Recuerdo

Capítulo 25

Llamé a Jenn anegada en lágrimas.
- Lis, ¿ocurre algo? - me preguntó preocupada, ni siquiera sabía la hora que era, seguramente pasaba de madrugada.
- Jenn, necesito que vengas a buscarme.
- ¿Lis estás bien? Dime donde estás.
- No lo sé, en una fiesta en casa de un amigo de Jason, necesito que vengas Jenn.
- Vale, no te muevas, voy a buscarte - dijo colgando el teléfono.
No sabía como iba a encontrar el lugar si ni siquiera le había dicho el sitio. Sentía como todo me daba vueltas pero aún así intenté llamarla de nuevo, dándome cuenta de que se me había apagado el móvil. Sin saber como revivirlo y sentada en el suelo esperé a que la pelirroja encontrase aquella casa.

- Oh Dios mío Lis - escuché que decía una voz.
Abrí los ojos para encontrarme a una Jenn realmente preocupada. Me ayudó a incorporarme y a subirme a su coche y mientras conducía un teléfono sonó. Noté como el coche paraba y la pelirroja contestaba a la llamada. - Si, estoy con ella... hablamos más tarde ¿vale?, tengo que colgar... Te quiero, adiós.
Colgó el teléfono y se puso a conducir de nuevo.
- ¿Cómo me has encontrado? - le pregunté arrastrando las palabras.
- Mike averiguó donde era la fiesta, por Dios Lis ¿cuanto has bebido?
- No tengo ni idea - le dije con sinceridad.
Llegamos a su casa, donde por suerte no se encontraban sus padres, al parecer se habían ido de fin de semana y ella iba a pasar la noche con Mike, le había fastidiado sus planes. Me sentí la peor amiga del mundo.
Me ayudó a cambiarme y me obligó a beber varios vasos de agua, cuando acabé el último empecé a llorar otra vez.
- Lis, por favor no llores, dime que ha pasado - dijo abrazándome.
- Tenías razón ¿sabes? - le dije - estoy enamorada de él Jenn y me dejó sola y...
- Voy a matarlo, te juro que lo mato.
- No Jenn, a mi me importa, es un idiota, pero me importa.
Empecé a sollozar, dejando la camiseta de Jenn empapada mientras le explicaba todo lo que había pasado, hasta que ya no me quedaron lágrimas en mi interior.
El teléfono volvió a sonar justo en ese momento.
- Mike está bastante preocupado - me dijo.
- Contesta - le dije sabiendo que no tenía intención de hacerlo por si me molestaba - estoy mucho mejor, en serio contesta.
Se levantó y cogió su móvil, para justo a continuación meterse en el baño.
- NI SE TE OCURRA DECIRLE DONDE ESTÁ A ESE CAPULLO - la escuché gritar.
- ME DA IGUAL SI ESTÁ MAL MIKE...
A partir de ahí bajó el volumen impidiéndome saber más de esa conversación.
Sabía perfectamente a quien se refería, Jason debía de haber acabado con aquella chica y se habría acordado de que existía y de que había ido con él.
Que te den idiota.
Estaba muy enfadada, nunca me había emborrachado y me prometí a mi misma que aquella sería la primera y la última vez que lo haría. Además aunque me molestaba admitirlo, estaba preocupada por él, sabía que había bebido lo mismo que yo y no tenía ni idea de en que condiciones se encontraba, ni si...
Jenn interrumpió mis pensamientos saliendo del baño.
- ¿Todo bien? - le pregunté preocupada por si había discutido con Mike por mi culpa.
- Sí, no te preocupes por eso.
- Jenn, siento tanto haber fastidiado tus planes, soy tan mala amiga - dije arrepentida a más no poder por mi comportamiento momentos antes.
- No me pidas disculpas, eres mi mejor amiga y agradezco que me hayas llamado, no quiero ni imaginar que hubiera pasado si no lo hubieras hecho.
- En serio, no sabes lo que te agradezco esto.
- Lis, llevamos mucho tiempo sin estar como antes, esto fue un aviso para saber que tengo que preocuparme más por ti y dejar un poco más de lado a Mike.
- Eres la mejor amiga del mundo - le dije abrazándola.
- Anda tonta, vamos a ver una peli y nos distraemos, tú eliges.
- En ese caso Titanic - le dije sabiendo que era su película favorita.
- Pues una de Titanic y helado de chocolate marchando - dijo saliendo de la habitación.

Al cabo de un rato apareció por la puerta cargada de pañuelos, helado y la peli en cuestión.
A medida que las escenas avanzaban las lágrimas iban apareciendo, por primera vez en mi vida lloraba con esa película.
- Es él Jenn.
- ¿Quién? - dijo mirándome.
- El chico que me iba a volver una romántica que llora con la peli de Titanic.