| Eиamorada dє mi mєjor amigσ || (Joe), Nick Jonas y tú ..

Capítulo 44: Secreto.

Devolví su beso con fuerza demostrándole mi cariño hacia él, antes de que comenzara a bajar sus besos lentamente hacia mi cuello. Allí dejaba pequeños besos húmedos, y mordía suavemente causando que se escaparan fuertes suspiros de mi boca. Jugué con sus rulos mientras él seguía entretenido en mi cuello, sentí que comenzó a bajar su boca hasta mi clavícula y hombros. Bajó una de sus manos acariciando mi pierna y llevándola a su cintura, pasé mis manos por su abdomen y luego las posé en su espalda. En un breve instante pensé; esto me recordaba a la misma situación cuando Joe hizo su fiesta, con la diferencia de que yo ahora estaba en mis cinco sentidos, no estaba ebria como aquella vez, también y me di cuenta de que no estaba lista para... eso.

—Nick —Apenas pude decir, tomé de su mano para que se detuviera. Él subió la vista a mis ojos, intentando respirar con normalidad. —Nick, yo... no estoy lista.

Sentí el calor subir por mis mejillas, seguramente me veía como un tómate. Esto me resultaba tan embarazoso.

—¿Eres virgen? —Vi el leve rosado de sus mejillas, parecía haberse sonrojado también. Asentí algo apenada. —Oh, está bien, amor.

Se incorporó y se recostó a mi lado. Soltó un suspiro, lo miré y estaba sonriendo mirando el techo.

—¿No estás enojado? —Pregunté.

—¿Porqué lo estaría?

—Bueno, pensé que querías el momento —dije un poco tímida. Escuché su risa y me hizo mirarlo tomando de mi mentón.

—Te esperaré hasta que estés lista, no te preocupes. —Dijo sonriéndome dulcemente.

Dejó un casto beso en mis labios, y tiró de mi para que me recostara a su lado colocándo mi cabeza en su pecho. Comenzó a acariciar mi cabello suavemente y cerré los ojos mientras respiraba profundamente. No sé cuánto tiempo pasó después, ya que el ambiente se había tornado tan relajante que lo disfrutaba y deseaba quedarme así toda la vida. De la misma forma, el sueño me había tomado rápida y desprevenidamente que no me percaté el tiempo en que me quedé dormida.

Respiré el aire puro que entraba por mis fosas nasales, había tomado cariño a este lugar tan tranquilo y lleno de recuerdos. Abrí los ojos, la luz del sol era tan fuerte que no distinguí a la chica que se había posado frente a mi. Lo único que podía distinguir era su silueta y su largo cabello castaño con ondas.

—No todo es tan perfecto como crees que es. —Habló tranquilamente. Pero su tono tenía una pizca de burla y arrogancia—. ¡Abre los ojos! ¡El amor no es para ti! No esta vez. Pronto verás cómo son las cosas y será de conveniencia que te alejes, querida.

— ¡____! —Escuché otra voz exclamar, a la cuál si pude reconocer fácilmente. Nick. —¡Despierta!

Me desperté sobresaltada. Nick se encontraba mirándome un poco confundido, pero me sonrió un poco y se acercó para besarme. Yo seguía un poco desconcertada por el sueño que acababa de tener.

—Perdona que te haya despertado así, pero ya es hora del desayuno.

Asentí. Su teléfono sonó de repente y Nick se disculpó saliendo de la habitación para contestar la llamada, después de que yo pudiera observar su extraña reacción cuando vio su pantalla antes de atender. Sin más, me levanté dirigiéndome a la habitación de huéspedes que estaba ocupando con Belly. Allí ya pude hacer mi rutina personal como el aseo y esas cosas. Bajé a desayunar, y sólo encontré a mi mejor amiga junto a Joe desayunando. Al verme, me sonrieron y los saludé tomando asiento.