(Angie)
—¡Y la cama estaba toda llena de petalos de rosa! Tambien habían velas, globos ¡Fue tan hermoso! Y Jouji siendo tan dulce y delicado, me abrazo y me dijo muchas veces que me quiere —mis mejillas arden mientras apretujo al señor conejo, la morenita me observa atentamente desde su pequeña mesa de estudios, yo sigo sentada en la cama chillando al recordar cada detalle de esa noche maravillosa.
—Parece que ese idiota se esta esforzando, mas le vale que asi sea —se ajusta las gafas y vuelve a sus apuntes, una punzada en mi pecho me arebata una minúscula parte de mi buen humor, tal vez estoy siendo un poco egoísta al contar abiertamente mi felicidad.
—¿Qué paso con Kuina?
—No pudimos quedar, me dijo que tenía otro compromiso —apuesto a que no se trataba de trabajo porque mi rubio se quedo todo el domingo conmigo en el hotel, y ya que el semblante de Marian no es muy animado ella también lo sabe.
—Mari ¿No seria mejor si le comentas sobre tus sentimientos? —la punta de su lápiz se parte al igual que su concentración, alza la mirada para fulminarme.
—No seas estúpida, lo arruinaría todo, seguro que pega la carrera o peor aun, se burla y me manda a mi casa, o quizás prefiera ignorarlo —se rasca la cabeza, incluso yo estoy confundida por tales posibles reacciones —Es un idiota de primera, así que mejor olvidemos ese tema.
—Tu de verdad lo quieres mucho —suelto sin mas.
—No exageremos, si admito que guardo sentimientos por él, pero asi de quererlo como tu estas soltando la baba por Subaru pues...
—Mentirosa, si lo quieres, por eso tienes tanto miedo de arruinarlo, de que te rechace, te dolería mucho y prefieres esconder tus sentimientos solo para que se sigan viendo asi sea para acostarse —en cuanto piensa reclamarme le clavo una ultima estaca —¡No te atrevas a negarlo! Somos mejores amigas y te conozco bien y por eso me atrevo a decirlo, jamás te había visto comportarte de esa manera, incluso el cómo hablas es distinto —guarda total silencio —¿Recuerdas esa temporada que fuiste a visitarme? Aquel chico que se enamoro de ti, era muy dulce y atento, pero a ti no te gustaba del todo o nunca te gusto, mencionaste que no querías lastimarlo pero aun asi lo rechazaste de manera bastante fría, el termino odiándote y a ti te dio totalmente igual.
—¿Y eso que tiene que ver? —esta molesta como una pequeña porque la estoy acorralando y odia quedar así de expuesta.
—Porque si Kuina termina odiándote o ignorándote se que sufrirías mucho, estas muy enamorada de él y tienes miedo de que eso pase —resopla.
—Odio cuando haces eso ¡Lo odio! —golpea la mesa con sus pequeños puños —Me rindo, tienes toda la razón ¿Feliz? ¿Satisfecha?
—No tienes que sentirte mal, a mi también me paso pero yo decidi confesar mis sentimientos, no termino de la mejor forma esa vez pero ahora mira lo que paso ¿No crees que deberías intentarlo? —su aura es cada vez peor, se que la estoy molestando mas de lo que debería.
—¡No! ¿Sabes por que? —niego —Porque nosotras somos muy diferentes, tu eres linda, adorable, dulce, encantadora y pare de contar, incluso sin decirlo se te notaba a leguas que estabas bobita por Subaru y por supuesto que al él no termino molestándole el quedarse con una chica como tú y luego estoy yo que soy un desastre, no hay día que no me pelee con Kuina, le vivo diciendo que es un idiota, molesto, estúpido, abusivo, exasperante ¡Y es verdad! Me pone los nervios de punta y el que yo lo quiera no cambiara la forma en que lo trato, entonces ¿Acaso tomaría en serio los sentimientos de alguien como yo? —queda el silencio incomodo entre ambas, no puedo decirle que deje de ser ella asi que tiene algo de razón en todo lo que ha dicho, me ha dejado sin consejos que darle, le dejo retomar sus estudios y yo decido ver la TV aunque en mi mente sigue revoloteando la situación de esos dos, porque me gustaría que Marian también sonriera como yo lo hago hoy al ser tan feliz porque mis sentimientos son correspondidos.
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Estrella oxidada.
FanfictionUn artista es una persona capaz de llenar tu vida de colores, es una figura prácticamente idolatrada que admiras como si en un pedestal de cristal reposara, una inspiración para tus días, un amor para tus fantasías. Pero no todo lo que brilla es oro...