| Eиamorada dє mi mєjor amigσ || (Joe), Nick Jonas y tú ..

Capítulo 33: Los Mensajes.

—¿Quisieras algo de tomar? —Le pregunté a Joe, mientras nos sentabamos en el sofá.

—No, gracias. —Se acercó a mi y pasó su brazo sobre mis hombros, mientras dejaba un beso en mi sien.

El sonido de un teléfono sonó, me di cuenta que era el de Joe y al parecer era un mensaje de texto, porque lo observé leerlo y  rodó los ojos restándole importancia. Guardó su celular y siguió en lo nuestro.

—Entonces... —Hablé, buscando algo de qué hablar.— ¿Mañana saldrá su segundo disco?

—Si. Estamos preparando muchas cosas para el futuro de la banda, así que, estoy emocionado por eso —me contó. En sus palabras se podía oír la emoción que guardaba, sonreí.

—Podríamos ir a comprar la primera copia del disco, ¿qué dices? —Propuse. Él sonrió ante mi idea.

—Bueno, la primera copia la tendremos mis hermanos y yo así que...—lo interrumpí, sabiendo a qué quería llegar.

—Me refiero a cuando esté a la venta, tonto —Rodee los ojos, divertida.

—Ya. Está bien. —Rió.— Y de pasada, podríamos acompañar a tu amiga para inscribirla en alguna Universidad. 

—Tienes razón.

—Hablando de estudios. ¿No tienes que ir a la escuela? —Concluyó, curioso.

—Uh, si —Respondí sin ánimos de esa idea. —Pero de eso se encargarán mis padres. Buscarán un instituto apenas y terminen las vacaciones.

—Podrías estudiar en casa tal como Nick —Me dijo. Y me pareció extraño cómo pronunció el nombre de Nick al final, tan... serio de su parte.

Me había mencionado que había peleado con él, y mi miedo era que fuese por lo que pasa entre ambos. Joe dijo que fue por una estupidez, pero ahora me hace dudar que aquella "estupidez" era algo serio. 

Nuevamente, el sonido de su celular interrumpió el ambiente. Lo tomó y en cuestión de segundos lo volvió a guardar, con el ceño fruncido dejándome ver que estaba molesto.

—¿Sucede algo? —Pregunté.

—No, no —Y sonrió, o al menos, lo intentó. Su sonrisa fue forzada esta vez.  —Podríamos ver una película. ¿Te parece?

—Seguro.

(...)

—¡_____! —Escuché una voz familiar, susurrarme mientras era movida.—Despierta. ¡Maldita sea, despierta!

Abrí mis ojos de golpe, encontrándome con Belly en mi campo de visión. Un bostezo salió de mi boca y no entendia qué había sucedido. Sólo sé que acabo de despertar.

—Llevo minutos tratando de despertarte, mujer, tienes el sueño profundo —Se quejó, mi castaña amiga.— Tus padres llegarán enseguida. ¿Qué harás con él? —miró hacia mi lado izquierdo.

Mi confusión hizo presencia, así que copié su acción, encontrándome con un Joe totalmente dormido y muy cómodo en el sofá. Tal vez, no estaba tan cómodo como se veía, el sofá es muy incómodo para dormir, yo había despertado con un dolor desagradable en mi columna. Automáticamente, recordé que estábamos viendo una película y al parecer nos quedamos dormidos sin darnos cuenta. Miro la hora en el reloj que se encontraba en la sala y eran apenas las once de la noche.

—¿Las once? —Dije, casi incrédula— ¿Cómo es que nos dormimos?

—No lo sé, pero tranquila. No durmieron tanto. Recuerda que Joe vino a las siete u ocho —se encogió de hombros.