Me giré para encontrarme al chico que no había podido sacar de mi mente. Mis piernas se conviertieron el gelatina al ver lo guapo que estaba, llevaba un traje negro, donde se podía apreciar una pequeña rosa roja saliendo del bolsillo superior de su chaqueta y una camisa blanca con los dos primeros botones desabrochados, haciendo que me fuese complicado respirar con normalidad.
- Gr-gracias - le dije como buenamente pude - tú también estás muy guapo.
Las comisuras de sus labios se alzaron en una pequeña sonrisa.
Oh por Dios, sus labios.
- He visto a Anthony por aquí, ¿has venido con él? - me preguntó iniciando una conversación que no deberíamos de estar teniendo.
- Sí, pero ahora debe de estar por alguna parte con alguna de las animadoras.
- Entonces no le importará que te robe durante unos minutos - dijo acercándose.
Tuve que echarme para atrás un paso, dándome contra la mesa e impidiéndome alejarme más de él.
- ¿Querrías bailar conmigo? - me dijo extendiendo una mano hacia mi.
- Jason no creo que sea una buena idea...
- Sólo será una canción, por favor, por mí - dijo manteniendo la mano en su lugar.
Sabía que aquello era un error garrafal y que me costaría muy caro, pero no pude evitar aceptar, entrelazando mis dedos con los suyos, provocando que una corriente corriera entre ellos.
¿Podría él notarla? ¿Podría escuchar los apresurados latidos de mi corazón?
Nos dirigimos hacia la pista de baile, estando tan nerviosa, que tropecé, salvándome de caerme de bruces gracias a dos brazos que lograron sujetarme a tiempo.
Malditos tacones.
- Te tengo - me dijo ayudándome a incorporarme y poniéndose en frente de mi.
Cogió mis manos y las colocó detrás de su cuello, para a continuación colocar las suyas en el final de mi espalda, pegándonos y haciendo que nos moviésemos al ritmo de la canción lenta que el grupo estaba tocando.
Apoyé mi cabeza en su pecho, respirando el olor de su fragancia. Si aquello era un sueño, esperaba que nadie tuviera la osadía de despertarme.
- Tengo que contarte algo - dijo susurrándome al oído, provocando que un escalofrío me recorriese toda la espalda.
Yo no quería romper la magia de aquel momento, así que dejé que contiuase.
- Hablar con Mike no es lo mismo, asi que ahora voy a contártelo a ti, como en los viejos tiempos.
Sabía que aquello sólo ocurriría una vez, que después de que acabase el baile, cada uno seguiríamos con nuestras vidas, pero decidí hacer caso omiso a la voz interior que me decía que no lo hiciera y le apremié a que siguiese hablando.
- Verás, en estas semanas en las que no hemos hablado, me he dado cuenta de algo muy importante.
- ¿De qué? - dije mirando a sus hipnotizantes ojos azules.
- De que me he enamorado - dijo sonriendo como si aquello fuese el mayor descubrimiento de toda su vida - al principio quería negármelo, pero esa chica ha conseguido ponerme a sus pies.
- ¿Quién es ella? - dije en un arranque de celos. Aunque no quería saber la respuesta, necesitaba averiguar quien era aquella que me lo había arrebatado.
- Es una chica que está en esta sala, pero ha venido con otro y eso me ha puesto muy pero que muy celoso.
Aquella pobre tonta había ido acompañada de otra persona, cuando el chico perfecto estaba colado por ella.
- Me di cuenta de que he estado con todas esas chicas con la intención de que ella se fijase en mi, de que me diese alguna señal que me dijese que sentía lo mismo que yo, pero no lo hizo y ninguna consigue llenarme lo suficiente como para olvidarla.
Escondí mi cabeza en su pecho, con la intención de que no viera las lágrimas que ya estaban deslizándose por mis mejillas. Aquellas palabras me estaban doliendo.
- Necesito que sepa que es ella, ella es la persona con la que quiero compartir lo que no comparto con nadie.
Retiró una mano de mi espalda para agarrar mi barbilla y levantar mi cara, provocando que nuestras miradas se encontrasen.
- Y necesito que ella me perdone por ser un idiota y no ver que la chica que tengo delante es la indicada para mi y me diga que también quiere que yo sea la persona con la que compartirá todo lo que no comparte con nadie.
No puede ser verdad, esto tiene que ser una broma.
- McGuire - dijo acercando sus labios a los míos - mi Lisi.
Me besó, me besó como nunca lo había hecho antes, fundiéndonos el uno en el otro, intentando demostrar lo que no se podía describir con palabras.
Se separó un poco de mí y dijo lo que nunca pensé escuchar de sus labios.
- Te quiero.
Nuevas lágrimas cayeron, al mismo tiempo que él se encargaba de secarlas con sus dedos.
- Dilo otra vez - le pedí todavía sin poder créermelo.
- Te quiero - dijo dejando un suave beso en mi mejilla - te quiero - y otro - te quiero - y otro más.
Agarré sus mejillas y junté su boca con la mía, deseando volver a sentir los fuegos artificiales que me provocaban sus labios y su sabor.
- Y yo a ti - le dije haciendo que una sonrisa se extendiese por su cara.
- Entonces Lisi, ¿quieres ser la novia del irresistible, guapísimo, simpatiquísimo y en definitiva el mejor, Jason Tacker? - dijo haciendo gala de su lado más egocéntrico.
- Umm... No se yo...
Dicho esto, él empezó a repartir besos desde la base de mi cuello hasta mi oreja, haciéndome temblar.
- ¿Sigues teniendo dudas? - dijo levantando una ceja.
- Si... La verdad es que no lo tengo muy claro todavía...
Con una sonrisa perversa siguió besándome hasta acabar aceptando, dejando un recuerdo casi imposible de borrar.
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Recuerdo
Romance#EDITANDO Han pasado 4 años y Elisabeth Woods no consigue olvidarse de la persona que más quiso y la que más daño le hizo. El pasado la persigue, pero por fin parece haber encontrado una luz al final del túnel, una luz con unos preciosos ojos casta...