Capítulo 35

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6 de agosto del 2016

Y aquí está, después de todo lo que ha pasado y yo soy incapaz de verle como aquel chico que tan feliz me hizo. Sólo puedo verle como el hombre que es ahora, tan parecido a su padre, que me asusta.
Soy incapaz de contener todos los sentimientos que me arollan al verle de nuevo y mis ojos se empañan sin poder evitarlo.
- Cielo, ¿estás bien? - me dice Will acercándose a mi.
- Sí - digo tragándome el nudo que tengo en mi garganta - sólo que me ha entrado algo en un ojo.
- ¿Os conocéis? - me pregunta bastante extrañado por que me sepa su nombre.
Si tu supieras.
- Sí, nos conocemos - dice Jason, provocando que mis piernas tiemblen.
No se si será capaz de contar todo, de decirle a Will lo enamorada que estuve de él y de lo mucho que me afectó perderle. A lo mejor ni siquiera hace falta, tal vez ya se ha dado cuenta de que Jason es el chico por el que tanto he sufrido, tal vez este es el final de nuestra relación.
¿Porqué tiene que aparecer para destruir todo lo que me hace feliz?
Ese hombre con barba de algunos días me mira haciéndome sentir completamente a su merced.
- Nos conocimos hace algunos días - le dice a Will - ella estaba esperando en el portal y nos presentamos, no esperaba verla aquí.
Eso me descoloca totalmente, ¿porqué no le dice la verdad?.
- Vaya, ¿porqué no me lo habías dicho antes? - me dice Will abrazándome.
- No sabía que era tu compañero de piso, no podía adivinarlo - responde Jason al ver que soy incapaz de decir nada.
- Me alegro de que ya os conozcáis, pero ahora me gustaría hacer las presentaciones oficiales, cielo, él es Jason mi mejor amigo - me dice con una sonrisa, se nota que le tiene un inmenso cariño - y Jason, ella es mi novia Elisabeth.
Este se acerca a mí y me da la mano, aprentándola más de lo debido y mirándome de una manera que me hace evocar tiempos pasados. Realmente es un buen actor, hasta yo casi me creo que nos acabamos de conocer.
- Tío tienes mucha suerte, tu novia es toda una belleza - le dice a Will, soltando mi mano.
Esas palabras hacen que algo en mi interior se remueva, algo que creía enterrado en lo más profundo de mi ser y que no debería estar saliendo a la superficie.
- Lo sé - dice Will dándome un suave beso en la frente.
- Bueno, tengo que irme, encantado de conocerte Elisabeth - dice marchándose por la puerta.
- Bueno, dime ¿qué te ha parecido? - me pregunta Will.
- No sé que decirte, todavía no le conozco como para darte una opinión - digo mintiendo y sintiéndome fatal por ello.
- Tendrás tiempo de conocerle mejor, es un tío genial ya lo verás, aunque un poco mujeriego debo admitir.
Eso no me sorprendía en absoluto, siempre le habían perdido las mujeres. Mientras estuvo conmigo creí que eso había cambiado, pero está claro que no es así.
- No sé como lo hace, pero tiene a todas las tías detrás, menos mal que yo te conocí antes y te tengo sólo para mi - dice besando mi cuello.
Yo si sabía el porque las tenía a todas detrás. Yo había sido una de esas idiotas que habían caído en sus redes y ahora, entre los brazos de Will, no puedo sentirme peor, al saber que no sólo me conoció después, si no que fue Jason el primer hombre en mi vida, en todos los sentidos.
- ¿Por dónde ibamos? - me pregunta acariciando mi muslo con sus dedos.
Yo intento perderme en ello, intento concentrarme en las sensaciones que me transmite lo que me está haciendo. Pero sólo soy capaz de ver esos ojos azules, persiguiéndome de nuevo, deseando por un horrible minuto que el que estuviera recorriendo mi cuerpo fuera él y que todo volviese a ser como antes.

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