"Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴘᴏʀ ᴀᴍᴏʀ" ¦¦ [Lᴇᴏɴᴅʀᴇ Dᴇᴠʀɪᴇs ʏ ᴛᴜ́]

50

Luego de aquella mañana tan ajetreada, decidí ir a casa de Leondre, pero antes tenia que contarle a mi tía que me mudaría de nuevo.
Reuní a todos, sería un almuerzo familiar y ahí les daría la noticia.

(...)

3:30p.m
Ya todos nos encontrábamos en el comedor, disfrutando del almuerzo que mi tía y yo preparamos.

—¿y qué era eso tan importante que querías contarnos?.—pregunto mi tío.

Yo le sonreí.

—¿Leondre y tú se casaran?.—pregunto Charlie con la boca llena.

Mi sonrisa se desvaneció poco a poco, poniéndome algo incómoda.

—Charlie, no se habla con la boca llena.—le respondió Brooke de una forma divertida.

—No es eso Charls.— lo mire algo seria.

—y entonces?.— pregunto mi tía.

—He hablado con mi padre, quiero regresar con él a mi antigua casa.— le respondí sin rodeos.

Todos se miraron entre sí en la mesa, un silencio incómodo se hizo presente.
Mi tía me sonrió.

—Si tu estas convencida de que eso quieres, te apoyamos cariño.—respondió mi tía tan amable como siempre.

—Gra..

—Yo no estoy de acuerdo.. No quiero que te vayas.— mencionó Charlie, mientras se limpiaba la boca.

—Es lo mejor.—le respondí.

Estaba a punto de contestarme, pero su queridisima novia, me salvo, ya que le llamo por teléfono.
(Reconocía el tono de llamada que le puso a Chloe)

(...)

Al terminar de comer, subí a mi habitación cogí las maletas que se encontraban en mi armario, y comencé a empacar.

Luego de 15 minutos Charlie entro gritando a mi habitación, realmente me pego un susto.
Por lo cual terminamos riéndonos como focas retrasadas.

—Juro que casi me da un paro cardíaco, idiota. — me senté en la cama, dramatizando.

—Fue épico. — seguía riendo.

—Bueno, ya me asustaste ya te puedes ir, tengo cosas que hacer.— dije volviendo a mi maleta

—Antes de que te vayas, tengo un plan. —Me sonrió.

—¿Qué plan?.—respondí atenta a su respuesta.

—Distrae a Leo por unos minutos mientras que voy a buscar a Chloe, y luego te explico lo demás si?— sonrió exageradamente.

Yo reí por su rostro, y asentí.

—Entonces cambiate ya!—me dio un beso en la frente y salio de mi habitación.

Busque mi polera gris, me puse unos leggins negros y mis tenis.

Salí de mi habitación, Charlie y yo bajamos, le avisamos a mi tía que saldríamos.

(...)

Ya estábamos en casa de Leondre, el estaba muy serio, Charlie intentaba hacerlo reír, y lo lograba unas pocas veces.

Ellos se encontraban hablando en la barra desayunadora mientras que yo me encontraba en el sillón que estaba en la sala que quedaba frente a ellos.

El celular de Charlie comenzó a sonar, el atendió y Leo dirigió su mirada a mi, él estaba sonriendo, era increíble lo que me hacía sentir con solo sonreírme

—Iré por Chloe — comentó Charlie.

—Oh bueno, cuidate. — respondió Leo.

—regresaré en unos minutos, cuidamela. — añadió Charlie mirándome. — disfrútala antes de que se vaya. — volvió su mirada a Leondre.

Yo garraspeé, ya que no le había comentado nada a Leondre.

—Charlie no ya te ibas. —sonreí sarcásticamente.

El asintió y se marchó.

Leondre lo acompaño a la puerta, luego de unos minutos el se asomó a la sala.

—¿Que te gustaría hacer?.—le pregunté mientras se acercaba a mi.

El me tomó de la mano y en un movimiento rápido me levanto del sofá, haciendo que quedará cerca de él.

—¿Estas bien?.— pregunte sumamente confundida y nerviosa.

—Lamento lo que pasó en la mañana, me han dicho que te vieron llorando en la cancha del instituto. — decía delicadamente, con culpabilidad.

—¿Aún me quieres?.— pregunte mirando fijamente sus labios.

—¿Porque me haces de nuevo esa pregunta?.—dijo.

Lo miré fijamente sin decir ni una sola palabra, pero mi mirada exigía una respuesta.

—Sí.—respondió.

Sentía que lo decía por compromiso o forzosamente, le dedique una sonrisa y lo abracé.

(...)

Esperábamos a Charlie, prácticamente esperaba ya que Leo se había quedado dormido, saqué mi celular y le tomé varias fotos durmiendo, se veía muy tierno.

Me separé de Leo lentamente, por suerte, siguió durmiendo, me dirigí a su habitación.

Al abrir la puerta de su habitación, encendí la luz y me quedé sin palabras, sentí como mi corazón se rompía, de la pared colgaban algunas fotografías nuestras.

Salí de la habitación hecha pedazos, y por supuesto más confundida que nunca.