XIII (parte I).

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-No puedo decir que estoy sorprendida con lo que acabas de comentarme. Ya nos habías dado una pequeña referencia respecto a lo sobreprotector que es tu hermano contigo, era muy obvio que no recibiría a Malik con los brazos abiertos, _______–confiere una relajada Ise, cuyo cuerpo yace recostado boca arriba sobre la acolchada superficie de mi cama. Su voz resuena casi monótona al recalcarme sus expectativas respecto a la relación entre mi hermano y mi mejor amigo.

-Si bueno, entonces estamos a mano, finalmente–exhalo al retirar un mechón de mi frente. Ise me mira con una ceja enarcada-. A él no le gusta Zayn a mí no me gusta Liam, todo tiene un balance, ¿no crees?

-¿Masa  amorfa? –pregunta sonriente. Tal vez a Ise también le he hablado un poco de Liam, sólo lo esencial, claro.

-Ése mismo –asiento dirigiéndome a mi armario.

-Pues tu hermano me cae muy bien; además, está como quiere –agrega al ordenar su cabello frente a mi tocador.

Oh Dios.

-¡Isela! –arrojo una blusa a su rostro, indignada–, no hables así de mi hermano… es no lo sé…es raro –murmuro al realizar un pequeño encogimiento de hombros.

-Es sexy. Tienes que admitir que tienes un hermano sexy –sonríe nuevamente batiendo sus pestañas exageradamente hacia mí. Ugh, no agregaré nada más.

>>Además, cocina bien. Esos hot-cakes estuvieron deliciosos. No hay duda que es de familia cocinar bien –guiña un ojo a través del espejo –. Apuesto que a nuestro Irlandés le hubieran encantado.

-¿Crees que tarde en llegar?

-No creo, es Nialler Puntual Horan.

-Sí, pero ¿Qué tal y se le atravesó una hamburguesa por ahí y tuvo que ceder ante los encantos de la carne y el queso?

-______, ¿ya tienes hambre? –niega entornando los ojos-. Tienes que dejar de juntarte con ese pequeño rubio.

Un instante después el timbre resuena en el interior, avisándonos la oportuna presencia del rubio en cuestión. Ise tiene razón, Niall es de las pocas personas que se pueden considerar puntuales.

-Ponte los zapatos, señorita Tomlinson. ¡Ha llegado nuestro bebé! –anuncia Ise haciendo lo propio-. Sólo voy rapidísimo al baño ¿sí?

-Claro, te espero abajo… ¿sí? –sonrío dando un último vistazo al desastre que resulta ser mi cabello.

Qué demonios. Sé que no logaré nada en dos minutos.

Suspiro cansina al calzar rápidamente mis converse negros, dirigiéndome a la planta baja, encontrándome con un eufórico Lou, abrazando a cierto chico, cuyo rostro no logro vislumbrar.

Hazza! –grita el oji-azul, haciendo reconocimiento al castaño muchacho ligeramente asfixiado.

Boo Bear! –responde una ronca -e igualmente- efusiva voz  deshaciendo en gigantesco abrazo de mi hermano. Unos cuantos mechones rizados y castaños sobresalen de la cabeza de aquel chico, para después; mostrar un par de verdosos y brillantes ojos bajo un cumulo de obscuras pestañas.

¿Harry?

 Una brillante sonrisa surca los labios de aquel muchacho al percatarse de mi observadora presencia, dos pequeños hoyuelos confirman mis suposiciones. En estos momentos lo único que puedo concebir es mi ridícula carrera hacia sus brazos.

Hazza! –exclamo al sentir la dureza de su torso golpear con mi cuerpo. Estoy tan contenta de volver a verlo, que ni siquiera puedo reparar en la posible fractura de mis costillas.

-¡No lo puedo creer!, ¿zanahoria?  -rodea mi espalda brindando un fuerte y cariñoso abrazo, permitiéndome inhalar mucho más de cerca la loción que desprende su piel.  

-¿Rizado Styles? –cuestiono al distanciarme un poco de su cuerpo-. ¿Cómo has estado? ¡Años de no verte! –exclamo nuevamente. Es como si no pudiese dejar de gritar cada cosa que digo.

-He estado muy bien y sé que no te haré la misma pregunta –responde entrelazando sus dedos con los míos, no distanciándonos del todo. Esperen, mi lento cerebro aún no procesa todo-. No te preguntaré “¿Cómo has estado?” porque ya veo que has estado muy pero muy bien –murmura esto último acercándose a mi rostro –muy pero muy bien eh ____ -sonríe detallando poco a poco el resto de mi cuerpo, reparando en ciertas zonas, logrando hacerme sentir incómoda y ligeramente halagada. Al terminar su indiscreta inspección me dedica una mirada coqueta, ensanchando un poco más aquella desvergonzada sonrisa.

-G-gracias Harry –murmuro al sentir un ligero calor agolpándose en mis mejillas –. Lo mismo puedo decir de ti. Me agrada el nuevo Hazza –respondo al evaluar su cuerpo de arriba abajo, sonriendo a Harry con coquetería.

Louis y Liam tosen ridículamente a nuestro alrededor, haciendo notar su presencia por primera vez desde el inesperado encuentro con Harry.

-Bueno bueno, ya entendimos que les da gusto volverse a ver –comenta Lou deshaciendo la unión de mis manos con las de Hazza.

-Celoso como siempre, ¿no es así Lou? –sonríe travieso –Bueno, lo entiendo. No debe ser fácil regresar de California y encontrarse con un monumento de hermana –ésta vez su voz es afín con la expresión descarada de su rostro. Sus ojos son igual de coquetos al dedicarme la misma mirada de aprobación.

-Vale ¡ya entendimos! –exclama un exasperado Liam, acaparando mi atención al igual que la de su primo. Mis ojos logran desviarse ligeramente a sus desteñidos jeans, ascendiendo lentamente a la blanquecina camisa cuya tela amolda a la perfección un tensionado abdomen...

Oh bien.

-¿Hola? –una tímida voz interrumpe la incomodidad del momento, llamando la atención de los chicos a mí alrededor –. Algo cierto: no se trataba de Niall ¿verdad _______? –inquiere observándome dos escalones arriba de las escaleras.

Sonrío observando a mi enrojecida amiga. –Mira Ise, ellos son…

El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora