XXXI.

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Todo en esta vida es relativo, por qué, cómo se dice: "Del amor al odio hay un solo paso" déjenme decirles que de la vida a la muerte también lo hay.

Stuart llevaba 2 días, 2 malditos días en coma, no sé qué quería Dios o aquella razón o fuerza que haya provocado esto, pero era tedioso y angustiante.

El primer día que pase aquí en el hospital cuando recién me enteré del accidente me dispuse a llorar. Hoy he estado todo el día hablándole.

No estoy muy segura de lo que se siente estar en coma (Gracias al señor) pero tengo entendido que es como el 'Sí decido quedarme' o ese episodio de hannah Montana. Ellos pueden ver y escuchar a través de su alma.

—Fue muy raro por qué le dije que de Cancún a Bogotá no era tanto tiempo, y ella me dijo— estaba contándole una rara anécdota que se me había ocurrido en lo que sostenía la mano de Stu, cuando de repente, esta se movió—¿Que? ¿Stuart?— me levante de un salto y me acerqué a su cara.

Otro apretón de mano. Hasta ese segundo apretón no me había dado cuenta de cuando la máquina empezó a sonar según el palpitar del corazón de Stuart, estaba tan inmersa en la historia que no me di cuenta de lo que pasaba a mí alrededor.

—Lu-uz— escuche su voz entrecortada.

—¡Stuart!— mis ojos se empañaron inmediatamente— ¡Un doctor! ¡Necesito un doctor! Ya despertó— un par de enfermeras entraron y me dijeron que se había acabado la hora de visitas.

Salí de la habitación, viendo por la ventanilla de esta como las enfermeras se movían por la habitación.

Me sentía cansada pero más que eso, estaba feliz. Una vez que me apretó la mano, volví a respirar yo también.

No de forma literal, duh.

Fui a la máquina de café y tome un moccacino, en la máquina expendedora compre unas galletas de chocolate, y me dispuse a comer. Mi mano temblaba, y aún tenía mi pijama, no me había bañado, no había salido de este hospital, no había salido de esa habitación. Simplemente por que, no podía.

Elegí creer que si yo estuviera en una situación así, Stuart cuidaría de mi. Su madre y su padre vinieron, si. Pero tenían una reunión y me pidieron quedarme. Dijeron que volverían en la noche.

5:38 de la tarde.

Cuando las enfermeras salieron, entre a escondidas a la habitación. Stuart estaba recostado en la camilla con los ojos entrecerrados.

—¿Estoy en el cielo?— dijo con voz adormecida.

—No— le dije con voz suave—¿Por qué?

—Por qué estoy viendo a un ángel— mi corazón se derritió de ternura.

—Eres un idiota—dije acercándome a la camilla.

—Soy TU idiota— dijo el tomando mi cara entre sus manos y acercándome a su rostro, juntando nuestros labios en un beso.

Nerdy tipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora