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El timbre de receso sonó, el día se me estaba haciendo demasiado largo.

¡Por fín!, guarde mi cuaderno, tomé mi mochila y esperé hasta que todos salieran.

—Hola—me saludó una de las amigas de Leondre, él venía hacía nosotras con otra chica.

—Hola—contesté
—Sabes yo me tengo que ir, tengo hambre—toque mi estómago, era una excusa para no cruzar palabras con Leondre.

—¡Oh bueno! ¿qué tal si almorzamos juntos?—preguntó la chica que llegaba con Leondre.

—Yo no puedo, tengo pendientes que hacer.— dijo con la mochila en el hombro y antes de que alguien dijera algo él ya había dejado el aula.

—¿Siempre es así?—les pregunté

—Supongo que siempre olvida la tarea de casa— respondió la primera chica sin tomarle importancia
—vamos a la cafetería antes de que gasten todo— dijo sonriente.

Asentí y no dirigimos a la cafetería.

—Por cierto, me llamo Marina, y ella es Alexa.— dijo antes de qué tomara asiento.

—Un gusto, soy ___—dije sonriente.

—¡____!— gritaron

Volteé y era Charlie.

—¡Charls!— me dirigí a él para abrazarlo

—¿No has visto a Leo?— preguntó con cara de preocupado.

—No, bueno sí, esta en mi salón, ibamos a venir juntos a almorzar, pero creo que tenía cosas que hacer— respondí confusa

—Bueno.. iré a buscarlo— dijo con una expresión intranquila.

Enseguida corrí y lo tomé del brazo.

—¿A dónde vas? me dijiste que te quedarías conmigo en la hora del almuerzo— dije desanimada.

—No hace falta, has hecho amigas
— dijo antes de marcharse.

—Agh, tonto.— susurré

Me giré hacia las chicas quiénes miraban aquella escena, les sonreí y me dirigí a la mesa de nuevo.

—¿Todo bien?— preguntó Marina.

—Eh, si sólo, ¿podrían decirme dónde queda el baño?— pregunté algo incómoda.

—A la vuelta, ¿te acompaño?— se ofreció.

—No hace falta, gracias— le sonreí y me dirigí al baño.

Entre me arreglé el cabello y justo el timbre sonó, lo que significaba que había que regresar al aula.

Salí del baño, me dirigía al aula pero escuche golpes en los casilleros que daban cerca de ahí, me acerqué sigilosamente.

—Parece que todavía no entiendes quien manda aquí— dijo un chico mientras golpeaba a alguien.

Era otro chico pero, no se le veía el rostro, pasaron 5 minutos y aquellos chicos se estaban yendo, me traté de esconder detrás de un bote de basura grande pero tropecé y los chicos que golpeaban a aquel chico, el cuál había aprovechado la situación para irse, lentamente se acercaron a mí.

—Pero, ¿qué hace esta pendeja aquí?— susurró uno.

—Tranquilo—susurró el chico que estaba alado de él.
—¿Estás bien?— preguntó mientras se acercaba a mí.

—No te acerques o te parto la boca.
— Me intenté levantar, pero mis piernas no respondieron, estaba asustada.

—sólo te quiero ayudar—dijo calmado, y con las manos hacia arriba, mientras se acercaba poco a poco a mi.

"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora