Capítulo 15

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13 de octubre del 2009

Me desperté al día siguiente por una patada que Jenn me propinó en mi costado. En ese momento decidí que ya era hora de comprar un colchón hinchable, así la próxima vez que la pelirroja durmiese en mi casa no volvería a despertarme a lo karate kid.
Me levanté y tiré de las sábanas haciendo que mi mejor amiga rodase por la cama y se cayese al suelo.
- Vaya - dijo bostezando - recuerdame que te llame la próxima vez que no me quiera levantar de la cama un día de instituto.
- Estaría encantada de ayudarte.
- Cuanta delicadeza - me dijo levantándose y bajando las escaleras hacia la cocina - ni que ayer hubieras tenido por cita a un adefesio, serás la envidia de muchas chicas.
- ¡No fue una cita! - le dije chillando.
- Eh...Lis, o estoy alucinando o hay una mujer desconocida en tu cocina.
¿En serio? ¿Ahora también se queda a dormir?
Allí estaba, la nueva novia de papá atracando mi cocina por segunda vez. Esa relación estaba avanzando demasiado rapido.
- Asi que la pequeña Lisi ha tenido una cita.
A Jenn se le escapó una carcajada, era la primera vez que una de las novias de mi padre me soltaba algo como aquello.
¿Pequeña Lisi? ¿qué se pensaba que era?, ¿un poni?
- Eso es algo que a ti no te interesa - le dije irritada.
- Por supuesto que sí, pronto seré tu madre, deberías empezar a respetarme y a contarme todo lo que hagas.
Oh no, está peor que las otras.
- Bueno, me tengo que ir, ya hablaremos Lis - me dijo Jenn intentando salir de aquella incómoda situación.
No podía culparla por ello, si yo estuviera en una casa ajena y me encontrase con alguien como Monic también me iría pitando.
La acompañé hasta la puerta y me despedí de ella, sabiendo que quedaba una charla pendiente sobre Mike y lo que había pasado cuando me fui.
- Bien, ¿vas a contarme ahora lo de tu cita? - dijo Monic apareciendo de repente.
- No, porque para empezar no fue una cita, ahora si me disculpas, me iré a mi habitación.
- No, debemos hablar, tu padre me ha dejado a tu cargo y tengo que saber que es lo que haces.
- Monic, hay algo que debes saber - dije subiendo las escaleras - no tengo dos años y no vas a ser mi madre.
Dicho esto cerré la puerta de mi habitación y me concentré en estudiar.
Después de toda la tarde intentando ignorar a la insoportable de Monic, que había entrado en mi habitación por lo menos cinco veces por tonterías como la de si tenía algún pintauñas, oí la puerta de casa abrirse y la voz de mi padre. Su llegada significaba que me libraba de su novia al menos durante una noche. Escuché como subía las escaleras y no tardó en llamar a mi puerta.
- Hola cielo - dijo entrando y sentándose en mi cama.
- Hola papá.
- Monic me ha contado vuestra conversación de hoy, me ha dicho que has sido muy cruel con ella.
No podía creérmelo, ¿desde cuando las novias de papá lo ponían en mi contra?
- Pero es que eso no es...
- Lisi, sé que para ti esto es difícil, pero Monic me gusta y quiero que esta vez salga bien, asi que ¿podrías darle una oportunidad?, ¿por mi? - dijo poniendo su cara que más me ablandaba.
- Sí papá, lo intentaré.
- Así me gusta, ahora iré a preparar la cena y tú ve a disculparte con Monic.
Y así como vino, se fue dejándome con el marrón de disculparme por algo que no había hecho.
Y por primera vez en mucho tiempo mi teléfono sonó para salvarme de la horrorosa situación que se me venía encima.
- Hola pequeña Lisi - me dijo Jenn desde el otro lado de la línea.
- Como vuelvas a llamarme así, te prometo que te cuelgo.
- Uy cuanta agresividad, llamaba para contarte como fue todo después de que te fueras.
- Me lo suponía - le dije esperando que me contase como había ido todo.
- Definitivamente es el chico más increíble que he conocido nunca - dijo soltando un suspiro.
- Jenn casi no le conoces.
- No hemos parado de hablar desde que nos conocimos y ayer después de que os fuerais dimos una vuelta y me pidió otra cita. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien con un chico.
- Me alegro por ti Jenn.
- Bueno, cuéntame y a ti que tal te fue con Jason, siento que te haya tenido que acompañar, después de lo que soltó en la cena pensé que lo matarías.
- Estuve a punto, pero no se me ocurría ningún sitio para esconder el cadáver.
- Si te sirve de algo, se que se siente muy mal por haberte dicho eso.
- ¿Y tú como lo sabes?
- Se lo ha dicho a Mike, creo que en el fondo guardáis unos sentimientos el uno por el otro que escondéis llevandoos como el perro y el gato.
- Bueno Jenn, te dejo en tu mundo de cuento de hadas y yo me vuelvo a mi realidad donde tengo que aguantar a la pequeña Monic.
- Suerte amiga.
Me dirigí a cenar pensando en lo último que había dicho mi mejor amiga, que yo guardaba sentimientos hacia Jason.
Una auténtica locura ¿no?

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