"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́]

1.03

Leondre me agrado al instante, era un buen chico, al separarme de el miré a Charlie, el estaba con los ojos cristalizados.

Me paré y fui a donde el se encontraba sentado, me incline y lo mire por unos segundos.

—Charlie...—murmuré.

—Me traes un poco de agua, por favor.—dijo apenas audible, ya que tenía la boca tapada.

Asentí y me dirigí a la cocina, saque un vaso de la alacena y el jarrón con agua de la nevera, llene el vaso de agua y volví con Charlie.

—¿Con esto estarás mejor?.— le pregunté mientras le estiraba el vaso con agua.

—Sí..—Respondió y le dio un sorbo al agua.— Ahora vamos a casa de Leo—mencionó dejando el vaso en la mesita de centro.

—No.. no creó.—dije mirando a Leo.

—Anda, ¿porqué no?.— preguntó.

—No tengo ánimos de ir—dije agarrando el vaso de la mesita para llevarlo a la cocina.

—Si estas acá encerrada, no te ayudará en nada.—decía yendo detrás mío.

—Lo sé, pero no sé si tu amigo esté de acuerdo con que yo vaya a su casa.—susurré para que Leondre no escuchará.

Charlie me miró por unos segundos y me tomó del brazo y me llevo a rastas hasta la sala.

—¿Qué te ocurre?— reí ante su acción

—Leo, ¿te importa si ____ nos acompaña tu casa?.— preguntó desesperado, yo solo mire a Leondre con vergüenza.
El negó.

—Bueno ahora ¿irás con nosotros?—preguntó.

—No—respondí.

—Oh si, tu vendrás con nosotros señorita.—dijo Charlie indignado.

—No entiendo porque me preguntas si me obligarás.—rodé los ojos.— Iré solo ve a avisarle a tu mamá—dije casi sacándolo.

Charlie se acercó a Leondre, le susurró algo al oído y luego se fue, en cuánto Charlie desapareció de la sala, yo me dirigí a mi cuarto.

—No, espera.—sentí un tirón en la mano

—Ahora que —dije algo molesta ante la acción de Leondre.

—No puedo dejar que te vayas.—respondió

—¿Ah sí?, ¿porqué?.— pregunté

—Porque Charlie me lo pidió.— respondió aún agarrándome la mano.

—Ya.. estoy... aquí.—dijo Charlie detenidamente viendo nuestras manos —¿Qué hacían?.—preguntó mirándonos pícaramente.

—Nada, solo hice lo que me pediste.— respondió nervioso Leondre soltando de inmediato mi mano.

—Bueno.. ya, ¡movamos el culo a la casa de Leo!—gritó eufórico Charlie.

Salimos de la casa de Charlie y cruzamos la calle, Leondre vivía enfrente de la casa de mi primo.

Al llegar a la puerta Leondre tocó el timbre.

—Así que aquí vives.— dije mirando su casa, estaba hermosa.

—Sí.—me respondió justo cuando la puerta se abrió.

—¡Al fin llegas enano!— Exclamó un chico de unos 20 años, vaya que era demasiado lindo.

Leondre nos dio paso para entrar a su casa.

—¿Esta mamá en casa?—le preguntó Leo a aquel chico.

—No ella se fue con Tilly.—dijo haciendo una mueca.

—Oigan nosotros estamos acá.— garraspeo Charlie interrumpiéndolos.

—¿Quién es ella?—preguntó aquel chico.

»¡Genial Charlie! Tenías que hablar« pensé.

—Se llama____, es mi prima—dicho esto me abrazó

—Hola.—sonreí tímidamente.

—Hola soy Joey.—se presentó.

—Un gusto.—dije con la misma expresión en mi rostro.

—Lo mismo digo—sonrió.

—Aún estamos aquí.—garraspeo está vez Leondre.

—Si,_____ no te traje aquí para que coquetearás con Joey.—se burló Charlie.

—Callate Charlie, en primera yo no quise venir.— le sonreí sarcásticamente.

—Bueno pero ya estas aquí.. vamos a mi habitación. —interrumpio Leo y nos hizo una señal para que lo siguiéramos.

Fuimos a su habitación.

—¿Y qué vamos a hacer aquí?.— pregunté fastidiada.

—Jugar videojuegos.—respondió Charlie prendiendo la consola.

—¿Y ustedes hacen esto.. todos los días?.—pregunté aburrida.

No me mal entiendan amaba los videojuegos pero, últimamente no tenía ganas de nada.

—Sí, bueno de vez en cuando vamos a las rampas a practicar skate.—respondio Leondre sentándose en su cama.

—oh, ¿te gusta el skate?—pregunté sorprendida.

—Sí, ¿porqué?—Frunció el ceño.

—Porque a mí también, digo no lo práctico pero me gusta —me dirigí a la cama y me senté a lado de Charlie.

—Le gusta mirar a los chicos semidesnudos en patineta.— interrumpió Charlie.

—Cierra la boca.—dije fulminandole con la mirada.

—Lo mismo digo, dejen de hablar, y Leondre preparate para perder.—dijo Charlie, amenazantemente y tronandose los dedos.
Yo solo reí al igual que Leondre.

(...)

Pasaron minutos, pero en realidad parecían horas, estaba aburrida aunque mientras que ellos jugaban yo checaba mis redes sociales.
Me sorprendió ver en mi bandeja de notificaciones un mensaje de un numero desconocido.

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Numero desconocido:

"Hola, soy Manuel ¿me recuerdas?,
Bella me ha dado tu número espero que no te moleste."

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