Epílogo

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Jason
15 de febrero de 2012

Me desperté después de la noche más increíble de mi vida y fruncí el ceño al ver que ella no estaba a mi lado.
Podía recordar con todo detalle como la había hecho mía, su manera de apretar mi mano. Que confiase en mí hasta aquel punto hizo que me sintiera el chico más afortunado del planeta.
Me fijé en la foto que yo mismo me había encargado de enmarcar y que estaba al lado de la de mamá. Que guapa salía y que bien me sentí sabiendo que yo había sido el primero, que ninguno antes que yo tuvo el placer de tenerla.
Me levanté de la cama y me puse unos calzoncillos antes de ir hacia el baño y verla con una de mis camisetas, dejando a la vista sus piernas y su trasero, haciendo que quisiera volver a repetir lo de anoche una y otra vez. Me acerqué a ella y rodeé su cintura con mis brazos
- Buenos días - dije mirándola a través del espejo.
- Buenos días - me dijo.
- ¿Porque no vuelves a la cama y te los doy como realmente quiero? - le dije dejando un beso en su cuello, intentando esconder lo excitado que estaba en aquel momento.
- ¿No estás cansado? - me dijo.
Y entonces me di cuenta de que tal vez me estaba adelantando demasiado y de que quizás se había arrepentido de lo que había pasado entre nosotros.
- ¿Tú si? - le pregunté con preocupación - Lisi, si ayer te dañé, no que...
Se giró y colocó un dedo sobre mis labios, haciéndome callar.
- Estoy más que bien, ha sido perfecto - me dijo haciendo que una sonrisa se extendiese por mi cara. Para mí también había sido perfecto, ninguna otra chica podía compararse con lo que me había hecho sentir Lisi.
- Entonces... Volvamos a la cama - le dije levantando la camiseta que llevaba puesta - que lleves mi ropa me está tentando mucho.
- Está bien - me dijo poniendo distancia entre los dos, cosa que no me gustó nada - pero antes tendrás que cogerme.
- ¿Estás hablando en serio? - pregunté levantando una ceja.
- Totalmente.
Dicho esto comenzó a correr por la casa y bajó rápidamente las escaleras, incitándome a perseguirla y sacando mi lado infantil como sólo ella sabía hacerlo, en seguida la alcancé y la cogí en brazos.
- Ha sido una mala idea McGuire, esto ha hecho que tenga más ganas todavía - dije acercando su cara a la mía.
Justo en ese momento la puerta se abrió, dejando paso al hombre que me había dado la vida.
- Papá - dije confundido por verle en casa- ¿Qué haces aquí?
- Está claro que venir y encontrarte así, no - me dijo. En seguida supe que aquella situación le había sacado de sus casillas
Dejé a Lisi en el suelo y pude apreciar como intentaba colocarse el pelo.
- Papá, ella es Elisabeth Woods, la chica de la que te he hablado - le dije esperando que no fuese muy duro con ella.
- Encantada señor Tacker - le dijo mi chica extendiendo la mano.
- Yo lo estaría si tuviera usted más ropa encima señorita - dijo sin moverse de su sitio.
No sé lo que le ocurría, pero estaba empezando a cabrearme, no tenía derecho a hablarle así a mi novia y más cuando ni siquiera estaba en casa y no la conocía.
- Papá no...
- Tiene razón Jason - me dijo Lisi interrumpiéndome - iré a cambiarme.
Subió las escaleras, dejándome volver a ver parte de su trasero, haciendo que volviese a sonreír.
- ¿Que estás haciendo Jason? - me preguntó mi padre, totalmente cabreado.
- Creo que puedes imaginártelo - le contesté haciendo que apretase su mandíbula.
- No te permito que me hables así, soy tu padre y tienes que respetarme.
- Un padre que ni siquiera está en casa para mis cumpleaños.
Supe que le había dado donde más le dolía. Yo sabía que viajaba y se mantenía abstraido de la realidad en diferentes países sólo porque yo le recordaba a mamá.
Vimos como Lisi regresaba y un silencio tenso se instaló entre nosotros, por la cara que puso ella, sabía que lo había notado.
- Jason...
- Señorita, si no le importa me gustaría mantener una conversación con mi hijo, a solas - dijo mi padre interrumpiéndola.
- Si claro, no importa - dijo ella. Pude notar el miedo en su mirada, mi padre podía ser un hombre imponente cuando se lo proponía.
- ¿Nos vemos más tarde vale? - le dije acercándome a ella y dándole un beso en los labios.
- Está bien, te quiero - me dijo antes de marcharse.
Como me gustaba cuando ella decía aquello.
- Y yo, muchísimo - le contesté esperando que mi padre no se hubiera cargado nuestra relación.
Cuando cerré la puerta, me giré encarándole.
- ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a mi novia?! - le grité cabreado.
- A mi no me levantes la voz Jason, he venido hasta aquí por esa misma razón.
- ¿A que te refieres? - le pregunté sin saber de que estaba hablando.
- Cuando me dijiste que estabas saliendo con una chica y cuál era su nombre, lo averigüe todo sobre ella, esa chica no te conviene Jason.
- Que sabrás tú lo que me conviene y lo que no - le dije irritado porque hubiera urgado en la intimidad de Lisi y su familia.
- Su padre es un camarero Jason, ha tenido muchas relaciones, no te puedes ni imaginar cuantas.
Claro que lo sabía, el señor Woods intentaba superar la muerte de su mujer, substituyéndola por otras, así me lo había contado ella.
- Y que importa eso.
- Mi hijo no va a salir con la hija de un camarero, tu tendrás una novia decente, que venga de una buena familia.
- No puedes decidir eso por mi papá, la quiero, estoy enamorado de ella.
- Tonterías, mañana mismo la dejarás, esa chica no es buena para ti.
- No pienso hacer eso - le dije totalmente decidido.
- Escuchame bien Jason, soy un hombre muy poderoso y soy capaz de destruir a esa chica y a su familia si me lo propongo, mañana la dejarás y no hay más que hablar, si no me encargaré de cumplir mi palabra.
Dicho esto subió las escaleras, dejándome sólo y derrotado. No pude evitar empezar a llorar, sabiendo que dejarla era lo que debía hacer, aunque se me partiese el alma de sólo pensarlo.
Lo que yo no sabía en aquel momento era que lo que iba a hacer me perseguiría y atormentaría durante 4 dolorosos años.

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