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Luego de aquel beso, Leondre me miro con una sonrisa en su rostro.

–Prometeme que esa sonrisa siempre estará en tu rostro sin importar lo que pase.– le dije acariciando su rostro.

–Estas bien?.– fruncio el ceño.

–Prometemelo, por favor. –lo mire a los ojos fijamente.

–Te lo prometo. –sonrio y me beso la mano con la cual acariaba su rostro.

Asentí, –¿Podrias dejarme sola unos minutos con Alexa?, Necesito aclarar las cosas con ella.– miré a su habitación.

–Bueno, iré a desayunar algo. –me dio un beso en la frente y se marcho.

Entre a la habitación de Alexa una vez que Leondre se marcho.

–Hola.– le saludé.

Ella bajo su revista y me miro.
–Hola, y Leondre?. –preguntó.

–Fue a desayunar. – le respondí.

–Oh bueno. –susurro y volvió a su revista.– Sabes no necesitó que me cuides, no quiero quitarte tu tiempo. –dijo aún con la vista en aquella revista.

–No seas tonta.– le baje la revista para poder verla.

–Que?– dijo.

–He venido a hablar contigo, por si aquella vez no me escuchaste. – comente.

–No entiendo, de que quieres hablar conmigo?. –pregunto.

–De Leondre.– Murmuré.

–Alto, me pedirás que me aparte de él?.– dijo casi en risas.

–En realidad no, es lo contrario. –sonrei

–Ya no te estoy entendiendo. –dijo.

–Me iré a Nueva York, volveré a casa..– murmuré.

–Oh, sigo sin entender. –se acomodó en la camilla atenta a mí.

–No le he dicho nada a Leondre, no pienso hacerlo, no quiero verlo sufrir, y sé que sería más difícil, solo quiero pedirte que cuides de él, haz lo que sea para que no sufra por mí. –dije casi rompiendo en llanto, tenia los ojos ardiendome y aguados.
–¿Podrias?.– cerré los ojos para no llorar, para evitar que las lágrimas bajaran por mis mejillas.

–No.. no puedo creer lo que me estás diciendo, esto lo que me paso, ¿por eso te vas?, ¿piensas que es tu culpa?.– Alexa me miraba con rabia y pena.

–No, encontré a mi padre, quiero empezar de cero. –le respondí.

–Leo es mi mejor amigo, siempre estaré ahí para él. –comento.

Ante su comentario, sonreí.

–Pero creo que deberías decirle. –añadio.

–Me impedirá irme. –murmure cabizbaja.

Ella alzo los hombros.

(...)

Pasamos un rato leyendo revistas, Alexa no era mala, solo estaba enamorada de Leondre, y cuando estas enamorada los límites no importan.

Un golpe se escuchó detrás de la puerta, me paré y me dirigí a abrirla.

Leondre se encontraba con una sonrisa detrás de ésta.

Le deje pasar y cerré de nuevo la puerta.

–Les traje chocolates.– dijo estirandome uno a mí y a Alexa.

–Gracias.– respondí.

–¿Ya todo esta bien entre ustedes?. –pregunto.

Alexa y yo nos miramos, y ella respondió con un sí.






"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora