XXV.

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Soy firmemente creyente de que no todo lo que haces necesita una explicación. Si quieres un tatuaje, háztelo.

Si prefieres quedarte en casa esta noche, está bien, pierde ese partido, cita o lo que sea. Recuerda que estás viviendo para ti mismo.

Y que no le debes a nadie una explicación de tus opciones o preferencias.

—¿Estas segura de esto?¿Es lo que quieres?— preguntaba la madre de lux.

—Que si, madre— Respondía lux con dejadez antes de entrar al oscuro establecimiento. Estaba emocionada, no sería nada del otro mundo, sería algo pequeño, pero un paso realmente grande.

Hasta que...

—¿Lux?— pregunto una voz masculina.

No puede ser, esto tiene que ser una broma pensaba lux.

—¿Stuart?— se volteó a verlo.

Cargaba un pantalón negro, un suéter negro y unos converse, se veía tan Diferente, se veían tan diferentes. El negro le quedaba bien, lo hacía lucir más pálido y tenía que admitirlo, se veía muy bien.

—¿Qué haces aquí?— preguntaron al mismo tiempo.

La madre de lux río, pero callo inmediatamente.

—¿Cómo está, señora Rosie?— Stuart se dirigía a la madre de lux.

—Muy bien, Stuart— él le tendió la mano y ella la acepto, la verdad es que, aunque El Niño que tenía en frente le allá partido el corazón a su hija, a ella le caía bien, por qué creía sabiamente en que ese no era el final de su historia— Los dejo solos— y se perdió adentro de el establecimiento.

Ella lo veía, El la veía, y se veían mutuamente.

Sus ojos conectaron, y el sonrió, ella quería sonreír pero sentía dolor, no quería ser una falsa, sentía que su sonrisa no era real.

—Ya no me amas— dijo el.

—¿Es una afirmación o una pregunta?— preguntaba lux, se empezaba a poner nerviosa, por qué eso hacía su presencia— ¿Es literal o retórica?— el bajo la mirada y sonrió, mordía su labio para no soltar una carcajada— Puede presentarse bajo dos modalidades: la interrogativa, si la respuesta solo admite un sí o un no y el quaesitum si demanda una respuesta supuestamente más compleja— ahí salió, "Wikipedia".

El se empezó a reír.

—No te rías, idiota— ella lo empujó.

—Idiota, Todavía te pones nerviosa— el tomó su mano.

—¿Y eso que?

—Te lo haré más sencillo ¿Todavía me amas?— el tomó sus dos manos.

—Jamás deje de hacerlo— y lo hizo, él se inclinó hacia ella y juntaron sus labios, los elefantes en él estómago de lux volvieron, su espina dorsal sentía un cosquilleo incesante, y sus labios, sentía como los labios de Stu estaban fríos, y el sentía el calor que le transmitía lux, porque, con solo un piquito, porque eso fue lo que se atrevió a darle, sintió todo lo que no había sentido antes.

Nerdy tipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora