(Angie)
A paso de caracol pero brillante como el sol, va progresando mi relación con Subaru, hasta ahora hemos tenido un par de citas exitosas, nos mensajeamos algunas veces al día, también suele llamar una que otra noche para una larga charla sobre las tonterías que nos ocurren día a día, estoy tan feliz que quiero ocultar todo en el fondo del océano para que nadie intente estropear lo que tanto nos ha costado conseguir, mis lagrimas de sangre poco a poco van siendo recompensadas con solo ver como mi rubio se esfuerza en ser un buen novio y yo solo le obsequio la tranquilidad de mi compañía, quiero que junto a mi tenga un espacio en donde pueda relajarse, ser él mismo, dejar atrás todo el maquillaje y la personalidad genial que muchas veces debe fingir para solo comportarse como un chico normal que dice tonterías, que a veces está molesto, al que le gusta mirar programas cómicos para reírse a carcajadas de cosas totalmente absurdas, pero que también se queda dormido a mitad de una película, verlo andar sin playera exhibiendo esos sensuales rollitos sin temor a que yo me burle pues sabe que yo también estoy enamorada de sus miles de defectos, esos mismos que opaca con su esplendida sonrisa y sus ahora dulces besos.
—Nene, no, para por favor —intento mantener mis labios separados de los suyos pues me tiene hundiendo la superficie de la cama mientras intenta pasarse de listo, sonsacándome con sus caricias insinuantes que intento detener pues tengo algo bien en claro —¡Jouji! No me acostare contigo y menos en mi departamento ya que puede llegar Marian, no quiero reclamos.
—Te dejare en paz cuando me digas ¿Por qué me tienes en abstinencia? —continua causando estragos en mi cuello a causa de sus candentes besos.
—Pero si no tenemos ni un mes de novios —busco empujarlo pero esta pesadito y yo estoy empezando a perder la fortaleza.
—¿Y eso qué? Nos hemos acostado muchas veces, aunque yo sigo deseándote como si fuera la primera vez —jadeo en cuanto captura mi oreja derecha para mordisquearla y lamerla.
—Si, pero esta vez es diferente y quiero que eso también sea diferente ¡Baru! Estoy hablando en serio, no me obligues a usar la fuerza —soy tan intimidante como un ratón salvaje, si es que eso existe, lo bueno es que logro mi cometido el vocalista al fin me da tregua, quitándose de encima pero quedando sentado sobre la cama mientras me observa.
—¿Y qué quieres? ¿Rosas y velas? —me reincorporo pero aun así no me atrevo a pronunciar una sola palabra, tan solo desvío la mirada dando a entender que ha acertado, el silencio reina entre nosotros y empiezo a creer que estoy exigiéndole muchas cosas, lo menos que quiero es arruinar esta frágil relación que apenas ha nacido hace unas semanas —Nunca he hecho algo así para una chica y me da vergüenza de que salga mal —se rasca la cabeza un tanto avergonzado.
—No pido algo muy elaborado, pero si me gustaría que fueras un tanto más dedicado, un poco más romántico —comento por lo bajo con mi voz vuelta casi un hilo a causa del cuidado con que pido las cosas —Tienes razón respecto a que ya nos acostamos muchas veces antes pero ahora quiero que me hagas el amor, me gustaría pasar de ser la chica con que te sacabas las ganas a que me veas cómo alguien especial —una sonrisa ladina se dibuja en sus labios, una de esas llenas de picardía.
—Desde hace mucho tiempo eres especial para mi —me toma del mentón un instante y guiña un ojo, mis mejillas se encienden, estoy tan estúpidamente enamorada que quiero lanzarme por el balcón.
—¡Escobaaaaaa, cepillo, haragán! —reconozco la voz que nos interrumpe ya que ha hablado en español, me giro de inmediato a mirar la puerta de la habitación para encontrarme con la pequeña silueta de Marian quien se está atascando un simple emparedado.
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Estrella oxidada.
FanfictionUn artista es una persona capaz de llenar tu vida de colores, es una figura prácticamente idolatrada que admiras como si en un pedestal de cristal reposara, una inspiración para tus días, un amor para tus fantasías. Pero no todo lo que brilla es oro...