Cap 18: Opuestos se complementan.

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(Angie)

Supongo que es un buen plan pero no confió demasiado en mis habilidades de investigación aunque según los hombres, las mujeres podemos ser todas unas agentes del FBI cuando se trata de averiguar si nuestra pareja comete una fechoría, cosa que en este caso no ayuda porque no hay tal relación entre nosotros así que mi manejo de información sobre la vida de Baru es bastante limitado, solo toca tener fe en que todo saldrá de acuerdo a los cálculos de mi compañera; por el momento me relajare un poco ya he tenido suficiente con este día detectivesco como para estar tensa frente a mi rubio, tomo un hondo respiro y toco el timbre, en menos de un minuto la puerta se abre.

—Buenas noches ¿que desea la hermosa señorita? —se recarga un poco en la puerta y cruza los brazos, esta sin playera y trae una leve sonrisa que desmorona todo su intento de actuación.

—Soy del FBI y tengo una orden de cateo así que por su bien sera mejor que coopere —decido seguirle el juego lo cual termina gustándole, me hago la intimidante y él me sede el paso, me quito los zapatos en la entrada para proceder a ¨inspeccionar¨ la pequeña sala. 

—Tal vez deberías empezar por revisarme a mi —sonríe y le devuelvo el gesto, me acerco para comenzar a toquetearlo de manera bastante indiscreta, incluso le doy un leve apretón a su paquete haciéndolo retroceder —Esto es abuso de autoridad.

—¿Te he intimidado? —no puede disimular la sonrisa avergonzada que se dibuja en sus lindos labios ¿Por que es tan lindo? por un momento casi soy cegada por el encanto de Subaru pero termino recordando mi pequeño gran problema haciendo que mi humor se desplome en tan solo un instante.

—¿Sucede algo? —niego levemente pero él no me cree ni un poquito, así que termina estrechándome entre sus brazos —Sabes que puedes decirme si algo te molesta.

—Temo que termines molestándote —me sujeta de los hombros para poder verme a la cara, su semblante a cambiado a uno dramáticamente serio lo cual me sorprende, es como si de verdad le importara que algo perturbe mi bienestar, resoplo y estoy a punto de hacer la mayor estupidez, tal vez esto arruine por completo el plan pero simplemente soy mala para las preguntas capciosas.

—Se trata de tu... de Sachiko.

—Ya te dije que ella es una fan un tanto especial.

—Me ha estado intimidando, amenazo con hacer que me echen del trabajo si no me alejo de ti —se queda pasmado —Le dije que no podía hacerlo, realmente no quiero alejarme de ti —mi voz se debilita, no quiero llorar pero simplemente me siento expuesta al confesar esto, se aleja un poco y peina su cabello hacia atrás.

—Supongo que deberé hablar con ella, le pediré que te deje en paz.

—¿Cuando lo harás? No quiero presionarte pero sospecho que el lunes pedirán que presente mi renuncia.

—Entonces hablare con ella mañana ¿te parece? —asiento un poco mas tranquila.

—Baru, se que no soy quien para opinar sobre tu vida pero se que es una mujer casada y eso me asusta un poco.

—¡¿Has estado espiándola?! —ahora esta molesto, yo y mi maldita boca.

—Lo siento, pero esa mujer me intimido, necesitaba saber si podía cumplir con sus amenazas, así que indague un poco sobre ella.

—¿Quien mas sabe sobre esto? —aprieto los dientes y el hace un gesto para exigirme una respuesta.

­—Marian..—y antes de poder abrir mas mi boca me muerdo la lengua —Solo ella —él resopla y camina de un lado a otro.

Estrella oxidada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora