Capítulo 25: Algo intenso.

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MARATÓN 4 de 4.

Reí. Esta chica era todo un personaje cuando se ponía ebria. Pasaron otros segundos hasta que ella me avisó que ya estaba lista. Me acerqué a ella y la ayudé a recostarse en la cama, pero se oponía por lo que quedó en la cama sentada. Comenzó a reír de la nada, y luego volvió a reclamarme que quería volver a la fiesta. Si no supiera que actuaba así por los efectos del alcohol, creería que era una bipolar.

—No volverás, tienes que descansar —Le dije sentándome quedando frente a frente.

—¿Por qué me haces esto, Nick? —Dijo dramática. Rodee los ojos mientras suspiraba.

Me sorprendí cuando ella se acercó a mi y tomó mi rostro entre sus manos, mirándome fijamente a los ojos. Sus ojos marrones estaban brillosos, y lucían cansados, pero aun así eran hermosos y dicha acción me quitaba el aliento. Estaba muy cerca de mi, si yo tomaba la iniciativa ya estaría besando sus labios. Deseaba besarla una vez más.

—Por favor, dejame ir —Hizo un adorable puchero.

No le contesté, sólo me acerqué y la besé. Era lo que quería y en este momento no me importaba nada. Ella pareció sorprenderse, pero me siguió el beso con la misma intensidad en que yo la besaba. Sus labios eran suaves, descubrí el sabor a fresa de su labial y también del alcohol, sino me equivocaba había bebido vodka. Ladeé un poco la cabeza para tener un mejor acceso a su boca, deslicé mi lengua por su cavidad bucal y no tardó en desatarse una batalla. Coloqué mi mano izquierda en su mejilla y la derecha en su cintura y poco a poco la recosté en la cama, quedando yo arriba de ella, sin aplastarla. Subí un poco su camiseta del pijama que llevaba para acariciar su cintura desnuda, senti cómo su suave piel se estremecía bajo mi tacto. El beso se había vuelto bastante apasionado y nuestras respiraciones agitadas, el hecho de tenerla tan cerca me emocionaba. Mis caricias fueron bajando desde su cintura hasta sus piernas lentamente, mientras ella desprendía los botones de mi camisa blanca torpemente. Mis besos bajaron hasta su cuello, lo besé de la misma forma en que había besado aquellos labios. Escuché un suspiró de _____, lo cual me hizo sonreír en medio del acto. Pasaba sus manos por mi abdomen, sus caricias me hicieron sentir un cosquilleo dentro del estómago, y seguido, me fue sacando la camisa dejándome sólo con los pantalones –y el calzado, obviamente–. Bajé mi boca hasta más abajo de su cuello mientras mis manos -involuntariamente- desprendían los botones de su short, y lo bajé con su ayuda. Ella me tomó e hizo que volviera a besarla en los labios, lo cual hice gustosamente. Nuestras anatomías estaban juntas, pero seguíamos con ropa aún. Mi corazón comenzaba a palpitar fuertemente y mi respiración casi era irregular. El momento era intenso, lo podía sentir en el aire, y me gustaba.

Hasta que la realidad me golpeó.

Ella estaba ebria, casi inconsciente de este momento y era por eso que quizás no me detuvo. Lo que estábamos haciendo era más que un beso que ella solía parar, y esta vez no había dicho nada, se había dejado llevar por el efecto del alcohol. Yo me aproveché. Y probablemente, mañana ella no recordaría nada y eso con pensarlo me hizo sentir mal.
Me separé inmediatamente y _____ me miró confundida. A pesar de lo ocurrido, la tapé con las sábanas y después me coloqué la camisa que yacía tirada en el piso junto a su short.

—Será mejor que duermas, _____ —Dije un poco agitado y nervioso— Buenas noches.

Deposité un beso en su cabeza y salí de la habitación rápidamente. Ya afuera, pasé mis manos por mi cabello respirando profundamente. Sentía muchas emociones mezcladas, la adrenalina recorría mi cuerpo al pensar lo que había pasado dentro de la habitación o lo que estaba por casi pasar. Me había sentido tan malditamente bien por un momento, me sentí correspondido, pero me había dejado llevar por mis sentimientos. El reaccionar de repente quizás fue lo correcto. No podía aprovecharme de ella en ese estado, y tampoco me hubiera gustado del todo —si es que hubiese sucedido algo— hacerlo en esas condiciones. ¡Pero qué estoy pensando! Ella es mi mejor amiga y es la novia de mi hermano. ¿Por qué no me entraba en la cabeza? Vaya... Joe tiene tanta suerte. ¿Como es que me enamoré de ella? Siempre me lo pregunto. También quiero mantenerme a raya, no quisiera interrumpir su relación, ellos se amaban. Pero –siempre había un 'pero'– no podía. Era como si _____ rompiera todas mis paredes de límites, de lo que estaba bien o mal, de lo que era correcto o incorrecto.

