Nerdy tipe.

XLVIII.

Lux.

¿Alguna vez pensaron en la muerte? Sé que es un tema poco común, pero del cual tengo mucha curiosidad.

No. No me quiero morir, si es lo que piensan.

Una vez, cuando estaba en primaria, me sentía muy mal, recuerdo que había comido mucho ese día y me dio un malestar estomacal, estaba leyendo un libro cuando de repente una niña se acercó a mí, y empezó a hablarme, fue extraño, por qué me maree y empecé a ver puntos negros, la niña me preguntó que si estaba bien y antes de contestarle, caí de rodillas al piso, pero sentí que al instante me volvía  a levantar. Fue mi primer desmayo. Llamaron a mi mama y ella vino corriendo al colegio. Cuando me desperté le dijeron a mama que había pasado una hora entera inconsciente. Y yo, con la corta edad de 10 años, me pregunté: ¿Así se siente morir? Por qué si es así, no es tan malo entonces, es como quedarse dormido.

Cuando vi a Stuart en la camilla pensé muchas cosas, el estaba durmiendo, pero las escenas de "Si decido quedarme" no tardaron en llegar a mi mente. Tal vez el sentía mi presencia, el me escuchaba, él me veía. Así que me dispuse a hablarle, sonara ridiculo pero a veces sentía que el en serio me escuchaba.

Luego de un rato caí dormida, una voz masculina y ronca, y una voz femenina me levantaron de mi siesta, eran Stu y la enfermera.

—Que bueno que ya despertaste— la enfermera estaba viéndome a mi, luego guió su mirada a Stuart— Estas de suerte, ya podemos darte de alta, el efecto del alcohol ya pasó.

La enfermera salió de la habitación, la ropa de Stuart estaba en la mesita a su lado. Stu se levantó de la camilla con esas batas que por atrás son descubiertas, dejándome ver su pálido trasero.

Mi cara de puso roja de inmediato y no sé por qué, pero sentí la necesidad de taparme los ojos. El entro al baño a cambiarse, y luego de unos minutos (en los que, admito, respiraba como una loca tratando de calmar mi respiración) el salió con unos jeans y una camiseta y sus zapatos deportivos.

—¿Te sientes bien?—Asentí tan rápido que sentí que mi cuello se iba a fracturar —¿Estás segura? Estas roja.

—Cosas mías— y una tonta risa salió de mi garganta—¿Vamos?

El estiro una mano hacia mi.

—¿Ya mencioné que no soporto los hospitales?— dijo tomando mi mano, cariñosamente— Te extrañe mucho, Lux.

—Yo te extrañe a ti, Stuart— sonrió y beso mis labios por un momento, pero me separe.

—¿Qué ocurre?

—Sabes a Vodka— el rodó los ojos— amo el vodka— dije atrayéndolo nuevamente a mis labios.

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