-No se necesita ser muy perspicaz para notar lo incómoda que estabas hace unos minutos con Zayn, ¿sucedió algo malo?
Miro de reojo a Harry, cuya mirada analiza mi expresión con preocupación. Sonrío golpeando juguetonamente su hombro, en tanto continuamos caminando hacia nuestras casas.
-No sucede nada, Edward. Al menos no algo de lo que debas preocuparte.
-Verás, el detalle está en que de verdad... me preocupas, Katie -sonríe devolviéndome aquel suave golpe. Sus dedos se enredan por un momento en mi cabello, alaciando las rizadas puntas hasta descender por mi espalda. -¿Se trata de otra chica? ¿Es eso?
-¿Cómo...? -comienzo a cuestionar, percatándome instantáneamente del error que acabo de cometer. Harry esboza una pequeña sonrisa triunfante-. No es lo que estás pensando -advierto con rapidez.
-No estoy pensando nada... o tal vez sí -admite con una gran sonrisa, recuperando su seria expresión en menos de un instante-. Escucha, sea lo que sea que te tiene incómoda o mortificada; no lo vale, especialmente si se trata de otra chica. No hay razón por la que debas sentirte mal. Sabes lo que vales, y lo mucho que significas para Zayn. Siempre hay una razón para sentirte segura, aférrate a ello.
-Lo sé, entiendo a qué te refieres; pero hay veces en las que es muy difícil. No estoy poniendo en duda nuestra amistad... sólo estoy preocupada por él. Hay ciertas cosas que ha tenido que superar con el tiempo, no me gustaría ver cómo recae en ello de nuevo.
Harry me mira, frunciendo ligeramente el entrecejo, cediendo finalmente con un solo movimiento de cabeza.
-Hay cosas que no dependen de ti, Kat. Cualquier decisión tomada por Zayn recaerá únicamente en él, buena o mala. Te sentirás mal por él, quizá... pero lo único que podrás hacer es estar para él, como la amiga que eres, demostrándole que estás con él, en lo bueno y lo malo.
-Ni siquiera sabes de qué te hablo, y aún así has encontrado las palabras correctas en el momento indicado-murmuro apoyando mi cabeza en su hombro, escuchando a Harry reír brevemente.
-No necesitas decírmelo, podría suponerlo con solo ver la manera en que ustedes dos conectan... hay veces en que tu forma de actuar y tu mirar, me dicen mucho más que las mismas palabras... todo se trata de saber leer e interpretar a las personas y para tu fortuna; soy muy bueno en ello, pequeña zanahoria.
-Sin duda mi fortuna, Harry. Sin duda -inspiro pausadamente, sonriendo por dentro y por fuera... desapareciendo lentamente ésa pesadez dentro de mis pensamientos.
...
-Quiero que sepas que lo negaré todo, no hay modo en que me hagas hablar de más.
-¡Oh por favor, Harry! Eres demasiado obvio respecto al coqueteo de ésta mañana en francés. Estoy más que segura de lo mucho que quieres "enseñarle" a Is... ¡Y no! No estoy hablando del idioma en especial.
-Habla lo que quieras, no develaré mis obscuros planes a la que sé, podría ser una doble espía.
-Al menos admite que te gus...
-Jamás lo he negado -concluye con un gracioso guiño, desapareciendo por la puerta de mi cocina.
-¡Eres el ser más contradictorio en éste mundo, Harry! -grito cubriendo mi rostro con el diminuto cojín del sofá, escuchándolo reír roncamente.
-¡Tenemos compañía, Katie!
-¡Vaya! No tardas ni cinco minutos en adueñarte de mi cocina, ¿verdad Hazza? -Louis se escucha enérgico, el tono de su voz adquiere un toque de reproche; estoy sonriendo tontamente debajo del cojín, agudizando el oído lo más que puedo permitírmelo.
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El ¿Odioso?... Amigo de mi hermano. (Liam Payne).
FanfictionTal vez yo era una inmadura... tal vez él también y tal vez era eso... la edad. ¿Qué pasa cuando crecemos? ¿Seguiremos sin soportarnos?, o la edad y los cambios... ¿cambiarán nuestra relación? De ser un odioso niño a ser un buen amigo... ¿o algo más...