Cap 1: Inocencia

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(Angie)

Hace 7 meses que mi sueño se hizo realidad, desplegué mis alas para volar libremente hacia mi sueño, a pesar de tantas trabas externas e incluso inseguridades impuestas por mi propia mente logre despegarme de todo lo conocido para caer es un mundo totalmente abrumador con una vista hermosa, me aventure a vivir en otro país, dejando mi amada Argentina natal para arrojarme a los hostiles brazos de Japón, porque a pesar de que pintan un mundo de maravillas tecnologías y una cultura ancestral, el quedarse a vivir es una experiencia totalmente diferente, la vida es costosa, trabajar es agotador y el intentar encajar es totalmente difícil para una chica como yo, si, una tímida, aburrida y responsable mujer que solo se desvela en la soledad de un acogedor apartamento, uno sumamente sencillo. Me levanto de la cama y tras pasar la puerta corrediza estoy en la cocina para prepararme un café que me haga compañía y engañe mi cerebro para que se mantenga activo, al finalizar el procedimiento dejo todo en el fregadero, ya mañana lavare todo, igual vivo sola y nadie me regañara por el desorden; me encamino nuevamente a mi cama individual y tomo asiento, enciendo la TV y reviso nuevamente los apuntes, son para una clase porque hasta ahora solo he conseguido trabajo como profesora de idiomas, recuerdo vagamente el primer día donde el pánico escénico que poco a poco he logrado superar casi me deja en ridículo.

Me distraigo momentáneamente fijándome en un anuncio televisivo, un concierto de Royz, una banda a la que he seguido desde hace un par de años, ahora su fama sube como la espuma, lo mas irónico es que estando tan cerca no he podido ir a un concierto ni siquiera a una firma de autógrafos lo cual hacen con bastante frecuencia, es que me sentiría incomoda rodeadas de lindas fans japonesas mientras que yo soy una latina con todas las letras, doy un sorbo al café que ya casi se ha enfriado, mientras disfruto del momentáneo espectáculo, todos lucen hermosos, como sacados de un otome, seguramente no podría tenerlos ni a medio metro cerca sin irme en lagrimas o desmayarme como una idiota, al terminar el anuncio vuelvo a mi trabajo.

En Tokio amanece demasiado pronto y no me refiero a la salida del sol, es que los comercios empiezan a subir las persianas antes de las 5am lo que es una suerte ya que a las 6am las calles y las estaciones del metro son totalmente concurridas, finalizo agosto, el verano queda atrás para dar paso a un fresco otoño, los arboles de la secundaria superior donde trabajo pronto pasaran de estar verdes a marchitarse y desnudarse; entro al impecable edificio y empiezo con el protocolo de calzarme zapatos que no arruinen el tradicional piso de madera. Justo a las 7am llego para pasar primero por la oficina de profesores, firmar y saludar de manera muy formal a mis colegas, a las 8 am me dirijo al aula que me corresponde. Me he amoldado al trabajo perfectamente, incluso siento que me ha hecho crecer como persona por la siempre razón de que me inculca responsabilidad, algo que hace unos meses escaseaba demasiado en mi vida, pero debo actuar como una mujer de 24 años si quiero continuar con esta maravillosa vida.

Mi jornada termina a las 4pm, por suerte al menos por este día ya que todo depende de las horas de clases, a veces suelo salir un poco temprano o bastante tarde, antes de dirigirme a mi casa entro a un konbinia comprar algo dulce como galletas o delicioso chocolate para degustar en la noche, también mi fangirl interna me lleva a adquirir una revista donde casualmente está Royz en la portada, tan seductores que no puedo dejarlos atrás incluso juraría que Subaru me hace pucheros, pero claro, son simples desvaríos de mi mente plaga de fantasías, tan pronto llego a mi acogedor hogar solo me recibe los trastos sucios, los cuales se quedaran en su lugar, ya los lavare más tarde, dejo caer mi bolso al suelo, desato mi semi-peinado cabello negro y lacio gracias a la plancha, me dejo caer en la cama con pesadez para hacer el oso durante al menos media hora, cuando mi cuerpo me lo permite logro hacerme con la laptop para revisar mis redes sociales y tan pronto como me conecto a Skype salta un mensaje.

Estrella oxidada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora