Temprano por la mañana, cuando salí de su dormitorio, los dos nos pareció correcto el acuerdo de que no podíamos ,de ninguna manera, demostrar nuestra relación públicamente.
Él todavía se sentaba en su mesa solo, y yo todavía me sentaba con los Gryffindor, así que ninguna sospecha se despertó.
Pero sí, sin embargo, empezamos a jugar un juego bastante horrible.
Lo comencé yo, lo admito, cuando continuamente pasaba junto a él en el camino a las clases, sólo para poder oler su aroma natural y varonil. Y nunca pude ver su sonrisa secreta cuando lo hacia.
Poco después, empezó a colocar notas sucias en mis libros, mi bolso, mi nada realmente, aparecían en el más inoportuno de los momentos. decían cosas como:
... Tuve un sueño interesante...
Vi la manera en la que me mirabas hoy...
... No tienes idea de lo que voy a hacerte esta noche...
Fue en esas ocasiones, en particular, en las que no iba a su habitación, sólo para hacerlo enojar, y no había nada que el pudiera hacer al respecto...
Porque los chicos no podían entrar en los dormitorios de las chicas.
Y así comenzó la hermosa tortura que compartimos, día tras día, noche tras noche... en secreto.
Transfiguración fue la única clase que habíamos estado sentados juntos... y yo solía odiarla por esa misma razón, pero ahora....
Ah... los recuerdos...
Pero no fue sino hasta el viernes, después de nuestro primer encuentro... que él había empezado a frotar mi pierna debajo de la mesa.
Se trataba de caricias suaves, para empezar, y podía hacer que pareciera un accidente (estábamos en la parte delantera de la clase). De la nada se apoyaba en mi hombro y suspiraba cosas sucias en mi oído.
A la semana siguiente, había dejado caer su pluma, y cuando se había inclinado para recuperarla, él movió su lengua por la parte inferior desnuda de mi rodilla, justo lo suficientemente rápido que no podía ser capturado, pero que me había hecho gritar y obtener toda la atención.
Todos los ojos se había ido directamente a mí, y yo me había congelado cuando McGonagall había dado la vuelta, mirándome perturbada, y... sospechosa.
"Lo siento, profesora," dije tímidamente, Rápidamente me corté el dedo debajo de la mesa para mostrárselo a ella "Corte de papel."
Le llevó un momento, y luego entornó los ojos que se deslizaron una y dos veces, entre los dos, antes de que ella se diera la vuelta. Descaradamente, cuando la atención se había ido de nuevo a la lección de McGonagall, Malfoy se había deslizado mi dedo sangrante ligeramente en la boca y lo chupó en seco, casi haciéndome gemir.
El muy cretino.
Iba a pagar por eso.
Pero en esas noches, aquellas maravillosas noches... todas nuestras venganzas personales eran olvidadas, y nos entregamos el uno al otro con una admirable, confianza ciega.
Nunca empujado mis límites y yo nunca lo prive demasiado.
Y eso fue lo que me demostró que había algo más allá del agresivo apellido prejuicios de Malfoy. Algo que no era egoísta... que no estaba mal.
Esta... esta relación que teníamos era, bueno, era bastante extraordinaria.
Estábamos haciendo un buen trabajo en ocultarlo, también.
"¿_____? ¿_____?"
Parpadeé, mis ojos se centraron en Febrero que estaba chasqueando los dedos en frente de mi cara.
"Lo siento, Feb ¿qué estabas diciendo?"
"¿Qué estás haciendo para el proyecto de Transfiguración?"
Oh... Eso.
Qué suerte la mía, que era una tarea de "parejas", en el que íbamos a presentar nuestra habilidad para la clase de transfiguración, teníamos que transfigurara y des-transfigurar a nuestro compañero en diferentes objetos.
La pareja... era nuestro compañero de mesa.
Malfoy había tenido algunas ideas perversas, pero yo lo había dicho de inmediato que había que ir primero con la profesora McGonagall para hablar al respecto.
