Nerdy tipe.

X.

Un día le pregunte a mi abuela: ¿Que es el amor?

Ella me dijo que es saber todo de una persona y aun así, quererla como el primer día. Es conocer a alguien a fondo, saber todas las cosas malas de esta persona, y aun así, seguir allí.

Amor es cuando sabes, cual es su comida favorita, su película favorita, su canción favorita y aprendérsela, por esa persona, su forma de caminar e incluso de mantenerse de pie.

Saber su segundo nombre, y que cuando estés molesto con esa persona, decir su primero y segundo nombre como si lo estuvieras insultando.

Cada una de esas pequeñas cosas cuentan, esos pequeños detalles, son el amor.

Estos días sin Stuart han sido intolerables, Lux no sabia que clase de enfermedad tenía como para que faltara 3 días al colegio. A lo mejor era algo mas fuerte que una simple gripe.

No le gustaba estar sin Stuart, ahora que lo conocía no quería desperdiciar tiempo a menos de que fuera con el.

Era aceptable. Supongo que eso es lo que hace el amor. Porque sin duda, Lux amaba a Stuart.

Es que, el nunca había faltado al colegio tanto tiempo. Ella sabe de eso, había sido su admiradora por años.

Esa tarde, después del colegio, lux fue al kiosco, y pidió lo mismo de siempre; 2 jugos de naranja y 2 barras de granola.

La chica que los atendía siempre la miro raro, ya que siempre eran Stuart y Lux. Aun así, le dio la orden con el mismo entusiasmo de siempre.

Ella abrió su laptop y se puso a investigar, luego reviso su teléfono y vio el mensaje que Stuart le había enviado esa semana, diciéndole cual era la dirección de su casa.

Tomo los dos jugos y las barras y las metió en una bolsa de papel. Le agradeció a la chica y se fue caminando hacia la casa de Stuart.

Quedaba un poco lejos pero se arriesgaría. Al llegar, vio la calle sola, a excepción de un taxi que iba cruzando la esquina. Llego a la casa de Stuart y lo vio allí parado en el pórtico con una maleta.

—Hey— llamo Lux. Stuart se asusto y dejo caer las llaves. Se le vio algo nervioso.

—Hola—dijo el viendo a Lux, recogió las llaves—¿que haces aquí?—le pregunto mientras abría la puerta.

—Me preocupe por ti, faltaste muchos días y...—ella lo vio— nos traje esto—le tendió la bolsa.

—Lo lamento, no quise faltar—dijo tomando la bolsa, al abrirla sonrió— ¿quieres pasar?

Y ella solo sonrió.