| Eиamorada dє mi mєjor amigσ || (Joe), Nick Jonas y tú ..

Capítulo 22: Noticia, Amor y ¿Celos?

MARATÓN 1 de 4.

Desperté al sentir los rayos del sol contra mi cara. Me incorporé y me extrañe al no reconocer en dónde me encontraba –obviamente, no estaba en mi habitación–. Hasta que recordé que estaba en la casa Jonas, y que estaría aquí por una semana completa. Entonces las imágenes que ocurrieron anoche pasaron por mi mente en modo flashback. Mi beso con Nick, otra vez. ¿Que haría ahora? Tenía la mente en blanco.
El sonido de mi teléfono llamó mi atención, lo tomé y vi que mi amiga Belly me estaba llamando.

—Hola.

—¡Hey, _____! ¿Como estás? —Se la escuchaba animada.

—Bien, eso creo —Suspiré profundamente y me levanté para ir hacia el baño.— ¿Tu como estás?

—Emocionada, debo contarte algo. Pero primero, dime qué pasa contigo —Y así era ella. Siempre sabía cuando algo me ocurría.

—Metí la pata, otra vez. ¿Sabes? No quiero hablar de eso —Dije, abriendo la canilla y lavando mi cara con mi otra mano.

—Esta bien. Te tiraré la bomba: ¡mi madre me dejó viajar a Nueva York! —Exclamó chillando, y una gran sonrisa apareció en mi rostro.

—¿En serio? ¡Esa es una gran noticia! —Dije ya un poco feliz. —De verdad me haces falta aquí.

—Lo sé, no es lindo hablar por teléfono siempre —Comentó—. Tengo que averiguar en donde quedarme cuando llegue, y buscar un trabajo y.. todo eso.

—Puedes quedarte en mi casa —Ofrecí— Hay un par de habitaciones para huéspedes y a mis padres no les molestará tu presencia.

—Gracias, pero no me quedaré en tu casa para siempre —Decía riendo—. Viajaré en una semana, y avísale a tus padres, por favor.

—Como quieras.

Por lo menos, saber que mi mejor amiga vendría a NY me alegró la mañana. A veces ella me hacia falta, sus consejos, su compañía, y el poder hablar de cualquier cosa con ella sin que me juzgara. Hablamos por unos minutos más, y terminamos la llamada.
Bajé a la primera planta después de hacer mi rutina matutina. Noté que nadie estaba despierto todavía, así que decidí preparar el desayuno para todos. Hice huevos con tocino y un jugo de naranja. Me llevó alrededor de media hora en hacerlos. Escuché ruidos arriba por lo que deduje que tal vez ya habían despertado. Serví todo en cinco platos, y seguido, coloqué los cubiertos.
Observé que Kevin, Nick y Frankie entraban por la cocina mirando el desayuno y luego a mi.

—Woah, va a ser una semana estupenda tenerte aquí —Me dijo Kevin con una sonrisa, a lo que sonreí sin decir nada.

—Esto está delicioso —Comentó Frankie, comiendo un bocado.

Me senté a desayunar con ellos, mientras hablábamos trataba de ignorar a Nick un poco. No sé por qué no podía sostenerle siquiera la mirada, me apenaba o me sonrojaba. El clima entre nosotros dos era tenso, nadie lo notaba, o tal vez era tenso sólo de mi parte.

—¿Y Joe? —Pregunté.

—Aún duerme, es el que más tiene el sueño pesado —Me respondió Kev.

—Iré a despertarlo. No quiero que su desayuno se enfríe.

Salí de la cocina y subí hacia la habitación de Joe. Abrí sin tocar, y me acerqué a su cama para despertarlo. Kev tenía razón, Joseph tiene el sueño pesado. Sí no fuese porque se movió un poco pensaría que estaba muerto. Lo moví un par de veces llamando su nombre, pero no despertó, así que decidí hacerlo por la manera típica. Había una vaso con agua por menos de la mitad en su buró, lo tomé y vacíe el contenido de éste sobre mi novio.
Él despertó inmediatamente.

—¡¿Qué te pasa?! —Dijo exaltado, en cuanto me vio.

—Es que no despertabas. —Me excusé intentando no dejar salir una carcajada al ver su reacción.

—¿Y entonces se te ocurrió mojarme? —Preguntó con sarcasmo, mientras se sacaba su musculosa negra ya que estaba mojada. No pude evitar mirar su formado torso por un segundo, pero logré disimular mis miradas.

—¿Había otra forma? —Dije, haciéndome la inocente. Él me fulminó con la mirada y solté mi risa.

Joe rápidamente me tomó de la cintura y en un ágil movimiento, me dejó debajo de su cuerpo recostada en la cama. Recargaba su peso sobre las rodillas y sobre una mano para no aplastarme. Su otra mano se posó en una de mis mejillas y la acarició suavemente con su pulgar mientras me observaba detenidamente. Acercó su rostro y comenzó a besarme con suavidad hasta que poco a poco se convertía en un apasionado beso. Entrelacé mis brazos alrededor de su cuello, mientras él bajaba su mano lentamente a mi pierna y dejaba una que otra caricia. Nos besábamos con intensidad, sin embargo, no teníamos intención de que el beso fuera a algo más.
Joe se separó de mi y volvió a colocar su mano en mi mejilla, mientras me miraba fijamente.

—Esto te pasará si te pasas de lista conmigo.

—¿Pasarme de lista? Sólo buscaba la forma de despertarte —Dije en una pequeña risa.

—Si, claro —Contestó sarcástico.

Sonreí, y se quedó observándome por unos segundos que para mi fueron una eternidad. ¿Tendré algo en la cara?

—¿Tengo a..—Me interrumpió.

—Te amo. —Eso me tomó desprevenida. Casi se me achica el corazón de la ternura que me estaba provocando. — Eres muy especial para mi ¿Sabes?

Me mordí el labio inferior antes de besarlo fugazmente. Joe era tan tierno cuando se lo proponía.

—Tu eres alguien importante en mi vida —Y no mentía.— También te amo.

Cuando dije eso mi mente comenzó a golpearme con una pregunta: ¿Lo amaba realmente? Porque era obvio que algo me estaba pasando con su hermano. Antes del primer beso con Nick, tenía en claro mis sentimientos y estaba segura de que amaba a Joe, pero... existía una nueva confusión que no me dejaba pensar con claridad. ¿Qué tal si en realidad no amaba a Joe ahora? ¿Por qué me sentía culpable al decirle "te amo"?

—Baja a desayunar, hice el desayuno y no quiero que se enfríe —Hablé incorporándome.

—A la orden, mi amor. En unos minutos estaré abajo.

Salí de su habitación y volví a donde estaban los demás. Tomé asiento y seguí con mi desayuno, mientras escuchaba a Kevin conversar con Nick sobre unos temas de la banda. Frankie ya había terminado su desayuno, lavó su plato y fue a ver televisión en su cuarto. Luego, bajó Joe y se sentó a desayunar.

—Uhm —Hizo un sonido con su boca al probar un bocado—...esto está delicioso. En definitivo, serás mi esposa -bromeó y Kevin rió.

Me sonrojé y miré de reojo a Nick, quien miraba fulminante a Joe. Pude notar que tensaba su mandíbula, y apretaba un poco sus puños. Era imaginación mía o... ¿Nick estaba celoso?