Desperté con una caja en la mesilla de al lado y la abrí. Vi el móvil, era blanco y nuevo, lo cogí con cuidado. I phone. Suspiré. Era una modelo superior al que tenía antiguamente debería costar un dineral, Edgar entró.
-Perdón- dijo -Ayer bebí un poco, terminé tu cubata.
Negué -¿Por qué? - le señalé al móvil - Me lo compraré yo- lo guardé con cuidado y se lo devolví.
Negó -Lo rompí yo, y quiero hablar contigo todos los días, acéptalo - Cedí, en el fondo quería ceder. Lo encendí y empecé a averiguar cosas sobre él. Tenía una cámara bastante buena, eso me gustaba.
-Gracias - susurré
*
Vuelta a la rutina de Jesolo. Hoy iría con las chicas ya que hacía bastante que no quedaba y tampoco quería desplazarme del grupo. Invité a Cristina, seguro que las caería bien. Expliqué a Agata todo lo que había hecho estos días y a Cleo y Rebecca como había conocido a Avril. Ulisse y Carla estaban por mi casa como el que no quería la cosa mientras yo no me atrevía ni a mirarles a la cara. No había vuelto a hablar a Ulisse desde que leí su carta. Entré en mi habitación dispuesta a tumbarme por un rato cuando una mano muy familiar para mí no me permitió cerrar la puerta.
Carla rodó dentro de mi habitación y se sentó en la orilla de mi cama -No contestaste mis mensajes -dijo en voz baja sin mirarme .
-Se me rompió el móvil- lo alcé para que lo viese -No tenía tu número, es nuevo.
Asintió y se mantuvo callada, después de unos segundos de silencio y de permitirme a mí misma sentarme en la cómoda renovó la conversación -Te echo de menos.
La miré callada. La que calla otorga. Mi mirada lo decía todo. Se acercó despacio a mi lugar y agaché la cabeza -Y yo a ti- me quité la frialdad y me abrazó fuerte. Respiré agitadamente en su hombro - ¿Por qué Ulisse? - me atreví a preguntarla cogiéndola con ambas manos por los dos hombros.
-Porque él se parece a ti... y tú eres lo mejor que he conocido nunca - dijo en un suspiro.
Me sonrojé -Yo sólo quería que me lo hubieses contado, no creía, porque actuaste tan bien hablando con Hugo en Poveglia...
-Lo sé... quizás debí contártelo.
-Sí...- volví a bajar la cabeza.
-Sólo sé que no puedo estar sin ti -susurró y me cogió de ambas manos -Eres la persona más valiente que he conocido nunca. No me imagino con otra mejor amiga que no seas tú.
-Yo echo de menos tus lloriqueos por todo... y tus besos diarios en mi frente, echo de menos salir con las chicas sin sentirme incómoda por no poder dirigirte la palabra, te tomo como una hermana más...Carla - se estaba empezando a formar un nudo en mi garganta y decidí cortar el tema por mi bien. - ¿Hoy saldrás con las chicas? Voy yo...
-Sí, habíamos planeado esto hace bastante, además Ulisse estará con sus amigos por allí - se sonrojó
-¿Cómo fue? - indagué.
-No sé, yo le miraba y él a mí y...surgió. A partir de ahí un día quedamos y fuimos a tomar algo y él me...
-Para, para. Demasiada información que procesar - hice un gesto con mis manos y reí. -Vale que seas mi mejor amiga, pero cosas así de mi hermano, no. Out.
Carla interrumpió mi hora de siesta y me obligó a vestirme en condiciones para salir, sin saber si quiera dónde íbamos. Estaba cansada por la semana que había pasado con Edgar, no me habían dejado aflojar ni un minuto, por otra parte me entretenía y me venía bien. Lo conté a Carla sobre mi trabajo hasta llegar al sitio acordado que acordé con Cristina para vernos. Me sonrió y la abracé fuerte.
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Punto muerto.
Teen Fiction"Una pesadilla es algo de lo que se puede despertar, pero de la vida no, no es tan fácil, a veces es bueno acumular recuerdos y guardar secretos... Porque, ¿Si no puedes mantenerlos encerrados dentro de ti, por qué otro debería hacerlo?" Adentrarte...