Ahí estaba, con su pelo rubio y sus ojos azules en cólera.
- ¿QUE COÑO TE HE HECHO YO A TI PARA QUE DESTROCES MI MOTO?- me gritó.
Si supiera que era de otra persona me disculparía, pero me habían castigado por su culpa y no pensaba dejarle ganar aquella vez.
- FUE UN ACCIDENTE - le grité yo.
- ¿UN ACCIDENTE? MIRA COMO LA HAS DEJADO.
- SÓLO ES UN ARAÑAZO IDIOTA.
- SOLO UN ARAÑAZO, SOLO UN ARAÑAZO, YO TE...
- ¿Qué es lo que está ocurriendo aquí chicos? - dijo el director Frankin, un hombre bajito y calvo, pero que imponía respeto allí a donde iba - no voy a permitir esta clase de espectáculos en mi institución, así que todos los que no tengan que ver con esto pueden marcharse.
Esas simples palabras hicieron que los alumnos que estaban viendo la discusión se marcharan, dejando el lugar vacío salvo por nosotros tres.
- Señor, esta chica me ha arañado la moto y ni siquiera me ha pedido disculpas.
¡Será chivato!
- Señorita Woods, ¿haría el favor de acompañarme a mi despacho?
- Claro señor - dije avergonzada.
Lo que me faltaba ahora, por favor que no me expulsen.
- Ey Lis ¿Qué ha pasado? - dijo Jenn acercándose.
- Tu amiga no sabe respetar las cosas de los demás - respondió Jason por mi.
- Creo que tu no te llamas Elisabeth - le respondí.
- Señorita Woods ya basta, acompáñeme inmediatamente.
Seguí al director mientras le echaba un último vistazo a Jenn que estaba observando a Jason con cara de haber visto a un dios del olimpo.
Vamos Jenn es sólo una cara bonita.
Nos adentramos en el instituto y allí nos dirigimos al despacho del director, este abrió una puerta que daba a una sala con varios cuadros colgados en la pared, todos de diplomas y títulos, una gran alfombra persa adornaba el suelo pero lo que más imponía era quizás el emorme escritorio que había en el centro de la habitación. Era la primera vez que estaba en ese lugar.
-Siéntese señorita - dijo dejándose caer en su asiento que era casi el doble que él.
Le hice caso y me senté justo en frente de él y de su mirada fulminante.
- Verá señor puedo explicárselo...
- Nada de excusas, en este instituto no se permiten actos de vandalismo ¿Lo entiende?
- Lo entiendo señor, pero es que yo no...
- Pero es que nada, como tiene un expediente impecable y es la primera vez que está aquí, no la expulsaré.
Eso me hizo suspirar de alivio.
- Pero tendrá que hacer trabajos en el instituto al menos durante un mes.
- Pero señor...
- No me replique señorita o me veré en la obligación de expulsarla.
- Está bien - dije rindiéndome.
- A partir de ahora vendrá todas las tardes de 16:00 a 19:00 y se dedicará a hacer lo que nuestro conserje le indique ¿Está claro?
- Muy claro.
- Bien ahora puede marcharse y espero que esto no se repita.
Me levanté y me dirigí a la puerta de salida, dónde lamentablemente Jenn ya no estaba, sus padres eran muy claros con los horarios de llegada y salida, si los incumplía se quedaba sin coche. Asi que me tacaba ir andando ya que el bus ya había pasado.
- ¿Qué es lo que te ha dicho el director? - me preguntó Jason, apareciendo de repente a mi lado.
- A ti no te importa - le dije cortante.
- ¿Por que eres tan borde?
Preferí no contestar a esa pregunta y seguí caminando, me iba a llevar un rato llegar hasta mi casa.
- Es una pena, al menos si te disculparas a lo mejor podría hablar con el director y decirle que todo fue un accidente, ya que soy una buenísima persona
- Ahora no lo necesito idiota - le dije fulminándolo con la mirada.
- Cuanta agresividad para un cuerpo tan pequeño.
Es verdad que era alto, me llevaba una o dos cabezas, pero aquello que dijo sólo consiguió cabrearme todavía más.
- Es una pena también que no fueras más maja conmigo cuando me conociste, porque supongo que tienes que ir andando ya que tu amiga, que por cierto es bastante más agradable que tú, se ha ido y yo tengo una moto en la cual podría llevarte, pero bueno ¿ahora ya no importa no?- dijo riéndose y dándose la vuelta, supongo que para ir a buscar su moto.
Maldito capullo engreído, que se creía...
Casi me da un infarto cuando una moto paró justo a mi lado,tuve que ponerme una mano en el corazón, que iba a mil por hora. La persona que la conducía se levantó el casco y me miró con altanería.
- Ya nos veremos Lis - dijo arrastrando la ese y guiñándome un ojo.
Un escalofrío me recorrió la espalda cuando pronunció mi nombre, quería echarle la culpa al asco que le tenía pero un lugar oculto en mi interior me decía que aquello no había tenido nada que ver con eso.
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Recuerdo
Romance#EDITANDO Han pasado 4 años y Elisabeth Woods no consigue olvidarse de la persona que más quiso y la que más daño le hizo. El pasado la persigue, pero por fin parece haber encontrado una luz al final del túnel, una luz con unos preciosos ojos casta...