IV

1.5K 100 4
                                    

-De acuerdo–alargo interrumpiendo el pequeño silencio en que nos hemos sumergido una vez que comenzamos a cenar-. ¿Ahora si puedo preguntar el porqué de ésta reunión?

-¿A qué te refieres? –cuestiona un extrañado Lou mientras lleva un poco de ensalada a la boca.

-¿Cómo que a qué?, digo, no es que me esté quejando de tenerte por acá, mamá. Es sólo que me parece extraño que estemos juntos, por nada –confiero lentamente.  Era cierto, muy raras veces podíamos cenar con mamá, ya que su trabajo como residente en el hospital general de Londres le demandaba demasiadas horas al día, había veces en que no la veíamos más que de entrada por salida –. Pero –continúo- aquí hay gato encerrado, y no me refiero precisamente a Liam.

-Já já, graciosa como siempre –gruñe un Liam bastante hambriento sin siquiera despegar la mirada de su plato.

-Hija, ¿Cuántas veces te he dicho que no hables así de Liam? –me regaña mamá. Cuando quería ser seria, lo lograba. A diferencia de sus revoltosos hijos.

-¡Uy mamá! Y te perdiste la vez de en qué le dijo masa… -Lou calla en el mismo instante en que su cuerpo salta casi imperceptible de la silla, recibiendo una mirada envenenada por parte de su mejor amigo. La advertencia marcada en sus obscuros ojos. Lou reprime una risa, guardando silencio.

-Bueno, yendo al grano, ¿qué es lo que pasa?–cuestiono nuevamente.

-Bien  ______, tienes razón. Ésta cena tiene un motivo particular que queremos discutir contigo –dice mamá como siempre, elocuente.

-Escucho –afirmo en tanto poso ambos cubiertos en la mesa. Lo que menos necesito es atragantarme mientras mamá comunica tal tema.

-Verás, como ya todos sabemos tu hermano ingresará la preparatoria éste año –asiento. Era un tema bastante recurrente en estos días- bueno, hace unas semanas hablé con tu padre –sí, esto comienza a ponerse mal-. _______ Tomlinson, respira –advierte mamá en cuanto mi respiración comienza a ser irregular. Cuando se hablaba de papá, las cosas jamás resultaban bien, o del modo esperado-. Hay una preparatoria en la cual ambos están interesados, y por ambos me refiero a Liam y a Lou –de acuerdo, hasta este punto he de admitir que me he perdido. ¿Qué ha dicho?

-A ver espera, ¿tú hablaste con mi padre? –mamá asiente ligeramente –ok, hablaste con él, ¿qué tiene que ver con la preparatoria de Lou?

-Verás, zanahoria… ésta preparatoria está en L.A. –interviene mi hermano por primera vez –. Liam y yo estuvimos viendo un programa de becas desde hace unas semanas, -wow wow, ¿qué? -. Mamá habló con papá, ya que también está enterado de todo esto y digamos que tenemos “luz verde” para ésta. El papel de papá radica en darnos asilo a ambos.

Esperen… ¿Lou y Liam viendo programas de becas para preparatorias en Los Ángeles? digo, estamos algo alejados del continente americano.

-Pero –comienzo en tanto mi cerebro comienza a procesar dicha información- tú estuviste viendo programas de becas para estudiar en Los Ángeles,  y ¿no me habías mencionado nada?

-Lo que sucede es que aún no teníamos nada asegurado. Por eso no queríamos armar un gran alboroto.

-¿En L.A.? ¿Por qué no aquí? ¡Ni siquiera se trata de la Universidad! ¡Estamos hablando de la preparatoria!

-Es una muy buena preparatoria –justifica por medio de un murmullo.

Creo que todo cobra sentido hasta éste punto. En éste instante ninguno de nosotros ha ingerido un bocado más.

-O sea que ésta cena es para decirme que te vas en ¿qué? ¿Cuánto tiempo?

-En tres días-murmura nuevamente, removiendo el frío spaghetti de su plato.

El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora