XXIV (parte I)

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Ni siquiera pudimos pensar en una excusa o explicación coherente, de la nada ambas simulamos retomar el tema acerca de lo sensual que nos resultaba el entrenador sustituto, bajo el escrutinio de un contrariado Harry.

No lo negaré, el entrenador Justin es un chico realmente atractivo, pero desafortunadamente para mí e Is, sólo era atractivo durante su clase, ninguna de las dos somos lo suficiente vacías o ilusas para pensar en él durante nuestro tiempo libre; pero al menos cumplió su propósito... Harry se limitaba a asentir fastidiado, como cualquier chico haría al escuchar a dos mujeres hablando de otro hombre.

-¿Por qué Harry tiene cara de querer ser apuñalado? –pregunta Zayn desenfadado. Su mochila es azotada en la parte baja de uno de los casilleros detrás de nosotros.

Harry exhala bruscamente, chocando los puños con Zayn en uno de esos cortos saludos masculinos.

-Buena suerte, hermano. Regreso en unos minutos, voy a la biblioteca corriendo –su expresión es ligeramente seria, dirigiéndose a paso veloz al ala este del instituto. Zayn lo observa partir, incrédulo.

-Eso demuestra que pudo haber sido peor. Gracias por eso, ________ -sonríe irónica. Pongo los ojos en blanco, golpeando su hombro.

-¿Qué pudo haber sido peor? –cuestiona Zayn mirándonos consecutivamente.

-Cosas de chicas, Malik.

-Cosas de chicas, entiendo. La manera más amable de decir: No te importa, Zayn.

-¡Exacto! Entiendes bastante rápido –exclama Ise alejándose de aquella desastrosa y casi catastrófica escena.

...

-Este es uno de esos momentos en los que eres una buena amiga y me cuentas qué demonios pasó con Ise hace un rato.

-Eres un chico entrometido en demasía –murmuro observando en la distancia a una joven –empalagosa- pareja del colegio. La mirada de mi mejor amigo se dispara en la misma dirección, esbozando apenas una leve sonrisa.

-No soy el único entrometido, señorita: "observo parejas jóvenes como una acosadora".

-¡Hey! ¡Eso no es cierto! Y deja de ser tan chismoso; te lo dije ahí dentro, cosas de chicas.

-¿Cuándo ha habido cosas de chicas, que no me cuentes? –exhala alborotando el cabello a un lado de mi mejilla, haciéndome pequeñas cosquillas cerca de mi oreja.

-¿Sabes? Eso sonó muy gay –mascullo al apartar sus manos, Zayn en lugar de ofenderse o refutar, sonríe alborotándome nuevamente el cabello.

-No me interesa, cuéntame, ¿sí?

-Nop.

-¿No? ¿De verdad no me dirás nada? –niego, disfrutando su infantil pataleta. Zayn se aparta unos cinco centímetros de mí, cruzando los brazos sobre su pecho. –Está bien, no me lo digas.

-Alguien está haciendo berrinche... -canturreo levantando las cejas reduciendo los cinco centímetros erigidos por el moreno.

Su mirada se encuentra por un instante con la mía, apartándola lenta y deliberadamente, dejando en claro sus intenciones sobre permanecer ofendido con mi renuente respuesta. Sonrío, imitando su postura, mirando el mismo sitio en el que la pareja de chicos montaba aquella sesión de besuqueo afuera del instituto. Lindo.

-_______- murmura Zayn sin siquiera voltear.

-¿Qué?

-¿Estás enojada?

-No.

Aproximadamente, dos minutos después Zayn vuelve a aclarar su garganta, llevando una de sus manos hacia su cabeza, peinando hacia atrás aquel obscurecido y rebelde mechón. Por un instante quiero reír, luego recuerdo que "debo estar igual de enfadada".

El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora