XLVII.

235 20 3
                                    

Stuart.

Siento un tacto caliente en comparación a mi tacto que está helado por mi cuerpo vegetal.

Reconocería ese perfume con olor a vainilla donde sea.

—Lux— Espero que no sea otra de mis alucinaciones.

—Hola, Stuart— la escucho, sin embargo, no he abierto los ojos.

Mi cabeza duele mucho, debe ser una resaca.

Una puerta se abre y la mano se aleja de mí.

No te vayas, no ahora, por favor.

Las palabras no salen de mi garganta.

—Doctor— esa es su voz.

—Supongo que usted es la señorita Lux, Stuart no ha dejado de hablar sobre usted desee que llegó, luego cayó dormido por los sedantes.

—¿Hablo de mi?

—La llamaba constantemente, sus compañeros dijeron que antes de caer inconsciente el la veía en todos lados, como una esparcía de alucinación, estamos estudiando su caso.

—Alto ¿Su caso? Stu no está enfermo, no lo deberían tratar como tal, me parece que solo estaba bajo influencias del alcohol y ya— el doctor la interrumpió.

—Los análisis salieron positivos en cuanto a drogas— Lux se atragantó.

—¿Dr-drogas?— hubo un silencio— ¿Cuando va a despertar?

—En un par de horas, posiblemente, el horario de visitas termina a las 7 de la tarde, vendré en un rato.

—Gracias, doc— se abrió la puerta y luego se cerró.

—Inútil— susurro lux.

Posiblemente estaba pensando en la idiota que debía ser ese tipo como para ser doctor de un hospital.

—¿Cómo ese tipo logró graduarse de doctor?— Su comentario me saco una sonrisa, aún dolía, todo.

Luego de eso no escuche nada más y deje que los sedantes siguieran haciendo efecto, aunque lo único que quería era despertar.




Mi sueño se fue de repente, sentía que energías no me faltaban, sin embargo la cabeza dolía jodidamente.

Me levante y abrí los ojos lentamente, unos rayos de sol se colaban entre las persianas, y gruñí.

Gruñí por qué me levante con dolor de cabeza, un humor de perros y para finalizar, unos rayos solares indebidos.

Hasta que voltee, ahí estaba ella, durmiendo con una manta azul sobre su cuerpo, tenía un rastro de saliva en su boca, lo que me hizo reír. Pero mi risa no la despertó.

Eso es lo que ella provoca, son los efectos que ella causa en mí.

Tome el botón rojo y lo presione, de inmediato una enfermera entro, tomó una libreta y me hizo preguntas, al final me dio un par de pastillas y un vaso de agua.

—Me daría la hora, por favor— la señora vio su reloj a través de sus lentes.

—Son las 3 de la tarde, cariño— me sorprendí, dormir demasiado. Voltee a ver a lux— Es un encanto, se quedo aquí todo el rato que estabas dormido, te hablaba y a veces reía sola, es adorable— hizo una pausa— cuídala, por qué lo vale.

Vale mucho más de lo que cualquiera pensaría.

(-3)

Nerdy tipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora