Cap 27: Olimpiadas.

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(Marian)

La tensión del ambiente es tanta que casi se vuelve niebla, es que desayunar en un completo silencio a causa del odio que se respira no es para menos, los amigos inseparables continúan sin dirigirse la mirada, para colmo hacen notar lo enfadado que están el uno con el otro, Kuina me tiende su pan tostado solo para que yo le ponga mermelada lo cual hago sin protestar, se ha vuelto un consentido a raíz de la discusión, ahora me toca dormirlo a punta de caricias, ayudarlo a bañar y casi me toca darle la comida en la boca, por supuesto que Angie y Kaoru me montan el chalequeo 24/7 ahora soy conocida como ¨Cachi¨ que viene de cachifa, gracias puta tetona, eres un amor de amiga; pero eso es lo que parezco, una esclava ¿Y cómo me paga? Atascándome el pene hasta la garganta ¡Lo peor de todo es que yo feliz de la vida!

—Yo me voy a trabajar, se me hace tarde —al fin espabilo pero en cuanto me pongo de pie las miradas me taladran.

—¿Te vas a ir y nos dejaras con todo este asunto? —me vuelvo a sentar sobre mis piernas —Creo que sería bueno pensar en cómo ¨estos¨ arreglaran su problemita porque no me la puedo estar todo el dia vigilando que no se maten el uno al otro.

—Oe Angie no tienes que ser tan exagerada, yo no mataría a nadie, pero tal vez si atenten contra mi vida —el rubio haciéndose la víctima.

—¿Por qué iba a matarte? Ni que tu vida fuera tan importante —se defiende el guitarrista.

—No empiecen otra vez, por favor —Kaoru tiene los nervios destrozados entre averiguar que putas le pasa a Tomoya y mantener en ¨paz¨ al par de amigotes.

—Marian piensa en algo —copa D me echa toda la carga a mi.

—¿Yo por que?

—Se supone que eres la nerd del grupo ¡Piensa en algo! —ruedo los ojos y de verdad intento pensar en algo, pero ellos parecen odiarse así que no será tan fácil.

—Me voy al trabajo, si se me ocurre algo les aviso —casi se caen de espaldas porque esperaban una repuesta —No me jodan a mí las cosas se me ocurren de improvisto, solo no intente matarse —me levanto de nuevo, tomo mi mochila y me dirijo a la puerta.

—Que tengas un buen día en el trabajo cariño —cierto pelirrojo me saca una sonrisa.

—Ten un buen día tu también cariño y cuida que los niños no se peleen—le respondo con suma amabilidad.

Otra vez me toca idear un plan y sinceramente ¡La cabeza no me da! Yo no soy muy buena para consolar personas y mucho menos para unirlas, pero por mi honor de nerd ¡Tengo que pensar en algo! Me distraigo tanto en mis pensamiento que mi jefe me pregunta si pienso sacarle brillo a la mesa que he estado limpiando desde hace 20min, me disculpo y continuo atendiendo mesas, se me va la mañana como nada, la hora del almuerzo es la peor de todas, aparece gente hasta debajo de las piedras, cierta discusión de una mesa cercana a la que estoy atendiendo me llama la atención, al parecer los chicos con unos machistas y la mujeres una feministas que discuten sobre la igualdad de género, al parecer ese tema está muy de moda hoy en día, al final el barullo es tanto que casi todo mundo empieza a hablar sobre eso, las mujeres crean una alianza contra los hombres y viceversa aunque nada pasa a mayores por suerte pero gracias a ese a acontecimiento se me ocurre algo. Me pido la tarde libre y como mi jefe es un amor de persona no se niega, cito a los chicos en la playa, hasta aparece una invitada mas cortesía de Koudai, lo cual me alegra ya que estaremos pares.

—¿Trajeron las cosas que les pedi? —asienten.

—Sospecho que esto es una estupidez —le enseño la lengua a Kuina para que deje de menospreciar mis planes; me aclaro la garganta para hacerme la interesante.

Estrella oxidada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora