VI

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-¿________, sigues ahí? –escucho cuestionar a la morena sentada a mi lado.

-Dime, aquí sigo –respondo en tanto enfoco la mirada en sus interrogantes ojos.

-¿Sabes? No puedes continuar así.

-Así… ¿cómo?

-______, sabes perfectamente a lo que me refiero. Ya pasó una semana desde que Lou se fue y…

-Estoy bien, Ian. En serio, no comiences –interrumpo cansina. Ian me ha dedicado el mismo sermón cada que visualiza como me pierdo en mis pensamientos. Hay veces en las que realmente pienso que es peor que mamá–. ¿Qué te parece si continuamos viendo la película? –enfoco mi vista en la pantalla donde se aprecia un decaído –y aún así- sensual Ryan Gosling.

-Claro,  la película. ¿Me puedes decir de qué ha tratado?

-¡AH!–bufo escandalosamente- ya sabes… el chico y la chica. El amor, los problemas entre clases sociales y más. ¿Sabes? No te diré la película, también debes verla.

-¡Por Dios! ¿Si sabes que no eres mala… sino pésima cuando intentas disimular? Simplemente terrible. Eso da un poco de vergüenza.

-¿Qué quieres, eh? Lo extraño –admito encogiéndome de hombros. Ella tiene razón, soy un asco intentando disimular.

-Ya sé, pequeña. Pero no puedes estar todos los días así y encerrada.

-Yo no…

-¿No  has estado todos estos días enclaustrada aquí, sin siquiera asomar un poco tu rubia cabeza fuera de la residencia? –entrecierra los ojos como la sabelotodo que es.

-Bue… tal vez. Sólo un poco –claro, solo me niego a darle la razón por completo.

-Siempre tengo razón, tú, pequeña testaruda –canturrea victoriosa.

-No importa –refunfuño cruzándome de brazos. No me gusta cuando encuentran mi punto débil. Maldita sabelotodo.

-Hey no te enojes, enana. Mejor, cuéntame ¿has hablado con Lou? –en éste instante me percato del cambio en su tono de voz. Ian está siendo curiosa no sólo por darme ánimos… ella también lo extraña. Oh vamos, yo no soy la única testaruda que no reconoce las cosas.

-Muy poco. Él aún está instalándose, adaptándose al cambio de horario –Ian asiente, su mirada se pierde en algún punto imaginario de la estancia. Ambas guardamos un pequeño silencio, asimilando mi poca detallada información.

-Ya veo, ¡hey! a esto es a lo que me refiero. _____, Lou se fue, no puedes seguir con el ánimo por los suelos, sin contar que mañana ya iniciamos clases. ¡Te necesito radiante, feliz, y sin los ojos hinchados de tanto llorar!

-Yo no… -comienzo a refutar. La morena me da esa mirada de: “no te atrevas a negarlo, pequeña bestia con los ojos enrojecidos”. Guardo silencio, su mirada tiene un punto.

-No te atrevas a decirme que no has llorado, porque aparte de que te conozco y no sabes mentir, tienes los ojos rojos e hinchados.

-Es que…

-______ sé lo mucho que lo extrañas, sé lo mucho que quieres a Louis. Pero esto no te lleva a nada bueno. Él se está instalando y va a empezar una vida en Los Angeles –auch, eso duele-. Sé que suena mal lo que te estoy diciendo, pero es por tu bien, así como el comenzará allá, tú tienes que seguir aquí, y bien.

-Lo sé –es cierto. Si los papeles estuviesen invertidos, estaría reprendiendo a Ian del mismo modo. Louis no se murió, él sólo está a un continente de distancia; no quiere decir que no volveremos a vernos.

 Además, yo no suelo ser así de llorona. El tonto de Liam tenía tanta razón al dedicarme su último apodo antes de partir: “Chillona”. Es vergonzoso, ése sobrenombre ha sido el último, después de años molestándonos, él ya tampoco está aquí para recalcarme el desastre que estoy siendo. Esperen… ¿qué estoy pensando? ¿Ahora ya extraño al odioso de Liam Payne?.

-Prométeme que vas a pensar en lo que te dije ____ Tomlinson –inquiere nuevamente. Agradezco su intromisión a mis descabellados pensamientos.

-Lo prometo.

-Bueno –afirma… no muy convencida. De pronto me siento como una enferma mental, es como si no confiara en mi extraño estado de ánimo-. Yo me voy, mañana te quiero fresca como una lechuga ¡eh ______!-continúa amenazándome. Amo cuando Ian utiliza uno de sus dedos para puntualizar algo, es tan divertido verla en su modo de madre.

-¡Ya, señorita! –río a causa de su cara dura-. No quiero que te violen de camino a tu casa, debes irte.

-¡Oye! ¿Y si el violador se parece a Chris Evans?

-Pues… entonces le pides su número o lo traes para acá.

-¡Hecho!

-Muy bien, aclarado el punto. Descansa Ian, nos vemos mañana –sonrío mientras caminamos juntas hacia la puerta principal.

-Hasta mañana, te quiero-ésta vez deposita un pequeño beso en mi mejilla. Yo también la quiero, y sé que está preocupada por mí. En ése instante respondo que también la quiero, asegurando con mi mirada que todo estará bien, no haré nada imprudente o suicida.

Ian comienza a perderse a medida que avanza en la casi obscurecida avenida. Al cerrar la puerta tan solo visualizo una fría y vacía estancia.

Vacía, al igual que yo.

Primer E-mail.

¡Zanahoria!

He querido comunicarme contigo, pero estos días han estado muy ajetreados, espero me perdones y no me odies para toda la eternidad, así que he decidido enviarte éste e-mail (tan solo para asegurarme de que no lo haces).

¿Cómo has estado? ¿Yo? ¡EXTRAÑÁNDOTE HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ! Ok… creo que tienes razón, esto de juntarme con Liam me está afectando.

En estos días fácilmente hemos visto “Toy story” como dos veces al día y hablo de las dos películas; aunque también la he visto, porque me recuerda mucho a ti ¿sabes? Veo a “Jessie la Vaquerita” y sus ojos gigantescos me recuerdan a los tuyos… además de que también es de tus películas favoritas… ¡y lo sabes! Aunque no lo quieras admitir frente a Liam… te extraño ¿ya lo dije? Bueno, ¡no importa! ¡Te lo repito!

El clima aquí en California es terrible, no hay un día que no esté soleado, y por una parte está bien, pero día a día siento que me derrito un poco más.  Además, ya estoy empezando a tomar “color”. Liam se burla mucho de mí, dice que mi piel y mis ojos ya no combinan (¿Qué tan raro es que tu amigo haga un comentario refiriéndose a tus ojos? ¡MUCHO!).

Papá se ha comportado sumamente atento, al igual que su esposa… Nos hemos instalado y hemos recorrido la mayor parte de L.A.

La playa es lo mejor y ¿qué decir? Hay un millón de hermosas chicas… pero creo que eso no te va a interesar… aunque la única chica que quiero en estos momentos tiene el mismo apellido que yo… (De acuerdo, eso se escucha enfermizo. ¡Lo admito!).

¿Estás nerviosa? Mañana comienzas tú último año de secundaria… ¡Eres una chica grande! Te deseo la mejor de las suertes, por favor trata de no ser tan perfecta en cuanto a tus calificaciones, dejas en ridículo al otro Tomlinson (Si, yo soy el otro Tomlinson, no pienses que hay mas).

¿Cómo está la pequeña muñeca de cabello obscuro? La extraño mucho ¿sabes?, es raro llegar a casa y no escuchar las risas de ustedes dos, par de escandalosas. Saludala de mi parte, y a mamá, ya que no he podido hablar con ella… supongo que está de guardia ¿no es así?

Bueno, ¡cuídate mucho! No hables con extraños, cierra bien la casa y pásala increíble en tu primer día… ¡Ah! Liam te manda saludos, muy a su manera, claro.

 

Te quiere y te extraña tu Zanahorio favorito.

Lou.

El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora