—¿Estas segura?.— me pregunto mi padre.
—No completamente, pero siento que es lo mejor para ambos.—le conteste.
—Entonces dentro de tres días, volveremos a casa, aún tienes tiempo para arrepentirte. —mencionó.
Sin decir ni una sola palabra baje del coche de mi padre que se hallaba estacionado en casa de Charlie.
Entre a casa, todos se levantaron del sofá donde estaban, Charlie me abrazó fuertemente.
—Lamento lo de tu amiga.— murmuró.
—Leo te dijo?.—me separé de él.
Charlie asíntio.
—Bueno, con permiso, iré a mi habitación, los quiero.—dije, para subir de inmediato a mi habitación.
Me tire en mi cama, miré al techo.
Tan solo pensaba en lo que estaba a punto de hacer, no era lo que quería, pero de alguna u otra manera me sentía culpable por el intento de suicidio de Alexa, Leondre en verdad la quiere, ellos se quieren, tal vez sean más feliz si están juntos, como pareja.
(...)
Me levanto mi ruidoso despertador, me arregle como pude, no tenia muchas ganas de ir al instituto, pero tenia que ir, no tanto por las clases, si no que, eran los últimos días que vería a Leondre.
Baje a desayunar, estaba decidida, hoy hablaría con mi tía, ya que ella está a cargo de mi, hoy les daría la noticia de que volvería a mi antigua casa, en donde realmente debería estar.
Me despedí de mi tía, y Charlie y yo nos dirigimos a casa de Leo, tocamos el timbre, y enseguida salió Leo.
Tenía un aspecto triste, desanimado, su cabello estaba despeinado.—Llegaremos tarde, podrían caminar?.—Dijo ya unos pasos delante de nosotros.
Charlie y yo cruzamos miradas, sabíamos que Leo estaba mal, pero tan solo decidimos asentir sin decirle ni una palabra y caminar detrás de él.
(...)
Al llegar al instituto Charlie se despidió de mi y se marchó.
Intenté llevarle el paso a Leondre, pero el en realidad caminaba demasiado rápido.
Entró al aula y se sentó en la mesa donde solíamos sentarnos siempre.—Leo, ¿que no podías esperarme?.—Dije entrando al aula, en ésta aún no había nadie.
No me contesto, tenia la mirada perdida.
—Leondre..—Susurré sentándome enfrente de el, su expresión me daba algo de miedo, y a la vez me preocupaba.
Le tome la mano, la apreté, el me dirigió una mirada con dolor, vi como se deslizó rápidamente una lágrimas por su mejilla derecha, cerró sus ojos fuertemente y agacho su cabeza hasta nuestras manos, sentía como las lágrimas bajaban hasta nuestras manos.
Le alcé la mirada, el me miró, le dedique una leve sonrisa, me acerqué a sus labios y lo besé.
El me seguía el beso lentamente, cómo si no tuviera ganas de besarme, como si no quisiera hacerlo más.
Terminé el beso, quedando nuestras frentes pegadas, me separé poco a poco de el, mirándole a los ojos.—Lo siento, fue un mal momento.— dije soltándole la mano
—No.. Perdón, solo quiero estar solo. —murmuró.
—Entiendo.— le respondí, tomé mi mochila.
Antes de salir me gire.
—Leondre, aún me amas?— le pregunté.
El me miró desde su asiento.
—Si..—respondió frío.
Le sonreí y me salí del aula cerrando la puerta, apoye mi cabeza en ésta, para no llorar me dirigí a la cancha de basquet del instituto, por suerte, no había nadie, necesitaba despejar mi mente, porque estaba haciendo trizas mi corazón.
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"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́]
Teen Fiction❤•El corazón no muere cuando deja de latir, muere cuando los latidos ya no tienen sentido•❤