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35. El silencio Atrapado

Seguía reviviendolo, mi mente no se detenía. Cada golpe, cada terrible golpe... la forma en la que la sangre de Draco había salpicado todo. Nott no paro hasta que fue demasiado. Era como una máquina, Golpe tras golpe con una brutalidad sólo comparable con la de un Mortífagos.

Golpe.

Golpe.

CRACK!

Y Draco sólo se defendió de una vez, causando que Nott vacilara por un segundo antes de que empezara de nuevo, golpeando con puños acorazados los costados del cuerpo de Draco.

No perdió el conocimiento.

Mantuvo sus brazos apoyadas en la mesa, absorbiendo cada golpe con una mueca adolorida. Y cuando oí el chasquido de sus costillas y lo vi llorar de dolor; reaccione y todas las emociones me llegaron como un tren a toda velocidad.

Al instante, me transforme, y me lance contra Theo. Rasgue y arranqué todo lo que podía tocar, lo que podía agarrar. Podía sentir su piel rasgarse como papel de seda bajo mis garras.

Quería matarlo. En ese momento, me sentí como una asesina.

Pareció una eternidad antes de que McGonagall y Dumbledore llegaran y me inmovilizaran. Terminando con la escena tan horripilante que le estábamos dando los otros estudiantes.

Recuerdo haber visto a Draco muy quieto...

... Y entonces se encorvo, tosió fuente, escupió sangre y se derrumbó.

Recuerdo haber pensado que estaba muerto.

Todavía lo creo.

Con un gruñido de frustración, me levanté de la cama pequeña y dura, iba y venía por la habitación cerrada. Era tan difícil respirar aquí. El régimen de aislamiento era algo más que solitario. Era aterrador...

Sin saber nada de lo que estaba pasando afuera.

Ya había intentado salir, pero seamos sinceros, sin mi varita, era prácticamente inútil.

Añadiéndole a eso, mi cuerpo estaba exhausto por el Cambio. Ni siquiera podía reunir la fuerza para conseguir una buena patada en la puerta. Estaba atrapada.

Esa fue la palabra que se mantuvo en espiral alrededor de mi cerebro.

Girando en un círculo lento, examiné los pocos objetos en mi celda, así la llamo, porque eso era.
Había un pequeño escritorio, de un color opaco. con una botella de tinta y una vieja pluma. Supuse que había pergamino en el cajón.

Mi cama era una mierda. Los topes en el colchón eran antiguos. Incluso el más mínimo aliento lo hacia crujir, y era casi tan cómodo como una losa de piedra.

Aparte de eso, sólo había un pequeño cuarto de baño, el cual me provocaba claustrofobia.

En la pared junto a la cama había una cita escrita y un enmarcado de los dichos más extraños que había escuchado en mi vida.

Lo que aparece sin nombre a los ayudantes es magnífico.

Lo que parece matices a un menudo joven desquicia.

Ir suplicante a vuestra tumba eterna.

Nunca omita vuestra voluntad.

Era simplemente extraño, y brevemente, me pregunté si era una especie de frase reformativa que tenía que memorizar, similar a la clásica.

No voy a empezar peleas.
No voy a empezar peleas.
No voy a empezar peleas.

Justo en ese momento, me di cuenta, a través de un dolor palpitante, la fuerza con que se me retorcían las manos. Los moretones deben de haberse formando hace horas.

Me obligué a sentarse, tomando una respiración profunda.

Draco está bien.
Draco está bien.

Eso, al parecer, era el único mantra que me podía consolar.

Vagamente podía oír los pasos de los Slytherin que regresaban a la sala común al terminar la cena. Lejanas risas viajaron bajo el borde de la puerta, y me tapé los oídos con fuerza, tratando de bloquear los sonidos. Tratando de ser fuerte y resistir las ganas de gritar con todas mis fuerzas.

¿Qué más podría haber hecho para proteger al hombre que amo?

Por alguna razón, diciéndome eso a mi misma me produjo la más extraña de las sensaciones. Me gustó la forma en que sonaba en mi cabeza.

Y me odiaba a mí misma por no tener las putas agallas para decirle que lo amaba cuando tuve la oportunidad.

El aburrimiento me consumía, y mientras yacía en mi espalda, haciendo girar mis dedos en las sábanas de la rígida cama , cantaba en voz baja para mí.

"Don't you know I'm no good for you. I've learned to lose. you can't afford to. Tore my shirt to stop you bleedin'. But nothin' ever stops you leavin'..."

Las voces en el exterior se hicieron más fuertes y se acercaron a mi puerta. Las palabras fueron a propósito, siendo Slytherins no podía esperar otra cosa.

"Creo que se lo merecía. Quiero decir, ella es completamente estúpida."

"Sí, pero... bueno, Theo realmente estaba lastimando a Draco. Él pudo hab-"

"Oh, por favor. Todo fue un montaje. Draco planeo algo con Theo porque Lafette seguro que le rogó. Ella quiere llamar la atención. Es peor que Potter."

Ambos eran chicas. Traté de seguir cantando para bloquear sus voces.

"Don't you know too much already. I'll only hurt you if you let me..."

"No lo sé, esa sangre se veía bastante real."

"Oh, despierta, Sylvia. Es todo era un show. Como si él realmente pudiera amarla!"

  "But nothing is better sometimes..." 

Seguí intentando silenciarlas, lágrimas pesadas se deslizaban por mi rostro, mi voz se quebraba.

"Quiero decir, incluso un insignificante Gryffindor no pudo soportar lo suficiente como para salir con ella durante más de dos semanas!"

"Ella realmente es muy rara."

"Exacto."

"Once we've both said our goodbyes..."

Era sólo un susurro. Las lágrimas y los sollozos se hacían mas fuertes. Traté de no pensar en ello, pero no pude evitarlo.

Él me quería, ¿No es así?

Él me había dicho que me amaba.

Pero yo..

"Tal vez Lafette muera allí..."

"Y no sería una tragedia, nadie la extrañaría." se burló una de ellas, luego las oí alejarse.

 "Let's just... let it go..."

¿Cómo todo llegó a este punto?

El amor joven debía ser sencillo.

No se suponía que fuera tan doloroso.

"Let me..." 

No tenía porque sentirme como un cadáver porque el no estaba conmigo.

"... let you..."

No tenia que darle mi corazón.

"...go."

Pero lo hice.