El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).

VII (parte I).

Al comenzar las clases todo volvió a ser relativamente normal; al menos ahora debía completar una rutina que me mantuviera con la mente ocupada, de modo que no pudiese pensar en lo solitaria que se sentía la casa sin Louis y con mamá cubriendo cada vez más horas en el hospital.

Hablaba frecuentemente con Lou, me decía cosas acerca del clima, nunca dejaba de mencionar lo mucho que odiaba los días con “sol excesivo”. También, solía mencionarme a sus maestros; e incluso imitaba a aquellos que lo sacaban de quicio con el simple sonido de sus nasales voces; en especial su maestra de biología, la cual, me dio a entender que tenía la voz del personaje de “Monsters Inc” que molestaba a “Mike Wasawski”, con la diferencia de que ésta solía llamar su atención de manera particular, por medio de un: “Señor Tomlinson, ¿podría dejar de hablar con el Señor Payne?”

Era increíble la suerte que tenían, incluso en la preparatoria eran inseparables, compartían la mayoría de sus clases. Sí, tienen una extraña suerte para lograr coincidir.

-Creo que Liam te extraña, zanahoria –escucho decir a Lou desde el otro lado de la línea. Ésta era una de las pocas veces en las que podíamos hablar por teléfono. Inmediatamente ruedo los ojos, como si fuese posible que Liam me extrañe de algún modo.

-¡Si Lou! Imagino que debe estar loco por verme… es natural. Tenerme y luego perderme no debe ser fácil –claramente estoy bromeando. Lou ríe inmediatamente.

-¡Es en serio! hemos conocido a varias chicas y algo me hace pensar que está empecinado en encontrar al menos una que se parezca a ti, para empezar a molestar.

-¡Calla, Louis William Tomlinson! –escucho un grito lejano proveniente de la conocida voz de Liam.

-¡Sabes que la extrañas! –responde mi hermano de vuelta.

-Ok Lou, ¡basta! –interrumpo riendo. En estos momentos sólo imagino las muecas que se dedican entre ellos. Además, la sola idea de Liam extrañándome sobrepasa lo absurdo.

-¡Sólo admitan que se extrañan! –exclama el oji-azul entre risas.

-¡Sólo calla! –es mi turno para gritar.

-¡Oh, son un par de ridículos cobardes!- ríe nuevamente. Escucho que algo es golpeado al otro lado de la línea, Lou gime momentáneamente-. ¿Qué tal todo por allá?

-Normal, ya sabes…

-¡No me dices mucho con “normal”! ¿Qué tal la escuela? ¿Cómo está Ian? ¿Has hecho más amigas?

        Comienzo a pensar en una respuesta no muy reveladora. Es cierto que llevo poco más de un mes de haber comenzado mi tercero y último año de secundaria; pero no ha sucedido algo realmente relevante que pudiese destacar en la conversación. Mi tercer año no está resultando como lo esperaba.

-¿Qué quieres que diga? Todo está normal. Ian está muy bien, ya sabes loca como siempre. He hablado con mis compañeros, pero nada en especial.

-¡No me digas que te estás volviendo antisocial!

-¡No es eso! –respondo levemente indignada. Jamás he sido la clase de persona que gusta ser antisocial. Me fascina conocer personas-. Tal vez si hubiese algún sensual muchacho en mis clases, no tardaría mucho en hacer nuevas amistades, quizá algo más–continúo a sabiendas del leve disgusto que puedo provocar en Lou.

-Nada de eso _____ Tomlinson, ya lo hemos hablado miles de veces. Nada de “chicos guapos y mas que amistades” con estos. Sigues siendo sólo una pequeña niña –añade paternalmente.

-¿En qué momento asumiste mi paternidad? Te concedo ésta conversación ya que lamentablemente no hay nada que valga la pena, como para poder desafiarte.