Dejé mis pensamientos a un lado, y me debatí en si en volver a la fiesta o quedarme en mi habitación. Opté por la segunda opción, ya no quería bajar. Fui a mi habitación y tomé mi guitarra, dando unos acordes y notas para relajarme con el sonido del instrumento. Descarté la opción de dormir ya que la música era tan alta que sería imposible dormir.

A la mañana siguiente...

______*

Desperté con un horrible dolor de cabeza, quería recordar qué había pasado pero en el esfuerzo el dolor era peor. El sol iluminaba muy fuerte por a través de la ventana y me levanté para cerrar las cortinas. Mi cama estaba muy deshecha y en el piso estaba mi short de pijama, entonces me di cuenta que estaba en bragas junto con la camiseta. Por un lado me alarmé, ¿Qué demonios había pasado? No creo haberme quitado el short estando sonámbula. Y un flashback pasó por mi mente: la fiesta de Joe. Yo hablando con Mandy. Yo bebiendo de más, y bailando como una alocada. El tipo que casi abusaba de mi. A Nick salvándome de aquel tipo. Nick llevándome a mi habitación y... lo ocurrido.

No puede ser.
Simplemente, no.

¡Casi lo hacía con Nick! ¡Mi mejor amigo! ¡El hermano de mi novio!

Mierda, esto debe ser solo mi imaginación. Pero no tenía pruebas de que hubiera pasado otra cosa. ¿Otro error? ¿Que está mal conmigo?
Ya no quería pensar, mi cabeza estaba que explotaba. Decidí darme una ducha para relajarme, además sentía mi aliento apestaba a alcohol.

(...)

El lío que había en la sala de la casa era digno de ser llamado un basurero. Botellas tiradas, otras rotas, colillas de cigarrillos por todo el piso, envolturas de comida, creo que hasta se habían drogado aquí. Era todo un desastre. Quería correr, para no tener que limpiar todo esto. Joe lo limpiaría, lo obligaría a hacerlo, él es el responsable de todo esto.

—¡Joseph Adam Jonas! —Grité molesta— ¡Te quiero aquí ahora!

En la casa estábamos Nick, Joe y yo. Y mi temor era que se abriera la puerta y apareciera Kevin por ella. Él me va a matar.

—Aquí estoy, linda, no grites —Salió de detrás del sofá con una mala fachada.

—No me digas que dormiste aquí en el suelo —No sé por qué lo dije si ya sabía la respuesta. Él asintió despreocupado— ¡Joder! Mira cómo está el lugar Joe, dijiste que...

Y fui interrumpida por el sonido de la puerta de entrada. Al girar mi cabeza vi mi temor hacerse realidad: Kev entraba a la sala con tranquilidad y al ver el caos, parecía que le iba a dar un ataque.

—¿Qué es todo esto? —Preguntó enojado. Me miró a mi y luego a su hermano.

—Kev, te lo puedo explicar... —Hablé nerviosa, y con pena. Él había confiado en mi para hacerme responsable y estar a cargo, y sin embargo, dejé que mi novio hiciese una fiesta.

—____, confíe en ti —Me miró molesto—, te dije que no dejaras que mis hermanos hicieran fiesta. ¡Ahora ve cómo quedó el lugar!

Me sentí mal, agaché mi cabeza con vergüenza.

—¡Yo fui Kevin! Ella no tiene nada que ver, ni siquiera sabía que yo estaba planeando una fiesta —Concluyó Joseph—. No tiene la culpa ¿Sabes?

—¡Lo sé! Pero...—Suspiró—. Disculpáme, pequeña —me dijo colocando su mano en mi hombro y le sonreí a medias.

Lo que pasó después, ya se lo imaginarán. Joe comenzó a limpiar como me lo había prometido, pero era tanta basura que lo tuve que ayudar. Kevin nos ayudó sólo un un poco, y luego se fue a comprar cosas para almorzar. Estuvimos un rato más limpiando, hasta que por fin terminamos. Nos tomó alrededor de dos horas.

—Nunca más hagas fiesta Joseph —Le dije exhausta tirándome al sofá.

Él río y se acercó a mi para besarme. Sus labios sabían a alcohol, puro alcohol.

—No te vi en casi toda la fiesta, ¿donde estuviste? —Me pregunta, acariciando mi mejilla.

—Luego te digo. Mejor vete a bañar, hueles a alcohol —Evadí su pregunta, con nerviosismo.

—Está bien. —Sonrió y me besó fugazmente— Te amo, bonita —dijo antes de irse.

Esas palabras mezcladas con lo que pasó anoche con Nick, hicieron que me sintiera realmente mal.

| Eиamorada dє mi mєjor amigσ || (Joe), Nick Jonas y tú ..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora