Desperté tarde no tenía nada que hacer hasta las siete y media que había quedado así que decidí bailar durante gran parte de la mañana hasta que Edgar me llamó al móvil.
—Ayer no hablamos.
—Últimamente paso mucho del whatsapp.
—Bueno... ¿Qué tal dormiste?
—Bien—por primera vez en mucho tiempo no mentía.
—¿Cuándo nos veremos?
—Esta noche.
—¿Todo el día sin ti?
—Has estado meses sin mí— me reí.
—Eso no significa que no te haya echado de menos. Y te echo de menos ahora mismo.
—Y yo a ti. —Agata llamó a mi puerta—Edgar, espera. — Puse la mano en el auricular del móvil y me dirigí a Agata— ¿Qué pasa?
—Nina, allí abajo hay un tío que dice conocerte. —La miré raro.
—No miento.
—Ummm…vale, ahora bajaré. —Esperé a que Agata cerrara la puerta y destapé el auricular —¿Edgar?
—¿Sí?
—Tengo que irme. Luego hablamos, o nos vemos o lo que sea ¿Vale? — Colgué. ¿Quién coño estaría abajo?
Me hice una coleta y me puse lo primero que pillé. Abrí la puerta y estaba Diego ¿Pero…?
Salí de casa—¿Qué haces aquí?¿Eres un acosador?
—No. —se rio. —Vamos a andar.
Ya que no tenía nada que hacer acepte su oferta.
—¿Cómo sabes dónde vivo?
—Tienes unas amigas muy bocazas.
—¿Cuál de todas a sido? —Me reí.
—Se llama Kim.
Me volví a reír— Y bueno ¿Qué te trae por aquí?
Era un chico con el que había cogido más confianza de lo normal en poco tiempo.
—Cerré la tienda. Es sábado. Y me aburría y como estabas cerca…dije bueno ¿y por qué no? Y aquí me tienes.
—Gran explicación, con mucho sentido. —Le dije vacilándolo.
—No soy un violador. — me aseguró riendo.
—O tal vez sí ¿Quién sabe? Oye, ¿Y por qué cierras la tienda? Tom la abría.
—Ya pero Tom no está.
—Ya pero yo quiero tabaco. —contrataqué.
—Sabía que me lo ibas a decir— sacó un paquete del bolsillo. ¿Con un chico con tabaco y vaqueros qué chica querría uno vestido de etiqueta y con flores? — Invita la casa.
—No lo puedo aceptar.
—¿Por qué no?
—Pues no lo sé, es lo que se suele decir.
—Bueno, me he dado cuenta de que tú no eres como todas así que en este caso sí que puedes.
—¿A qué te refieres en no ser como todas?
—No todas las chicas suben solas al acantilado.
Me quede parada, de piedra, no sabía qué hacer y mucho menos qué decir. Así que decidí decir lo primero que se me cruzo por la cabeza.
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Punto muerto.
Teen Fiction"Una pesadilla es algo de lo que se puede despertar, pero de la vida no, no es tan fácil, a veces es bueno acumular recuerdos y guardar secretos... Porque, ¿Si no puedes mantenerlos encerrados dentro de ti, por qué otro debería hacerlo?" Adentrarte...