''TODO EL MUNDO MUERE, PERO NO TODO EL MUNDO VIVE''
Pego un sorbo de la fuente de agua y seguido un mordisco al bocadillo de queso. Es de hace cuatro días, pero aún así está bueno. La vida de fugitiva no está tan mal, si lo piensas. Tampoco tenía mucho que hacer en casa. El primer día no dormí, y el segundo tampoco. Al tercero me metí en la piscina de siempre y me pegué una ducha. No tenía carnet, así que tuve que pagar tres euros por entrar. Como si fuera una discoteca ¡y solo para pegarme una ducha! No se me ocurrió meter un bañador en la mochila. Y ni siquiera tenían gel. Tengo que pasar por el súper a comprar uno. También debería buscar una lavandería por algún lado. Tengo más ropa sucia en la mochila que limpia. Me he leído el libro dos veces ya. No es muy largo que digamos, se lee deprisa. Me duele hacerlo, pero no tengo nada que hacer. También he leído su carta, la de navidad. Muchas, muchas veces. Maldita la hora en la que se me ocurrió llevarla conmigo. Y digo esto, pero no soy capaz de tirarla. No puedo hacerlo. Parece mentira que solo sea de hace seis meses. Parece mentira. Por si fuera poco, he visitado el sitio del grafiti de Nico y la casa abandonada. El parque donde estuvimos la primera noche y el de la barca. Montar otra vez no me ha ayudado a ser feliz, como él dijo. Solo me ha puesto más triste. Incluso he vuelto a visitar Alaska. Alaska y Nunca Jamás. Los dos están vacíos y duelen demasiado. No puse un pie en ellos y me derrumbé. Ayer desayuné en nuestra cafetería. Tiene aire acondicionado y se está muy a gusto. Hacía muy bueno dentro, estuve allí metida hasta que me exigieron pedir algo más o largarme. La camarera no era la del otro día, lástima. Vaya con los dueños de los locales. Me hubiera gustado estar un rato más allí sentada, mirando fotos en blanco y negro y comiendo tostadas con mermelada de ciruela. Desde entonces doy vueltas por ahí. Pasé la tarde dibujando en un parque. También me metí en el museo. Había una exposición muy bonita sobre los volcanes. Esta mañana he aprovechado para dormir la siesta en una explanada de césped que hay no muy lejos de aquí. No está tan mal todo esto, como decía. Nadie me ha echado en falta, y yo no he echado en falta a nadie. Así todo está mucho mejor. Quizá debería pensar en buscar algún trabajo. Podría comprarme una silla de esas de tijera y pintar caricaturas en alguna plaza. Ahora que es verano vienen bastantes turistas a la ciudad. Esas cosas siempre dan dinero.
-¿Está ocupado?
Una ancianita señala interrogante el otro extremo del banco de madera en el que estoy sentada. Tiene el pelo blanco y recogido en un moño pequeño a la altura de la nuca, unas gafas gruesas descansan sobre el puente de su nariz. Niego con la cabeza y la invito a que se siente. La señora me sonríe y hace que todas sus arrugas bailen y se tornen alrededor de sus ojos. Apoya una de sus manos en la rodilla derecha y la otra en sus riñones. Se sienta con dificultad y una vez ha apoyado la espalda en el respaldo coge aire con aspecto triunfante y entrecierra los ojos.
-Qué bien se está al solito, ¿verdad?
Le sonrío con amabilidad, aunque con pocas ganas, y vuelvo a dirigir la mirada al fondo, al horizonte, al vacío, adónde sea. Una mancha oscura vuelve a inundarme los pulmones y a propagarse por todo mi cuerpo, poco a poco. Casi noto como me falta el aire de nuevo. El sol provoca en mí el efecto contrario al de esa ancianita, que rebosa felicidad por momentos, y de pronto solo quiero estar de nuevo en mi casa, bajo el techo de estrellas de mi hermano, tapada con su sábana y leyendo al pequeño Óscar su cuento favorito. Una vez más. Solo una vez más.
-¿Por qué estás triste?-me pregunta.
Me doy cuenta de que no puedo seguir escondiendo lo evidente debajo de sonrisas amables. Mucho ha tardado en darse cuenta, pienso.
-No lo sé. Soy una chica triste.
-Eso está bien.-responde para mi sorpresa- La tristeza es una emoción importante. Te recuerda que estás vivo. No se debe subestimar. Hay gente que la subestima ¿puedes creerlo? Gente que nunca quiere estar triste.
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VALENTINA
Fiksi Umum''Estoy haciéndolo bien, pero realmente me siento como si me condenaran a muerte. Y siendo yo es una completa ironía... Llevo ya dieciséis años muerta.'' Valentina es básicamente un conjunto de baja autoestima, continuo estado de ánimo nulo, desenga...