Mi Transfiguración... con mi condición... era una idea terrible.
Para mi inmensa sorpresa, ella había cumplido de inmediato, ofreciéndonos a Draco y a mi una alternativa.
Pero entonces Draco se había negado. Todo era muy extraño en realidad, la forma en que lo había negado, alegando que podía transfigurar a cualquiera, incluso a mí con mucha facilidad.
McGonagall había frunció los labios y lo miró en estado de shock, me pregunte en secreto si el pensaba que conseguiría algún tipo de recompensa sexual por mí Transfiguración.
Después de todo, eso era todo lo que importaba entre nosotros, ¿no?
"¿Por qué lo hiciste?" Yo jadeaba esa noche, moviéndome encima de él mientras apretaba sensuales besos en mi cuello.
"¿Hacer qué, nena?" murmuró contra mi piel.
"Rechazar la alternativa."
Su respuesta fue inmediata y espectacular, hasta el punto que dejé todo movimiento para mirarlo.
"Estoy probando mis límites contigo..."
"¿Q-Qué?" Respiré.
"Si puedo transfigurarte ¿Quién dice que no puedo hacer una serie de cosas a tu estado físico?..."
Y justo cuando pensaba que había sido una larga racha de insinuaciones, él dijo algo que me derritió.
"¿Quién dice que no podemos dominarte? al menos lo suficiente como para conseguir que no tengas que hacerte mas malditas transfusiones de sangre. No me mires así. Sé cuánto las odias."
Mis muslos se cerraron a su alrededor, y me baje a su nivel, mirándolo con cautela, "¿Por qué diablos querrías ayudarme?"
Él me dio la vuelta y me coloco sobre mi espalda en un instante, inclinándose e imitando mi mirada "¿Por qué diablos me quieres tu a mi?"
Mi corazón dio un vuelco ¿que demonios significaba eso? Malfoy era el hombre más guapo que había visto en mi vida, con la inteligencia que rivalizaba incluso a Granger y un temperamento que destrozaba cabezas.
Negué con la cabeza hacia él "¡Tú eres el hijo de puta más arrogante que conozco! Por supuesto que eres consciente de que todas las chicas de esta escuela quieren follarte, incluso las malditas de primero año, que no tienen ni idea de lo que es eso."
"¿Significaría algo para ti-" me interrumpió rápidamente "-si te dijera que cada vez que te veía con ese bastando de Dean Thomas, quería arrancarle la maldita garganta?"
Me quede muda mirando a esos ojos vidriosos azul platino... los que pueden hipnotizar a cualquier chica en un estupor.
"No puedo expresar con palabras esto que hemos conseguido, eso es lo más que puedo decir en estos momentos. Lo único que sé es que te quiero nena. Tú eres la única chica en toda esta maldita escuela que vale la pena tener y yo no sería un Malfoy si no planeara ganarte."
"¿Ganarme?"
"Si alguien se entera de esto, nena. Voy a tener que competir para ti." y enterró su cara en mi cuello una vez más, emití un gemido de mí parte. "Sólo agrádese que peleo sucio."
Me sacudí del recuerdo, y centrándome una vez más en febrero le conteste.
"No sé..." Le dije. "Estoy segura de que Malfoy tiene algo planeado."
Febrero hizo una mueca "Debe ser difícil estar pegada con él."
Me encogí de hombros "El y yo nos sacamos las espadas hace mucho tiempo, ya es hora de que no nos odiemos."
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𝕭𝔯𝔬ӄ𝔢𝔫 𝕺𝔭𝔢𝔫 {𝚍.𝚖}
FanfictionLo supe desde el primer día. Desde el momento en que bajé de la brillante locomotora roja, ya lo sabia. Sabía que Hogwarts no era, y nunca seria, mi milagro salvador. Un santuario. Un lugar donde me aceptarían. Nunca podría dejar que mi secreto sa...