| Eиamorada dє mi mєjor amigσ || (Joe), Nick Jonas y tú ..

Capítulo 45: Vueltas de la vida.

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—¿Entonces en tu casa o en la mía? —Me pregunta. Estoy a punto de contestar pero me interrumpe rápidamente—. Mejor en la tuya, no quiero que mis hermanitos nos molesten.

—Como quieras. Sólo no olvides tus apuntes porque no te prestaré los míos.

Me detuve cuando llegamos a mi casa, habíamos salido de la escuela y en el camino seguíamos hablando sobre el proyecto que nos había dejado la Profesora Johnson. Sebastian la mayoría de veces me acompañaba ya que tomábamos los mismos caminos.

—Claro. Debo apresurarme, llegaré tarde a mi trabajo... —murmuró mirando su reloj.

—¿Tienes otro trabajo? —Le pregunté con curiosidad. Él asintió— ¿Porqué no me lo comentaste?

—Bueno, mi amigo Dylan me lo consiguió y se supone que hoy es mi primer día. Te veo pronto, Army. —se acercó y depósito un casto beso en mi frente para después alejarse.

—¡Suerte, idiota! — Alcé mi voz para que me escuchara antes de que se alejara completamente.

Vi cómo se rió y me mostró su dedo de enmedio. Me reí y entré a mi casa. En la sala logré divisar a mi mejor amiga recostada en el sofá, tenía un brazo sobre sus ojos y respiraba lentamente. Supongo que estaba dormida. Subí a mi habitación, dejé mis cosas en el escritorio y tomé lo que necesitaba para darme un baño.
Bajé nuevamente después de media hora, y me acerqué sigilosamente a Belly quien seguía en la misma posición.

—¡Ni se te ocurra! —Dijo tomándome de sorpresa.

Mis intenciones eran asustarla, pero parece que había despertado o en realidad no estaba dormida. Resoplé y quité sus pies del sofá para sentarme a un lado.

—¿Cómo supiste que era yo?

—Te conozco.

—Mm. —musité  y la miré detenidamente.— ¿Qué te sucede?

—Nada —Se reincorporó sentándose correctamente—. Sólo pensaba mientras descansaba mis ojos —rió.

—¿En qué pensabas? —quise saber.

—En...cosas. Ya sabes, la universidad, mi trabajo.. —decía. La miré fijamente, su respuesta no me convencía del todo.

—¿Un chico? —Adiviné. Noté cómo se tensaba—. Este... ¿John?

—¿Qué? ¡Claro que no! —Rió con nerviosismo— Sabes que no tengo tiempo para estar pensando en chicos, y no se habla más del tema.

Se levantó del sofá y se dirigió a la cocina. Me había dejado algo confundida pero lo dejé pasar. Desde la cocina me preguntaba por mi día y le respondí omitiendo detalles que no interesaban. A los minutos volvió con unos sándwiches y dos latas de gaseosas para almorzar, se sentó a mi lado y seguimos conversando.

—¿Me esperas un momento? Llamaré a Nick, quiero preguntarle cómo les ha ido en la grabación —le dije después de un rato, mientras comenzaba a marcar en mi celular.

El pitido del teléfono comenzó a hacerse presente en mis oídos, y estuvo así hasta que me mandó al buzón de voz. Volví a llamar, pero ocurrió lo mismo. Suspiré, seguramente estaba ocupado.

—No me contesta, llamaré luego —le dije a mi amiga quien me veía con una mirada interrogante.

—Tal vez aún siguen grabando.

—Si. Oye, ¿no tienes que irte a trabajar? —fruncí el ceño.

—Hoy entro más tarde.

Seguimos conversando, hasta eso de las tres de la tarde, cuando ella se fue a su trabajo de medio tiempo. Me dediqué a ver televisión. Mi madre había llegado de su trabajo y descansó junto a mi en el sofá mientras hablaba por teléfono creo que con la señora Jonas. Mi padre no llegaría hasta la hora de cenar, como siempre. Al cabo de una hora de completo aburrimiento, escuché sonar el timbre de mi casa por lo que me encaminé a abrirle la puerta a quien sea que fuera que estaba ahí. Creí sentir a mi corazón dar un respingo cuando vi a ese chico de rulos en mi puerta, y sonreí. Antes de que yo fuera capaz de pronunciar alguna palabra, Nick se acercó directamente a mis labios para saludarme con un beso. Lo hice pasar a la sala en donde aún se encontraba mi madre, esta al notar su presencia se acercó a él para saludarlo gustosamente.