8. El Silencio Valiente

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Nunca había visto a nadie comer tanto y tan rápido como Ron Weasley lo hace. Era como una especie de, maquina devoradora pelirroja, cargando patatas fritas y pan en su boca. Observé con diversión, todavía incrédula.

Había tomado la oferta de Harry. Y estaba sentada en la mesa de Gryffindor, comiendo con los Gryffindor...

Casi podía sentir a toda mi casa mirándome y apuñalando mi espalda. En cuanto a los leones de la escuela, bueno, eran bastante atentos. Ron pasó la mayor parte de la comida tratando de hacerme reír, eventualmente lo logro. Hermione hablaba conmigo acerca de las propiedades medicinales de la sangre de un Ghoul, pareciendo saber que era la única que prestaba atención en las lecciones de pociones.

Y Harry... bueno, Harry me miraba, con una leve sonrisa en los labios. No tenía la menor idea de lo que estaban hablando. En algún momento, durante el relato de Ron "Atrapados en la red Flu", Dean Thomas vino a sentarse a mi lado, con cortesía se presento.

Dios, podría acostumbrarme a estar con los Gryffindor. Me alegré de que no hubiera hechizado o maldecido a ninguno de ellos el día anterior.

"Maldita sea, Dean!" Ron se quejó: "Ella se perdió la mejor parte de la historia!"

Me reí, volviéndome para sonreírle, "No, lo he oído Ron. Aunque, estoy empezando a creer que eras tu el que estaba en el Flu, y no Percy, basándome en la manera-"

"en la que lo cuentas," Hermione, Harry y yo le dijimos juntos.

Él entrecerró los ojos, hundiéndose de nuevo en el banquillo y empujando otra patata en su boca, "Pude haber mezclado un par de cosas."

Dean se echó a reír, y el sonido era abundante, fuerte... guapo. No pude evitar de ser consciente de como su brazo rozaba el mío, lo blanco que se veían sus dientes cuando él sonreía.

"Entonces, ¿qué te trae a la boca del lobo, _____?" Dean preguntó casualmente, sus ojos marrones sobre los míos.

"Me canse de deslizarme por el piso." me encogí de hombros. Los Gryffindors rodeándonos se rieron, y oí a Neville Longbottom murmurar: "Voy a usar eso."

Esto se sentía mucho más fácil. Tan simple, tan saludable. Mi relación con mis compañeros de Slytherin era... bueno, digamos que no era del todo color rosa. Cualquiera podría decir que esa casa era la más fría y retirada.

Todos los Slytherins tenían algo que ocultar.

Incluyendo el que venía detrás de mí. La única serpiente que no quería ver, más que a nadie. No quería verlo, oírlo, pensarlo o háblale.

Maldito Draco Malfoy.

"Oh, esto es precioso."dijo con asco, mirándonos a todos, con el pelo rubio platino cayéndole en cascada sobre los ojos. "Ahora te arrastras con los leones?"

Me voltee a mirarlo, olvidando la potencia de sus hermosos ojos plateados.

"Vete a la mierda, Malfoy." dije, mirando a otro lado.

"¿Qué vas a hacer? Comerme ¿Clavarme los colmillos, Lafette? "

Todo el mundo dejó de hablar para ver, el siempre era el centro de atención, "¿Sabes qué, tal vez sí. Mejor empieza a correr, Malfoy, antes de que te muerda el culo."

Fue a por todo, se apoyo en la mesa. Era astuto y, odiaba admitirlo, con una sexy expresión en su rostro dijo, "¿Eso quieres?"

Mis ojos se abrieron en shock, de repente el sueño, y la forma en que me hizo sentir, lo que todo el mundo sabía de mí, y como el estaba involucrado, empezaron a llegar de vuelta a mi las imagines.

Clavé mis uñas en la mesa, tratando de mantener mi control. Hermione lo noto sin embargo.

"Harry," dijo, sonando asustada, "Harry!" Ella señalo con sus ojos a mis manos, yo tenía una expresión de asesina.

Fue Dean quien se puso de pie, sin embargo, Draco levantó una ceja, "Sabes, me pareció oír que tu segundo nombre era Francis."

La risa brotó de los Gryffindor, compartida por todos, mientras yo luchaba, sintiendo la piel de mis dedos romperse.

Malfoy simplemente sonrió: "Es Lucius, en realidad, pero estabas cerca." Luego se voltio a sonreírme, apoyándose sobre mi hombro, "Nos vemos en tus sueños, nena." y me guiño un ojo mientras se alejaba.

Me ahogué en un grito de dolor, el ardor abrasador pasaba por mis dedos.

"_____" Hermione chillo, tratando de arrancar mi mano de la mesa. Harry y Dean ayudaron a sacar mis uñas fuera de la madera, y la sangre escarlata broto inmediatamente.

Ron dejó la rana de chocolate que estaba a punto de comer y vio todo con asco.

"Ella tiene que ir a la enfermería!" Hermione exclamo, y los chicos comenzaron a ayudarme, pero yo los sacudió bruscamente.

"Estoy bien!" Hice lo que tenía que hacer. Puse mis dedos a mi boca y mi lengua lamió la fuente del sangrado, sellando las heridas con saliva Fenrir.

Hubo exclamaciones a mí alrededor.

"Ven, muchachos." les dije mientas les hacia un gesto para que se sentaran otra vez "Puedo manejarlo."

"Diablos que si puedes!" Ron respiró, estupefacto.

"Eso es increíble!" Hermione exclamó inmediatamente lanzando una ronda de preguntas sobre las propiedades de mi saliva, hablando de que había oído rumores.

Yo le ignoraba sin embargo, muy centrada en las grandes huellas que había hecho en la mesa. ¿Qué clase de monstruo era yo?

Dean me dio unas palmaditas en la mano para tranquilizarme.

Si algo era cierto, estaba empezando a gustarme Dean.

𝕭𝔯𝔬ӄ𝔢𝔫 𝕺𝔭𝔢𝔫 {𝚍.𝚖}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora