson que se ve esperando a que sea una broma y que el pitido deje de sonar y vuelva a escuchar los latidos de su corazón, pero eso no va a pasar.

No se escucha nada más que los sollozos de todos en este cuarto.

Carson se aferra a su cuerpo.

Amber llora junto a Thor que la consuela.

Y los padres de Erik se ven destrozados.

Y yo...

Jamás imaginé que mi corazón pudiera romperse más.

Completamente MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora