(Angie)
Alguien esta mas entusiasmada de la cuenta con todo esto de la investigación mientras que a mí me llevan los nervios, no hay segundo que no me imagine un atroz despido seguido de una deportación, sería tan humillante volver a casa totalmente derrotada pero confió en que un angelito del cielo nos pueda ayudar en este asunto, pero para mi desgracia no tenemos contacto alguno con Koudai, ni numero, ni mucho menos su dirección yo no puedo obtener esa información por medio de Subaru porque quien sabe qué cosa puede llegar a pensar y Marian me ha gritado un rotundo ¨¡No!¨ cuando quise preguntar si Kuina podría hacernos el favor, al parecer Fulana le tiene miedo a Mengano; como mi asunto es de carácter urgente le escribo a Subaru para averiguar con disimulo que hace, justo me dice que está en la disquera, no sé si es mentira pero se me ocurre sugerirle a la enana ir hasta ese lugar ya que salgo temprano. Llevo media hora frente a B.P.Records esperando al gnomo y nada que aparece.
—Pareces una acosadora —al fin hace acto de presencia de manera despreocupada.
—¡¿Por qué tardaste tanto?!
—No es fácil librarme de las garras de Ryu-san —se encoge de hombros —¿Cuál es el plan para entrar? —me quedo en blanco, acomodo un mechón de cabello por detrás de mi oreja con algo de nerviosismo —Claro, no necesitamos un plan, solo basta con decir ¨Hola, soy una amiga de Subaru y vengo a darle un servicio sexual urgente¨ así nos dejaran pasar sin ningún problema —menciona con obvio sarcasmo.
—Tú eres la genio aquí, bastante lo dices —la fulmino con la mirada y ahora ambas nos quedamos mirando el edificio como idiotas sin saber cómo entrar, no quiero avisarle a mi rubio definitivamente pensara que soy una acosadora aunque tal vez lo soy ya que me apetece verlo al menos un instante, últimamente está bastante ocupado además de que el fin de semana pasado no logramos quedar.
—¿Y si le enseñas las tetas al de la recepción o a un guardia o a ambos?
—¿Por qué no se las enseñas tu?
—Estas mejor proporcionada —ruedo los ojos y nos quedamos nuevamente en silencio hasta que noto una figura conocida saliendo del lugar.
—¿Ese no es Kana-san? —aunque lleve lentes de sol y una gorra puedo asegurar que se trata de él.
—¿Dónde? —señalo disimuladamente —No sé, aunque sí parece —veo a la morena achicando los ojos y le doy un ligero golpe en la cabeza pero con suficiente fuerza para que le duela así que se queja.
—Usa las malditas gafas, para algo las tienes —con discreción me encamino hacia el castaño quien parece esperar un taxi, me situó a su lado pero a una leve distancia —¿Kana-san? ¿Kana-san? —voltea hacia mí pero me ignora rápidamente, es obvio que no me recuerde para mi mala suerte, esta vez Marian el sisea y lo llama, él voltea nuevamente.
—¿Chibi-chan? —parece que no suelo dejar una fuerte impresión en las personas, el castaño ha reconocido instantáneamente a mi compañera quien asiente muy animada, nos hace una seña de que entremos al modesto edificio así que obedecemos aun con disimulo, la recepción es bastante bonita aunque nos ven feo, me trago el fangirleo al ver los posters de las bandas, me pregunto si los de Kiryu estarán en este lugar —Cuanto tiempo si verte —al girarme el castaño le esta acariciando la cabeza a Marian quien esta sonriendo bastante apenada.
—Lo mismo digo ¿Y como estas? ¿Mucho trabajo?—enarco una ceja el ver que se tratan como si fueran amigos de toda la vida, me les uno y aclaro mi garganta para hacerme notar —Ah, ella es mi amiga Angie ¿La recuerdas? Andaba con el cumpleañero ese día.
—Creo que si me acuerdo —se me rompe el corazón, después de todo si soy como un 0 a la izquierda dejando primeras impresiones pero igual lo saludo para luego darle un pequeño codazo a la enana buscando que se centre en lo que hemos venido.
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Estrella oxidada.
FanficUn artista es una persona capaz de llenar tu vida de colores, es una figura prácticamente idolatrada que admiras como si en un pedestal de cristal reposara, una inspiración para tus días, un amor para tus fantasías. Pero no todo lo que brilla es oro...